Los libros plúmbeos y el legado sacromontano

Celebración de la Junta de Calificación
de las Reliquias del Sacromonte.
Dibujo y grabado de Francisco Heylan,
 publicado en “Historia Eclesiástica de Granada”
 de Justino Antolínez de Burgos.
 Esta imagen muestra el interior del
 palacio arzobispal, en cuyo centro se encuentra
 una mesa en la que se disponen el pergamino de la
Torre Turpiana (antiguo alminar de la mezquita mayor de Granada),
huesos, cenizas y alguno
 de los famosos Libros Plúmbeos hallados
 en el Sacromonte

En 1588 unos obreros se encontraron una caja que contenía una tablilla con la Virgen, un hueso, un lienzo triangular y un pergamino escrito en latín, griego, castellano y árabe. Todo esto apareció mientras construían la catedral de Granada, al derribar la Torre Turpiana, el alminar de la antigua mezquita mayor de Granada.

Grabado de Heylan de 1614

Al parecer se trataba de una profecía de San Juan Evangelista traída por San Cecilio, advirtiendo entre otras cosas sobre la llegada de Mahoma y de Lutero. Siete años después, en febrero de 1595 se produce otro hallazgo en la colina de Valparaíso. A partir de ese momento y hasta mayo de 1599 se siguen produciendo hallazgos, en total se encuentran 22 conjuntos de láminas de plomo, con extraña escritura y restos de San Cecilio y otros mártires.

Con estas palabras describía Antolínez de Burgos los hallazgos y la reacción de la ciudad: Fue muy grande el reguzijo de la ciudad. Uvo aquella noche y la siguiente luminarias en todas las casas y torres, repicaron las campanas, jugó la Alhambra su artillería, y salieron desta fortaleza dos compañías luzidas de arcabuceros, que dieron la vuelta y visitaron las cavernas.

Parece que los artífices de estas láminas fueron los moriscos Alonso del Castillo y Miguel de Luna, que pretendían realizar un sincretismo de doctrinas que resultase aceptable a cristianos y musulmanes. Después de que la noticia tuviera un importantísimo eco social y religioso, en 1682 el Papa Inocencio XI condenó la falsedad de los hallazgos. La naturaleza fabulosa del suceso, la multitud de peripecias que lo rodeaban y el significado de este legado, captaron desde el principio el interés de la comunidad científica.