Dinastía Meriní y la diplomacia nazarí

Estandarte de Abu Sa'id Utman empleado en
la batalla del Salado en 1340, fabricado en Fez
en 1312 en seda verde, blanca, roja, azul índigo,
azul celeste, amarilla y entorchados de oro (oropel)
con unas dimensiones de 280 x 200 cm conservado
en la Catedral Primada de Toledo


Con la caída del Imperio almohade, los miembros del clan de los Banu Marin (también conocidos como benimerines, mariníes, meriníes o merínidas, al parecer descendientes de un hábil corsario genovés apellidado Merini, quien llegó hasta Fez como aventurero, para terminar renegando del catolicismo y casarse con la hija de un noble local) gobiernan el norte del actual Marruecos, así como algunas partes de Andalucía y de la zona este del Magreb durante un tiempo, constituyendo un imperio entre 1244 y 1465 con capital en Fez.

Fez fue fundada en el año 799 por Idriss II y durante su mandato se convirtió en un importante centro intelectual y religioso, creciendo gracias al barrio que construyeron los cordobeses exiliados. Tanto Fez como Granada eran similares, siendo ambas alegres, siendo la primera más sobria y espiritual y la segunda más sensual y hermosa, comparitendo un ambiente bullicioso de sus estrechas calles.

En 1275, el sultán Abú Yúsuf Yaqub encomendó a uno de sus hijos la primera expedición benimerín a la Península Ibérica con el apoyo naval del gobernador de Ceuta.​ El 13 de mayo desembarcaron en Tarifa las primeras fuerzas benimerines y tres meses después les siguió el propio sultán, con más tropas para reunirse con Mohammed II de Granada y los arraeces de Málaga y Guadix, enemistados con el señor de Granada, para tratar de coordinar sus fuerzas. Desde ese momento influirían fuertemente sobre la política del Reino de Granada, donde a partir de 1275 destacaron importantes contingentes de tropas haciéndose con el control de las ciudades de Tarifa, Algeciras, Gibraltar, Castellar, Jimena, Casares, Gaucín, Ronda, Marbella y Estepona. La cuestión meriní no debe tomarse a la ligera, cuando la gran ciudad portuaria de Málaga se uniría a su causa entre 1278 y 1280, cuando volvería a manos de Mohammed II.  

En el siglo XIII, Lucas de Tuy divulgó la
aparición de San Isidoro a Alfonso VII
durante el asedio a Baeza en 1147, cuya
imagen fue bordada en este pendón que
se expone en la Real Colegiata de
San Isidoro en León y utilizada por las
tropas leonesas para su protección 
en los campos de batalla

Combatieron en territorio castellano, devastando las tierras de Córdoba, Úbeda, Baeza y Écija. Sin embargo sólo lograron reunir un buen botín antes de volver al Magreb el 19 de enero del 1276 (donde debiá sofocar algunas rebeliones), tras firmar probablemente una tregua de dos años con los castellanos.

Intentaron controlar el tráfico comercial del Estrecho de Gibraltar con la cesión de Algeciras por parte de los nazaríes de Granada. Los Benimerines declararon la guerra santa a los estados cristianos, ocupando sucesivamente las ciudades de Rota, Algeciras y Gibraltar, sitiando Tarifa por primera vez en 1294.

Los Benimerines sufrieron una aplastante derrota a manos de una coalición castellano-portuguesa en la batalla del Salado en 1340, y finalmente tuvieron que retirarse de Andalucía y puso fin a las campañas en la Península Ibérica. 

El declive de la dinastía Meriní comienza por la inestabilidad política interna: Abu al-Hasan es depuesto por su hijo Abu Inán Faris (1348–1358) y este a su vez es estrangulado por su propio visir en 1358. Varias tribus árabes fuera del control del gobierno extendieron la anarquía por Marruecos, acelerando la decadencia del imperio. Los morabitos cesaron su apoyo al sultán y el imperio benimerín terminó fracturándose en varios reinos minúsculos y ciudades-estado.

A partir de 1420, los sultanes benimerines quedaron bajo el control de los Wattasíes, que como visires ejercían el poder real en el imperio. Los sultanes benimerines, que a menudo eran niños, se sucedieron rápidamente, lo que aseguraba el poder del visir, hasta que el sultán Abd al-Haqq II (1421–1465) trató de acabar con el poder de los Wattásidas sin éxito y éstos derrocaron finalmente a la dinastía benimerín.


Comentarios

  1. El estandarte de la batalla del Salado se encuentra, actualmente, en el museo de "Tapices y Textiles de la Catedral de Toledo", sito en el antiguo Colegio de Infantes que se encuentra en Plaza del Colegio de Infantes, nº 11 Toledo. Este museo se encuentra al lado de dos baños árabes: el Baño del Canizal y el Baño del Caballel, lo que hace pensar que en el lugar donde se encuentra el museo estaría la antigua mezquita del barrio. Un saludo.

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    1. Muchas gracias Ahmad por compartir esta información tan detallada. Intentaaré visitar estos lugares la proxima vez que esté en Toledo. Un saludo

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  2. Miguel, le felicito por su blog. Necesitaría hablar con usted. ¿Podría facilitarme un correo electrónico? Este es el mío: escribeaana@hotmail.com
    Es importante para mí. Gracias de antemano.

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    1. Hola Ana, muchas gracias y disculpa que haya tardado en ver tu comentario. El email es el que aparece en el blog: blogydemas@gmail.com. Espero poder seguir siéndote de ayuda. Un saludo

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