Patio de Comares o de la Al-Birka








El patio del Palacio de Comares es de
grandes dimensiones (36,60 x 23,40 metros)
con una alberca en el centro, como
corresponde a una casa andalusí
que refleja sus pórticos

La alberca fue lo
primero en construirse
proveyéndola de agua
antes de terminar la torre
pues su reflejo ayudó a
completar la obra 



"...Cuando en el resto de Europa se hacían castillos en el aire, en Granada se hacían palacios sobre el agua"

D. Jesús Bermúdez


Conocido tanto como Patio de la Alberca como Patio de los Arrayanes o de la Al-Birka por el tipo de arbusto que recorre a un lado y a otro la alberca, junto con el destacado suelo de mármol. A él se accedía en recodo con asientos para la guardia en iwanes con arcos (como en la imagen que hay a continuación). En este espacio se combinan agua, vegetación y cielo abierto introduciendo la naturaleza al interior del palacio de una manera simbólica, contribuyendo a un sistema de microclima, humedad, ventilación, aromatización como si de un oasis fuera, anticipo terrenal del Paraíso.

En el zaguán de ingreso al Patio de Arrayanes,
 y en el corredor que le sigue para acceder al
patio se conservan inscripciones, algunas muy
restauradas y de muy reciente fábrica


En este zaguán y en el
corredor que hay a continuación
se conservan inscripciones, algunas
reposiciones modernas con alabanzas
a Dios, así como el lema y escudo
nazarí, así como diseños arquitectónicos
como columniyas de yeso

El techo cuadrado del zaguán tiene
un lazo central de dieciséis puntas
y fue pintado al estilo gótico como
el del Cuarto Dorado


En el Patio de Comares se conjuga la belleza arquitectónica con la armonía de la poesía y la música del agua. El agua de su alberca, límpida, refleja la gran torre en cuyo interior el monarca recibía a sus embajadores, creando una ilusión óptica inmejorable, una perspectiva muy bien estudiada. Los ojos pasan primero por el reflejo del agua, más tarde la fachada y por último el interior de esta que se abre a la vista con siete arcos semicirculares, siendo el arco central -el más grande- el qeu deja entrever el fondo de la torre y más allá el paisaje que rodea la Alhambra, consiguiendo una perspectiva infinita.

Alrededor del Patio de la Alberca, de Comares o
de los Arrayanes se distribuyen las diversas
estancias del Palacio del siglo XIV como
elemento vertebrador ya que las salas
no están comunicadas entre sí

Los elementos arquitectónicos se fusionan
con el agua y la vegetación en este espacio
atravesado por una alberca que lleva a la
perfección los modelos de patio
desarrollados en la Antigüedad


Se construyó a principios del segundo tercio del siglo XIV bajo el reinado de Yusuf I (1333-1354) y continúa su edificación hasta finales del mismo siglo con su hijo Mohammed V en el trono. Fue el concebido como centro de la actividad diplomática y política de La Alhambra en la época de máximo esplendor del poder nazarí. Seguramente fue el lugar donde se celebraban las grandes recepciones de embajadas y a la vez el lugar donde los personajes importantes esperaban para ser recibidos por el rey.

El reflejo del agua de la alberca permite
subrayar la importancia del acceso al
salón del trono (pabellón Norte) así como
la monumentalidad de la Torre De Comares



El carácter particular de este palacio lo acentúa la
alberca que refleja la arquitectura integrándose con el agua;
si Dios es la unidad eterna, todo lo creado es sólo parte
del total, frágil, mortal, doble, siendo esta idea de la
duplicidad de todo lo existente y su permanente
movimiento siendo la alberca y el reflejo
un símbolo de esta creencia

34 m es la longitud de la alberca central,
 que tiene una anchura de 7,10 m

13 cm es la profundidad de la alberca central,
que con su reflejo, contrarresta la
horizontalidad del recinto

