Jardín nazarí: el ciprés (Cupressus sempervirens L.)
Los cipreses, emblema de los jardines de Granada |
El ciprés común del Mediterráneo (Cupressus sempervirens var. stricta) es el árbol que caracteriza el paisaje y los jardines de los barrios históricos de Granada desde que fuera adoptado como representativo de la ciudad por el regionalismo, su número creció y hoy está fuertemente unido a su imagen.
En los viejos jardines de Granada, el ciprés se usaba de diferentes maneras, como árbol libre o recortado en fantásticas figuras |
El vínculo de los cipreses con la perdurabilidad, y de ahí la vida del más allá y la muerte, lo hizo la planta típica de los cementerios, incluso en áreas lejanas a su distribución natural. Eso no impide que en muchos lugares, como es Granada, pero también en ciudades de Italia o del oriente mediterráneo, sea ampliamente usado como árbol de jardín.
Los cipreses florecen a finales del invierno y en un mismo ejemplar se producen flores masculinas y femeninas |
Como la gran mayoría de las coníferas, son de hoja perenne, pueden alcanzar los 20 m de altura con un diámetro aproximado de unos 60 cm. Su porte es piramidal, de crecimiento rápido en los primeros años de vida, ralentizándose después y pudiendo alcanzar los 300 años de vida. Poseen un tronco recto y de corteza delgada en la que se forman fisuras longitudinales. Las hojas son muy pequeñas (2-6 mm de longitud) con forma de escama, alineadas en parejas opuestas y decusadas.
Las piñas de los cipreses son abundantes en sustancias de propiedades coagulantes y son empleadas popularmente para tratar varices y la tos compulsiva |
Las hojas del ciprés tienen forma de pequeñas escamas, superpuestas a modo de tejadillo |
El ciprés es un árbol resistente y longevo, pudiendo llegar a vivir más de quinientos años. Su madera es especialmente aromática, desprendiendo un olor similar al cedro. Su madera se trabaja fácilmente y no se pudre, por lo que se ha utilizado tradicionalmente en construcciones navales.
El Carmen de los Cipreses es un ejemplo de jardín con prominentes cipreses que forman desde simples columnas a paseos de arcos hasta llegar a la forma más complicada, glorietas con cúpulas de arcos superpuestos, a modo de templetes góticos vegetales, que abundaban en la ciudad a finales del siglo XIX. De su amplio y bello jardín sobresale la pérgola, la alberca y el corredor de cipreses.
Será en el siglo XIX cuando tenga lugar la formalización definitiva que conforma la estética del Carmen actual |
El Carmen de los Cipreses está considerado uno de los más representativos y antiguos de los que se conservan en el Albaicín de Granada |
A finales del siglo XIX fue el lugar de reunión utilizado por Ángel Ganivet y otros intelectuales granadinos para celebrar tertulias literarias |
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