El Tesoro encantado de la Alhambra

La Torre de los Picos, lugar donde se
ubica esta leyenda romántica 

Boabdil o Mohammed XII, último rey nazarí, ejecuta una orden al ver perdida la Guerra de Granada: un soldado hispanomusulmán debía ser arrojado al interior de la Torre de los Picos junto a un tesoro de monedas y joyas para que lo protegiera.

Este soldado, que debía ser noble y puro, debía estar fuertemente armado y tenía la misión de acabar con la vida de quien pretendiera robar el tesoro del rey granadino. Bajo el encantamiento del mago de la corte nazarí, tanto el soldado como el tesoro estaría protegido de la rapiña de los invasores cristianos, a la vez que el soldado era condenado a estar allí para toda la eternidad. 

Pero se puede deshacer el hechizo, pues cada tres años, el soldado puede salir al exterior y tener la oportunidad de encontrarse con alguien que  pague su rescate, que debe ser tres monedas prestadas, pensadas y dobladas (pensadas porque debía de pensarse en la libertad del soldado al entregarse y dobladas, pues cada una de las monedas debía de doblar el valor de la anterior). Quien consiguiera deshacer al hechizo y liberar al soldado podía coger una pequeña parte de este tesoro como recompensa.

Esta leyenda se ha extraido de un relato recogido en un libro titulado "Los tesoros de la Alhambra", del escritor costumbrista Serafín Estébanez Calderón, publicado en 1832.

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