Al unir los espacios de la “Casa Real nueva” y
los palacios nazaríes “Casa Real vieja” a través del
zaguán N, con una escalera que bajaba al nivel
de la parata del palacio de Comares se conoce que hubo
 problemas que terminaron con la caída de de la bóveda
de mocárabes del iwan SO al perforar el muro
del palacio de Comares para unirlo
al palacio renacentista

En el patio del palacio de Comares aparecen
las bóvedas de mocárabes/ mukarbas con
medina más antiguas conservadas
del periodo nazarí, en total cuatro, una
en cada esquina, y cada una de estas
bóvedas son diferente entre sí

La composición completa de la bóveda de
 (mocárabes), une las adarajas por la parte
trasera con yeso para darle solidez al conjunto
completo que, a su vez, se reforzaba con cañas
 y cuerdas para ayudar a su sostén; aún se aprecian,
en los fragmentos conservados, las huellas de las
manos de los artistas que han pegado y
arrastrado los pegotes de yeso para unir las adarajas


En el suelo del patio, ante el arco mayor de cada una de las arcadas de los lados menores, unas fuentes esquemáticas abastecen de agua a la alberca de fluye rápidamente hacia la piquera donde se frena antes de verterse sobre la gran alberca, evitando ondulaciones y ruido.

Los surtidores de las fuentes circulares a ras
del suelo no son originales

En el eje de este espacio abierto se
proyecto una gran alberca flanqueada
por parterres de Arrayán que
contribuyó a dotar de una
mayor profundidad al recinto,
 así como a resaltar las dimensiones
de los edificios circundantes, que
se reflejan de forma nítida en el agua,
símbolo de la vida y del paraíso musulmán

El estanque permite suavizar el ambiente del
palacio, actuando como un elemento de
regulación térmica y facilitando la
ventilación de las distintas estancias
dispuestas en torno al patio

La comunicación interna del
palacio de Comares se articula
en torno a un gran patio de
planta rectangular que
probablemente fue finalizado
en la segunda mitad del siglo
 XIV durante el reinado
de Mohammed V


La planta del patio del palacio constituye un ejemplo de tipología tradicional palatino más común en el Reino nazarí de Granada, de patio con alberca en torno al cual se disponen las estancias. Este ejemplo, en menores dimensiones se encuentran en algunas casas nazaríes



El pórtico norte y sur presentan cada uno siete arcos semicirculares con una función más decorativa que estructural, realzados por la decoración de paños de sebka descansando sobre las tradicionales columnas nazaríes de fino fuste y capitel de mocárabes los centrales. Este par de arcadas no hacen más que realzar e indicar que en los lados norte y sur se ubican las estancias principales.

Estos pórticos son como pantallas decorativas marcando
la transición entre el ámbito abierto del patio y el interior
de las salas con un juego inteligente de la luz

La galería norte, la que da acceso a la Torre de Comares, fue destruida en un incendio en 1890 y reconstruido posteriormente, aprovechando algunos trozos quemados, aunque muchos de los elementos decorativos y epigráficos fueron copiados del pórtico sur. Sobre el zócalo del siglo XVI hay una poesía de Ibn Zamrak, en cuyos caracteres cusivos dice refiriéndose a Mohammed V: "Has conquistado Algeciras con la fuerza de la espada, abriendo una puerta que se hallaba desconocida para nuestra victoria"



La puerta, magnificamente restaurada en 1954 es un alarde de la
minuciosidad y mimo de los carpinteros nazaríes


El taller de restauración del Patronato de la Alhambra realiza  restauraciones en las piezas de cerámica como en este  alharní  la restauración de los elementos de cerámica y columnas de mármol de este alharní. Esta intervención se realizará mediante limpiezas mecánicas con bisturí y punteros de madera en medio húmedo.    Además se van a pegar fragmentos y a fijar piezas que se encuentran sueltas y desprendidas del muro, debido al envejecimiento propio de los materiales originales.
El taller de restauración del Patronato de la Alhambra
y el Generalife lleva a cabo trabajos de restauración 
sobre las piezas cerámicas, como las de este alharní
del Palacio de Comares, con bisturí y punteros de
madera, así como pegar fragmentos y fijar piezas
que se encuentran sueltas del muro debido al
envejecimiento propio de los materiales


