Espacio del mes: Torre de las Infantas

Interior de la habitación central de la Torre de las Infantas


Vista exterior de la Torre de las Infantas


Es la última construcción reconocible que se construyó en La Alhambra (1393-1394), bajo el mandato rey Mohammed VII, ocaso del mejor siglo de la arquitectura nazarí, siendo un buen ejemplo de contraste, pues tras el paramento liso de las fachadas de la torre se esconde una compleja vivienda-palacio encerrado en su interior. También sorprende la distribución interior de una gran originalidad y riqueza espacial para un palacio tan pequeño, pero con un singular encanto que lo convirtió en un espacio predilecto para los viajeros románticos del siglo XIX.

Torre de las Infantas
desde la Cuesta de los Chinos


Sección de la Torre de las Infantas

Torre de las Infantas desde el Paseo del Secano

Planta de la Torre de las Infantas

La Torre de las Infantas o Qalahurra nueva tiene su denominación unida a las tres princesas, Zaida, Zoraida y Zorahaida de Cuentos de la Alhambra, como lo esta a este cuento el el castillo de Salobreña. Aunque continua los esquemas de desarrollo tradicional estético, su ejecución tiene una mayor rudeza de ejecución y unas proporciones menos perfectas que su vecina, la Torre de la Cautiva.

Torre de la Cautiva desde la Torre de las Infantas
Arcos interiores de la segunda planta que da a la sala central

Decoración en la segunda planta

Aunque del ocaso del arte nazarí,
la decoración de la Torre de las
Infantas es fabulosa
Escudos nazaríes en la entrada en triple recodo

Una entrada en recodo a través de un pasillo, se accede a su interior. Este pasillo esta cubierto por una peculiar bóveda de aristas con grandes mocárabes con imitación de ladrillos rojos, cobijando escudos nazaríes pintados; cada elemento se compone de tres poliedros encajados entre sí.

Arco de acceso al palacio desde la sala central
Inscripción a la entrada de la torre-palacio

El recibidor nos da la bienvenida con un poema que ocupa una estrecha cenefa bajo la bóveda, comenzando por la derecha de la pared frontal, continuando con un segundo poema en la pared oeste y acabando en la puerta, repitiéndose en los otros dos muros:

!Oh tú que entras, por Dios, detente y contempla el esplendor de esta maravillosa y perfecta belleza!

Recorre con tu mirada las beldades de mi morada, cuyos efluvios de aromática madera nos impregnan.

Mas, si en la verdad te fijas, me dirás: en los moradores, no en la morada, está lo esencial.



En el segundo poema, se alune a la última y penúltima azoras coránicas, ambas profilácticas y contra el mal de ojo:

Di !por Dios!, si te fijas !oh lector!, bendito sea Dios, el mejor Creador y Hacedor.

Y dí: me refugio en el Señor de todos los hombre del mal del envidioso y del soplo del hechicero.

...que feliz haga a las almas, y dí: !bendita sea esta morada!

Acceso a las escaleras que llevan al piso superior

Tras esta puerta se esconde una letrina


Tras el triple recodo de la entrada, una puerta abre a una letrina (a la izquierda) y otra a una escalera que lleva a la segunda planta (a la derecha) y en las albanegas se puede leer en dos lineas de escritura cursiva: la gloria permanente, la soberanía es de Dios. Un arco desemboca a un reducido patio cuadrado, originalmente una bóveda de mocárabes lo cubría, pero fue destruida por un terremoto y fue sustituida por una linterna octogonal en el siglo XIX. Sobre el arco de las tacas laterales se puede leer: Gloria a nuestro señor el rey Abu ´Abd Allah al-Musta ´in bi-Llah, Dios le preste su ayuda.

La cúpula de mocárabes fue sustituida por una linterna de
madera porque fue destruida en terremoto en el siglo XIX
La luz de la linterna se refleja en los restos de la cúpula original
Vista exterior de la cúpula del siglo XIX,
con cubierta de tejas
Resto de azulejos

Zócalo de azulejos
Poco se conserva de sus zócalos de azulejos y sobre estos, en cartelas circulares alternadas con otras circulares y sobre un tupido fondo de ataurique se puede apreciar la siguiente inscripción: Beneficios diste !mi Señor!, auméntalos, pues Tú eres, a quien dirigirse, el mejor. Sobre estas cartelas, recordando a los pórticos del Patio de los Arrayanes, caligramas arquitectónicos-arbóreos con la base ancha y la base superior apuntada a modo de triángulo guardan el lema de la dinastía nazarí: "No hay vencedor sino Dios" y "La soberanía es de Dios". Este lema se repite igualmente en las ménsulas de mocárabes que sostienen los dinteles cercanos a la entrada y en la cenefa con dobles columnillas.

