Exposición "Astronomía en al-Ándalus"



 "La astronomía es una actividad noble... Es una ciencia importante. Las ciencias racionales, siendo naturales al hombre en tanto que es un ser dotado de reflexión, no pertenecen especialmente a una nación; más bien se ve que todos los pueblos civilizados se han entregado a su estudio y las han conocido."

Ibn Jaldún, siglo XIV



La astronomía andalusí comenzó a desarrollarse a principios del siglo IX, cuando llegaron las primeras obras científicas astronómicas producidas en Oriente fruto de la ya asimilada tradición clásica, consistentes principalmente en tablas astronómicas. Pero es a partir del siglo X y fundamentalmente en el siglo XI cuando empieza a brillar de modo original.

A Silvestre II se atribuye la introducción del
sistema de numeración hindú-arábigo en el
resto de Europa, así como la afirmación que
"el astrolabio es un regalo del cielo que sirve
para regular la celebración del oficio divino"

Hasta la primavera del próximo año se mantendrá, en la sala de exposiciones de "El legado andalusí" del Corral del Carbón de Granada, la exposición sobre Astronomía en al-Ándalus. Su entrada es gratuita y a través de un centenar de piezas se muestra la confluencia de los conocimientos en el campo de la astronomía del Oriente islámico y el saber clásico de griegos y romanos en al-Ándalus, así como los avances científicos andalusíes entre los siglos X y XV, y cómo estos conocimientos entran en contacto con los reinos cristianos de Europa en fechas muy tempranas, ya en el siglo X, a través de las traducciones que se realizan del árabe al latín en algunos monasterios de la Marca Hispánica, como el de Ripoll y Vic, en el que recalara entre los años 967 y 969 el benedictino Gerbert d'Aurillac, quien fuera elegido más adelante papa con el nombre de Silvestre II. Por ejemplo, es curioso, que durante el Renacimiento, fueran habituales las representaciones de científicos árabes junto a sus instrumentos utilizados; la esfera armilar, formada por anillos o armilas que representaban los círculos de la esfera celeste, es un instrumento que se usaba tanto para realizar cálculos como para efecturar observaciones, siendo atribuida la primera esfera armilar realizada en al-Ándalus a Ibn Firnas (m.887), quien fuera originario de Ronda (Málaga). Entre otros, también destacan Maslama al-Mayriti (ss. X-XI), el cadí Sa'id (s. XI), Ibn al-Zarqalluh (s. XI) conocido como Azarquiel, gran constructor de instrumentos astronómicos que realizó numerosas innovaciones (como la invención de la azafea o astrolabio universal en Toledo en 1048), Ibn Baso o Ibn al-Raqqam (ambos del siglo XIV). Ciudades como Córdoba, Toledo o Sevilla fueron algunos de los centros científicos más importantes de al-Ándalus.

Facsímil de las secciones 1-2 del "Atlas catalán" atribuido a
Abraham Cresques (1324-1387) realizada hacia 1375 por el
cartógrafo hebreo Abraham Cresques y su hijo Jafuda, es
posiblemente la más destacada de la cartografía mallorquina,
donde encontramos textos y diagramas astrológicos,
astronómicos y cosmográficos, además de la figura del
hombre astral o zodiacal, representando en la gran rueda
astronómica está representada la Tierra, los planetas,
 el zodiaco, las fases de la luna y el calendario lunar

La Fundación "El legado andalusí" posee una colección única formada por réplicas en algunos casos, en otros reconstrucciones basadas en las obras manuscritas, tanto de Oriente como de al-Ándalus, así como facsímiles, manuscritos originales y una buena colección de grabados que muestran la importancia que la astronomía tuvo en la sociedad andalusí como muestra la gran cantidad de vocabulario en el castellano: cénit, nadir, acimut, atacir, aldebarán o rigel.


Algunos espacios de la exposición 

La exposición es completamente gratuita,
de lunes a viernes de 10 a 15.00 horas

El estudio de los astros era necesario en el mundo andalusí para establecer las horas de la oración, para determinar el inicio de los meses, orientarse para realizar el rezo a La Meca, para levantar horóscopos o incluso para obtener la información que indicara cuándo sería mejor iniciar una batalla, pues en aquella época, la astrología era una auténtica astronomía práctica, pues en la Edad Media, la separación entre astronomía y astrología e incluso adivinación y magia no eran clara, pues en muchos casos el desarrollo de estas se basaba en las posiciones de los cuerpos celestes.

