El Doncel de Sigüenza


Excepcional sepulcro en la catedral de Sigüenza,
 una de las joyas de la estatuaria fúnebre de
todos los tiempos y símbolo de la ciudad



Por encima del cuerpo del Doncel se lee en la
pared un epitafio cincelado en caracteres 
góticos cuya inscripción funeraria reza así:
“Aquí yace Martín Vázquez de Arce, caballero
de la orden de Santiago, que mataron los moros
socorriendo al muy ilustre señor duque del
Infantado, su señor, a cierta gente de Jaén,
a la Acequia Gorda, en la vega de Granada.
Cobró en la hora su cuerpo Fernando de Arce,
su padre, y sepultólo en esta Capilla año 1486.
Este año tomaron la ciudad de Loja, las villas de
Íllora, Moclín y Montefrío por cercos en que
padre e hijo se hallaron”

El sepulcro del Doncel de Sigüenza es considerado como una de las obras maestras de la escultura funeraria del gótico español, convirtiéndose en una figura romántica por su aspecto sereno y meditabundo que da sepultura al caballero medieval Martín Vázquez de Arce en la catedral de Sigüenza, quien encontraría la muerte durante la Guerra de Granada, en la acción militar de la Acequia Gorda de la Vega de Granada, en octubre de 1486. Pudo don Fernando de Arce, su padre, recoger el último suspiro de su hijo (además de cumplir su última voluntad haciendo erigir este monumento), y cuenta el anónimo narrador que el moribundo, llorando al comprender que iba a morir, y al recordar los deseos de su madre: “Rogad a mi hermano don Fernando que se mire en mi ejemplo y trate de complacer a nuestra madre dándose al estudio, ya que no lo hice yo. Y porque el haberme alejado de los libros me trajo tan prematuramente a rendir tributo a la muerte, quiero yacer en efigie sobre mi sepultura, teniendo a perpetuidad un libro entre las manos, para que se consideren desagraviados aquellos a quienes agravié contrariando en vida su gusto y consejos…”.

El Doncel aparece recostado sobre su lecho
de muerte, con grave y tranquila actitud, 
abismado en la lectura y meditación acerca
de alguna oración del libro de horas que
tiene abierto entre sus manos

La iconografía habitual durante la Edad Media reserva los libros a personajes eclesiásticos, por lo que su uso en este caso puede considerarse una innovación, relacionada con el aumento de la literatura profana desde la crisis bajomedieval y la invención de la imprenta (presente en España desde 1472, con el Sinodal de Aguilafuente), aunque la difusión de la lectura que trajeron los libros de caballerías es posterior. 

El Doncel en su sepultura parece un canto
a las armas y a las letras más que un
monumento funerario

Apenas se conoce información sobre su nacimiento alrededor de 1461. En realidad la palabra "Doncel" que sirve para referirse a esta figura es errónea pues Martín contaba con unos 25 años y era padre de una niña llamada Ana, y no un joven de entre 12 y 16 años.

Escudo de Don Martín Vázquez de Arce
realizado en madera policromada por un
autor anónimo y conservado en la
Catedral de Sigüenza, Guadalajara

Casa de la familia del doncel en Sigüenza

Sin embargo, su familia estaba compuesta por hidalgos y caballeros cercanos a la nobleza, que es a lo que también se refiere la palabra "Doncel". Su padre, Fernando de Arce, era Comendador de Montijo y secretario personal de la poderosa familia de Mendoza, con Don Pedro González de Mendoza a la cabeza, residiendo en la ciudad de Guadalajara, donde Martín se convirtió en paje del primer duque del Infantado. Un año después de su muerte en tierras nazaríes, Fernando Vázquez de Arce, obispo de Canarias desde el año 1513, consejero de Fernando el Católico y hermano del Doncel adquirió el 9 de enero de 1487 una capilla en el lado sur del transepto de la Catedral de Sigüenza de donde era originaria la familia, conocida como la capilla de San Juan y Santa Catalina (y que antiguamente formaba parte de una de las capillas absidiales de la catedral románica, la dedicada a santo Tomás de Canterbury), y que desde el siglo XIV pertenecía a la familia de La Cerda, así como el derecho de sepultura, para que sirviera como capilla funeraria para él y sus familiares.

«Primeramente que los dichos señores Dean e Cabildo dan la dicha capilla para enterramiento y sepulturas -del dicho Comendador Fernando d'Arze y Catalina Bazques de Sosa su muger, e de todos sus hijos e hijas, nietos e nietas suyos e de todos los descendientes... 9 de enero de 1487»

 

Árbol genealógico de la familia Arce y Sosa

El interior de la capilla del Doncel es obra
de los siglos XIV-XV

Sancha Vázquez, abuela del Doncel yace
como dormida

Don Martín Vázquez de Sosa, abuelo del Doncel,
viste un hábito sobre la cota de malla y sostiene
entre las manos el largo montante

En el centro del panteón se levanta un
soberbio mausoleo, que guarda las
cenizas de Fernando de Arce y 
Catalina de Sosa, padres del Doncel
Efigies yacentes de los padres del Doncel

La entrada a la capilla se realiza a través de una reja ejecutada por Juan Francés entre 1526 a 1532, siendo la portada de estilo plateresco, construida por Francisco de Baeza. En las jambas del arco artesonado se abren dos grandes hornacinas, que contienen las urnas de Martín Vázquez de Sosa y Sancha Vázquez, abuelos del Doncel. En el interior hay varios enterramientos, destacando en el centro del panteón el mausoleo de estilo renacimiento de los padres del Doncel, Fernando de Arce y Catalina de Sosa, sostenido por leones y con estatuas yacentes de ambos, ella con la cabeza sobre un cojín y la de él sobre laureles, indicando que murió guerreando. Destaca también, en el muro, junto a la escultura del Doncel, el sepulcro plateresco de su hermano mayor, el segundo obispo de la Diócesis de Canarias (tras el deán de Toledo, Pedro López de Ayala), quien fallecería entre el año 1518 y 1522.