La compleja trama de elementos vegetales que decora el muro del pabellón norte del también incluye epigrafías alegóricas


El zócalo de cerámica del pórtico sur es una copia del siglo XVI






Por encima del zócalo del siglo XVI corre una poesía de Ibn Zamrak, así como el Árbol de la Vida que corona la banda epigráfica del muro -representación que combina elementos vegetales que se despliegan desde un vértice superior eludiendo al árbol invertido que soporta los astros del universo, y hunde sus raíces en el paraíso-

Hipótesis apuntan a que la planta baja sería para el verano mientras que la superior se utilizaría en invierno. Por comparación con otros palacios islámicos se plantea la posibilidad de que estas cuatro estancias estaban destinadas a las cuatro esposas legítimas del monarca nazarí, aunque desconocemos el espacio que efectivamente ocuparon las mujeres en la Alhambra. Hay una obvia diferencia entre estas cuatro salas, cuentan con tarimas de ladrillo, cubierta por un sencillo alfarje y sin apenas decoración comparado a otros espacios como el Salón de Comares, por lo que la función de estas estancias serían claramente domésticas.


Las estancias laterales fueron muy modificadas ya que a la
suroeste se le abrió una puerta para acceder en línea recta
al interior de los palacios, mientras que a la sureste (imagen)
se le suprimió el acceso a la parte superior para unir el
Palacio de Comares con el Palacio de Los Leones

Puerta enmarcada por yeserías 


Los dos muros laterales cuentan con cinco puertas que dan acceso a pequeñas dependencias. contando con una iluminación a través de los balcones en ajimez en la parte superior. Otra hipótesis diferente a la zona destinada a las mujeres es que fuera una zona para los funcionarios ya que en esa época trabajaban sentados en el suelo sobre una tarima.

Vista del pabellón norte, construido por Mohammed V, fue conservado
cuando el Palacio de Carlos V fue construido, 
intentando guardad la armonía interior del patio

Investigaciones suponen que el sur existían posiblemente dos salas superpuestas en alto -tal vez el nombre de Salas de las Elias o Helias como se denominaban en época cristiana derive de aliya que significa alta- para el príncipe heredero, aunque ya en época cristiana sufrieron un incendio en época cristiana y se modificó al construirse el Palacio de Carlos V. En las inscripciones de las yeserías y maderas de este pórtico Sur, predominan las alabanzas a Dios y, menos las dedicadas al monarca, en su mayoría son copias de las del lado norte.

Sobre el tejado de la galería, hay una habitación alargada
que se abre al patio por medio de siete ventanas -la de en
medio, un ajimez- todas con celosías modernas de madera;
la habitación alargada que se esconde tras ellas, se
comunicaba con la parte alta del Patio de los Leones, era
una concesión a las mujeres de la casa, un discreto
observatorio desde donde ver lo que ocurría en
el patio sin ser vistas

El artesonado de la galería sur


Techumbre de madera del pabellón sur

Los sillares del palacio carolino quedaron ocultos
tras la arcada sur nazarí (vista desde el interior
del palacio renacentista)

Los arcos de yeserías suelen construirse 
sobre un dintel de madera que da soporte
a las diferentes capas de yeso, disponiendo
las maderas, generalmente, como aparecen
en la imagen, en el interior del arco, con
un dintel a modo de viga más gruesa, apoyada
sobre dos jabalcones que unirían diagonalmente
el dintel con el muro de ladrillo que permiten
distribuir las cargas, dotando a la estructura
de ligereza y resistencia


Vista del estanque del Patio de los Arrayanes
desde el interior del Palacio Carlos V

Yeserías nazaríes del interior de la arcadia 
de la Sala de las Helias o Elias


Vista del Patio y Torre de Comares desde el arco
de la Sala de las Helias o de las Elias en la maqueta
que se expone en la Torre de la Calahorra de Córdoba
y que ha sido realizada por GRAFEMA Diseño y Construcción






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