Bayra (Vera)

Conquista de Vera
representada en
la sillería de la
Catedral de Toledo

Destruida por un terremoto el 13 de noviembre de 1518, la antigua ciudad de Bayra era sede de los más aguerridos arraeces granadinos, pertenecientes a las prestigiosas familias de los Banu Asqilula y los Banu Comisa. Estaba rodeada por una muralla donde había adosados siete aljibes, en cuya cima se alzaba la fortaleza, centro de la defensa oriental del reino. Un gran aljibe ocupaba parte del pequeño y sólido castillo sobre el cerro. Una muralla con tres puertas resguardaba a la población, quedando dos arrabales fuera del cerco. Inmediato a uno de ellos y en el camino de subida principal estaba el campo de silos subterráneos para resguardo de provisiones.

En el plano topográfico, la fortaleza de Vera

Sobre esta ciudad no existe mucha documentación, pero sí hay algunas descripciones realizadas por diferentes personajes de la época indicando que se trataba de un recinto muy bien amurallado, con una fortaleza difícil de asaltar, según relataba el marques de Cádiz en sus cartas a los Reyes Católicos, antes de la entrega de la ciudad en 1488. Por último Gerónimo Münzer, quien pernocta en la ciudad pocos años después indica que contaba con más de seiscientas casas, pero que se encontraba prácticamente deshabitada.

La presión fronteriza aumentó con la iniciativa de los Fajardo, cuyos miembros ocupaban diversos cargos en la región de Murcia; en 1407, un ataque general les permitió asediar Vera, Hurtal y Huércal. El adelantado mayor, Alonso Yáñez de Fajardo retuvo durante diez años algunas fortalezas en tierras granadinas.

En 1433, tras la conquista del castillo de Xiquena, la entrada en el sector fronterizo de Vera se saldó con una gran derrota, pero al poco, la toma de Huéscar obliga a Los Vélez a capitular. Sin conquistar Huércal, Vera o Purchena, bases estas últimas para el contraataque granadino, las incursiones se dirigen al valle del Almanzora, cuyas arquerías se entregan. Las capitulaciones que se pactaron con ellas sirvieron de modelo a los Reyes Católicos en la conquista definitiva del Reino de Granada.

El reino se encuentra desmembrado por las facciones y muy debilitado a finales del siglo XV. El 10 de junio de 1488, El Zagal, impotente ante el avance cristiano, capitula Vera, y al poco la zona nororiental del reino nazarí de Granada, es decir, Los Velez, parte del Valle del almanzora, Los Filabres y el levante de la provincia de Almería.

Los Reyes Católicos concedieron a
Vera un fuero tras su conquista sin
embargo el documento primitivo se perdió
 en el terremoto de 1518, que devastó la ciudad
por lo que En 1565 los veratenses
obtuvieron de la corte real esta
bella copia en pergamino de su fuero

Tras la conquista, durante la primera mitad del siglo XVI, se construye la Iglesia fortaleza de Nuestra Señora de la Encarnación, ubicada en la Plaza Mayor de la localidad. La singularidad de esta iglesia responde a la estructura mudéjar-andaluz (puesto que tras la conquista de la plaza, muchos hispanomusulmanes decidieron seguir viviendo en Vera como mudéjares en lugar del exilio a África que les ofrecía el rey Fernando) de tipo fortaleza por el fin defensivo que debía cumplir, ya que la zona era un enclave cristiano rodeado de población morisca y acechado por el peligro berberisco que representaba el mar.