Jardín nazarí: la lavanda





En al-Ándalus, al-juzama, alhucema. En su “Libro de Agricultura”, Ibn al-Awwam describe su cultivo. A menudo los agrónomos andalusíes la confundían con la Lavandula latifolia, así como la Lavandula stoecha o cantueso, que en realidad es una especie distinta. Sus flores se recolectaban en verano, y una vez secas se introducían en unas bolsitas destinadas a perfumar el ambiente. También se empleaban en la cocina para condimentar los asados de carne y como aderezo a cierto tipo de salsas, así como para la elaboración de dulces y de infusiones.




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