Ronda

Conquista de Ronda
en la sillería de la
Catedral de Toledo

Ronda fue una de las plazas mejor defendidas del Reino nazarí de Granada, al levantarse en lo más alto de una elevada roca. Hacia el levante y el poniente estaba defendida de posibles asaltantes por anchos muros poblados de fuertes e inmensas torres., Mientras que al noroeste se encuentra el Tajo, un cortado escarpado difícil de escalar.

Plano de la medina andalusí (M), fortaleza (F),
mezquita (m) y arrabales (arr.) de Ronda (12 ha)
por Christine Mazzini-Guintard


Sobre la peña, en su parte llana, se levantaba el Alcázar, rodeado por un triple muro cuajado de almenas. Alrededor de la Torre del Homenaje de ese Alcázar se distribuían las casas agrupadas al norte y al este constituyendo la medina que se comunicaba con el interior del castillo por pasadizos y minas. Dentro de las murallas había dos arrabales y entre ellos estaba la Torre de las Ochavas.

Con un puente que unía la parte alta y baja de la ciudad, así como un acueducto, Ronda contaba innumerables mezquitas, cementerio y muchas suntuosas mansiones que emulaban la belleza de la Alhambra con raudas, fuentes y tarbeas dando un aire señorial a la ciudad.

Fragmento de jamba con
motivos epigráficos,
vegetales y geométricos
conservado en el Museo
Arqueológico de Málaga, de
yeso moldeado con policromía
del siglo XIV procedente de Ronda

Las gentes de Ronda eran duros en el trato y combativos, fruto del trabajo en el campo y las guerras por aquellas montañas. Los hombres eran valientes y fieros, formidables ballesteros, ejercitándose desde niños. La fama de la belleza de sus mujeres era conocida por acostumbrar a salir a la calle sin velo, a diferencia de la costumbre imperante en otras ciudades y aldeas del reino nazarí. Tenían una elegancia al andar imposible de ver en otros lugares, cubriendo sus piernas con calzas de vistosos colores.

El 20 de mayo de 1485 los cristianos conquistan la ciudad, principal baluarte de resistencia nazarí en su frontera occidental y su alcalde Hamet el Zegrí huye a Málaga. 

Cuando Ronda capitula se entregaron tras de ella todas las poblaciones de la serranía. Inmediatamente la Corona procederá a la repoblación de la zona con elementos cristianos, despojando a Ronda de la población musulmana, permitiendo en cambio a esta, la permanencia en el resto de la serranía. La población mudéjar vivirá bajo control cristiano mediante guarniciones militares en las principales fortalezas de los distritos rurales de: Gaucín, Casares, Montejaque y Cortes.


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