Acceso a la capilla donde se encuentra
la sepultura del Doncel de Sigüenza 

El interior de la capilla encierra los enterramientos
de varios miembros de la familia noble Vázquez
de Arce, que a cambio del privilegio que le 
otorgó el Cabildo en 1491 pactó “adornarla,
y dotarla y poner en ella el culto con la
mayor decencia”

Sepulcro plateresco del hermano mayor
del doncel de Sigüenza, quien sería nombrado
obispo de las recién conquistadas Canarias,
quien a la par que honró a los suyos dio,
enriqueció a la catedral con obras
de alto valor artístico

Pero la obra maestra de esta capilla y quizás de la catedral, es el enterramiento del ya mencionado Martín Vázquez de Arce o Doncel de Sigüenza. Se trata de una de las principales esculturas del gótico tardío español. Fue encargada por su hermano, Fernando Vázquez de Arce, y, aunque se desconoce con exactitud el escultor, se le atribuye al escultor español, uno de los artistas que se asocia al llamado grupo de Torrijos, Sebastián de Almonacid (Almonacid de Toledo, 1460-1526), que la realizaría en el taller que tenía en Guadalajara (que también se suele identificar con Sebastián de Toledo, aunque no se sabe con seguridad si son la misma persona). La fecha de realización de este conjunto funerario debe estar entre 1486, año de la defunción del Doncel y 1504 en que sale citado en el testamento de su padre como ya realizado en la capilla de la catedral. 

El Retablo de San Juan y Santa Catalina, que
se encontraba originariamente en la sacristía
 de la capilla del Doncel, se compone de varias
 tablas realizadas hacia 1440 (algunas
conservadas en el Museo del Prado),
encargadas por la familia de La Cerda,
primeros propietarios de la capilla,
así como la predela con diversas imágenes
pintadas de los profetas en un
estilo gótico italianizante

El sepulcro se encuentra colocado sobre tres leones, bajo una hornacina en arco de medio punto, con las pilastras cinceladas en sus arcos y pinturas de la Pasión  de Cristo, de estilo seco y expresivo que se han atribuido a Antonio de Contreras. En el frente del sepulcro, ornamentado con delicadas tallas en candilieri, dos pajes sujetan el escudo de armas. La escultura del Doncel está realizada en alabastro policromado, y lo que más resalta es que no es una figura yacente, dormida, sino que se encuentra recostado y apoyando el brazo medio incorporado, en actitud de leer un libro que sostiene abierto en sus manos, descansando de un ejercicio militar al apreciarse el puño de una espada y un pequeño puñal en la cintura, con las piernas protegidas por su armadura, graciosamente cruzadas. La figura está vestida también con armadura y con la cruz de Santiago en el pecho que destaca sobre el blanco alabastro al estar pintada en rojo. Y su cabeza está cubierta con un bonete que se le adapta totalmente. Aparecen a sus pies, cerrando la composición, un niño o paje apenado y un animal. 

El alabastro blanco y bruñido transparenta las
venas que azulean ligeramente, dando 
sensación de vida y realismo y adorna
su pecho con la roja cruz de la 
milicia Santiaguista 

El caballero viste la cota de guerrero

A los pies del Doncel un leoncillo simboliza 
la inmortalidad 

Los pajecillos del frente del sepulcro del Doncel
llevan sayos cortos que guardan semejanza con
los sayos largos que tienen todavía dos elementos 
característicos de la moda borgoñona: silueta
(torso ligeramente abombado, cintura hundida
por detrás y más baja por delante) y el grupo
de pliegues regulares delante y detrás 

En la parte inferior de la hornacina, sobre el propio sepulcro, reza la siguiente inscripción anónima: Aquí yaze martí vasques de arce - cavallero de la orden de sanctiago - q mataron los moros socorriendo - el muy yllustre señor duque del ifantadgo su señor - a cierta gente de jahén a la acequa - gorda en la vega de granada - cobro en la hora su cuerpo fernando de arce su padre - y sepultolo en esta su capilla - año MCCCCLXXXVI. Este año se tomaron la ciudad de loxa. - Las villas de illora mocli y mote frio - por cercos en q padre y hijo se allaron. 

La catedral de Santa María de Sigüenza (Guadalajara, España)
tiene su origen en la conquista de la ciudad en enero de 1124
por el obispo Bernardo de Agén (1080-1152) a los
musulmanes, en tiempos del reinado de Doña Urraca


Comentarios

Entradas populares

El legado nazarí por el mundo