Sobre los azulejos se puede leer la 
inscripción: Beneficios diste 
!mi Señor!, auméntalos, pues 
Tú eres, a quien dirigirse, el mejor
Caligramas arquitectónicos-arbóreos con el lema
de la dinastía nazarí: "No hay vencedor sino Dios"



En el interior de la alcoba este sólo se conserva una cenefa de lemas cúficos bajo el techo, y en la oeste, otra a esa misma altura con el verso Beneficios diste !mi Señor!, aumentalos, pues Tú eres, de a quien dirigirse, el mejor. En las albanegas, entre el atauriques vuelves a repetirse alabanzas a Dios y alrededor de las tacas:

El auxilio divino, el dominio y la clara victoria sean para nuestro señor Abu ´Abd Allah

al-Musta ´in bi-Llah, Dios le ayude en su causa y haga gloriosa su victoria

El camino de ronda de la muralla pasa bajo la torre, tanto
peatonal sobre la muralla como a caballo

Vista exterior de la ventana este

En el capitel central de las ventanas norte y sur se puede leer una inscripción en honor a Mohammed VII: Gloria para nuestro señor Abu Abd Allah. Antiguamente las ventanas geminadas de la Torre de las Infantas estaban cerrados por celosías muy tupidas y tal vez sería necesario volver a colocarlas para evitar que las aves se introduzcan en su interior y aniden en las paredes para mejorar su conservación.

Vista de la sala norte con tarima

Detalle de los azulejos de la ventana
de la sala norte
La sala norte debió ser la sala principal
de la torre-palacio

Por último, al acceder a la sala norte, encontramos sobre las tacas la siguiente incripción repetida dos veces El paciente vence y en su centro La soberanía. En el interior del arco de entrada a esta sala, perfilado por una estrecha cenefa con la inscripción El auxilio divino, el dominio y la clara victoria sean para nuestro señor Abu ´Abd Allah al-Musta ´in bi-Llah, Dios le preste su ayuda, similar a las que se encuentran en las tacas de las salas este y oeste. En sus laterales, en las albanegas del arco, escudo nazarí con banda y lema.


Deberían colocarse celosías, como se cubrían las ventanas
originalmente, para evitar que las aves aniden dentro
¿Por qué estará ahí ese hueco?
¿armario o puerta sellada?

En el interior de la sala norte, casi todas las caligrafías y yesos de la pared sur, la más próxima al patio, han sido recompuesta por restauradores que al combinarlas han quedado incompletas y sin sentido, como por ejemplo en las grandes tacas de la pared, rehaciéndolas con la misma inscripción que rodea al arco de entrada pero quitando o recortando palabras para adaptarlo a este espacio más reducido, inclusive cambiando la dirección de la escritura.


En la sala norte hay grandes tacas en la pared
Interior grandes tacas
La ventana de dos arcos de la Sala Norte
mira hacia el Generalife o Yannat al'arif
El muro norte de esta sala esta profusamente decorado y posee una ventana de dos arcos de herradura con angrelados que mira hacia el Generalife (Yannat al'arif) y apoyados en una delicada columna parteluz. En las incripciones se repite el lema nazarí y la inscripción que perfila el arco de entrada a la sala. Se conservan escasos fragmentos y muy gastados, lo que debió ser un poema dedicado al rey.

Ventana geminada del muro norte

Ibn Zamrak recoge el siguiente poema epigráfico referente a la torre:

Para al-Musta ´in ibn Nasr, el más glorioso y generoso señor,
elevada fui cual arco celeste por las estrellas coronado.
La luna envidia mi diadema, los astros mis trazas desean.

El jarrón de agua del paraíso en mi halo aparece
y cual predicador a la afluencia de la brisa habla.
!Oh noble imán que va a hacer la oración!

Puerta exterior de acceso a la torre

La fuente interior es moderna
Torre de las Infantas desde el camino
de ronda de la muralla

La Torre de las Infantas se podrá visitar junto con la entrada general, de 8,30 a 20 horas, martes, jueves y domingo y con un máximo de 30 personas simultaneamente; probablemente este es uno de los sitios más especiales y exclusivos del monumento y uno de los más difíciles de conseguir visitar.


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