Obras como este manuscrito andalusí-magrebí, sobre "ciencias 
de las letras", además de su dimensión mística, trata de revelar 
el funcionamiento de las leyes del universo a través del valor 
simbólico de las letras


Los astrónomos fueron personajes muy destacados en su época. Normalmente estaban muy próximos al poder, pese al malestar que esto podía generar en ulemas y alfaquíes debido a que mediante el uso de sus conocimientos astronómicos se encargaban de tareas relacionadas con la predicción de los sucesos del futuro. 

Azarquiel fue el astrónomo más importante de al-Ándalus,
nacido en Toledo, aunque murió en Córdoba en el año 1100,
fue un autodidacta que se convirtió en un afamado constructor
de instrumentos, además de realizar importantes innovaciones
en sus obras sobre teoría astronómica; Copérnico, en el siglo XVI, aun destacaba la gran repercusión de las tablas
realizadas por Azarquiel

La actividad de observatorios y astrónomos necesitaba útiles muy especializados. Muchos de ellos eran fabricados por los mismos astrónomos, que aunaban junto al conocimiento científico una gran destreza artística, pues algunos presentan una cuidada caligrafía y decoración, que fueron mayoritariamente elaborados en metal, especialmente en latón. Cuadrantes, esferas y astrolabios y sofisticados instrumentos fueron creados para observar los cuerpos celestes y determinar sus movimientos, representarlos, medir el tiempo, elaborar teorías, computar tablas astronómicas... También se produjo un fuerte desarrollo de las ciencias aplicadas, tanto en aspectos de la vida cotidiana, como en relación con las necesidades religiosas: determinación de la hora de oración y la duración de las lunas, orientación de la alquibla de las mezquitas de los enterramientos, realizar sacrificios, hacer la peregrinación, etc. Existen instrumentos de observación astronómica (cuadrantes o relojes solares), otros destinados a realizar cálculos astronómicos (astrolabio, cuadrantes portátiles, ecuatorios, láminas universales...), y otros que combinan una y otra función, como la esfera armilar y el torquetum.

Son numerosos los astrolabios fabricados
en la Granada nazarí de los que se conservan
más de diez en el mundo

En al-Ándalus se realizaron numerosos tratados sobre la creación y uso de los instrumentos astronómicos, para lo cual se empleaba la matemática aplicada, la geometria descriptiva y la teoría de las proyecciones. En el reino nazarí de Granada, entre los siglos XIII y XV brilló de manera singular el conocimiento astronómico. De hecho, se conservan en museos de todo el mundo más de una decena de instrumentos granadinos. Multitud de manuscritos de aquella época, muchos de ellos obra de científicos granadinos como Ibn Basso o Ibn al-Raqqam, destacan el importante papel desempeñado por la Granada nazarí en el desarrollo de la astronomía andalusí. El primero realizó una lámina de astrolabio universal que fue muy conocida en Oriente basada en los conocimientos de Azarquiel que utilizaban a su vez las obras orientales llegadas a al-Ándalus; el segundo pasó parte de su vida en el Magreb, en donde estudió las tablas astronómicas realizadas por el tunecino Ibn Ishaq, basadas también en las del andalusí Azarquiel, y las reintrodujo en al-Ándalus.

Al-Qalsadi  (Baza, 1412 - Túnez, 1486) fue un matemático granadino, aunque vivió y realizó largos viajes de estudios
 por el Magreb, escribiendo obras de aritmética, astronomía,
álgebra y partición de herencias, como su obra "Las Revelaciones de los secretos del uso de las cifras en polvo"
el libro sobre aritmética más conocido y utilizado en el
norte de África hasta inicions del siglo XX

En Granada hay que destacar la creación de la madrasa en el siglo XIV, lugar especializado en la enseñanza de las ciencias religiosas y jurídicas pero que a su vez fue un centro de actividad científica. También pudieron existir espacios dedicados a la observación de los astros en zonas reservadas al poder: se dice que el mirador de la Torre de las Damas de la Alhambra fue un observatorio astronómico.

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