Exposición “Cerámica nazarí: contextos y proyección”

Hasta el domingo 12 de enero se puede 
disfrutar de esta maravillosa exposición 
sobre la reputada cerámica nazarí 

Quedan muy pocos días para que finalice esta exposición que ha estado varios meses abierta en las salas del Palacio de Carlos V y cuyos organizadores me brindaron la oportunidad de participar solicitándome unas fotografías del Convento salmantino de Las Dueñas para su catálogo.

Catálogo de la exposición que sus organizadores 
me regalaron por mi aportación a su contenido 

Organizada por el Patronato de la Alhambra y Generalife, la exposición temporal "Cerámica nazarí: contextos y proyección" recoge las principales aportaciones que investigadores y expertos (existiendo aún espacios sobrecidos dentro de la investigación) han llevado a cabo sobre el papel que desempeñó la cerámica nazarí, tratando de actualizar y revisar los aspectos técnicos, sociales (desde los estratos más humildes hasta los espacios palatinos), económicos e iconográficos sobre el uso que en el reino nazarí se hizo de la cerámica, tanto en la vertiente decorativa de la arquitectura como en objetos de uso doméstico, así como el reconocimiento global que adquirió en todos los territorios peninsulares y de occidente. 

Vitrina de la exposición sobre cerámica nazarí 
procedente de diversas instituciones 

La sociedad islámica andalusí había extendido el uso de la cerámica desplazando otros materiales más costosos como la madera, el metal o el vidrio. Para producir vidrio o metal, los hornos consumían gran cantidad de combustible, generalmente madera, que se restaba para otras necesidades como la construcción naval, la carpintería o la arquitectura. Así la cerámica se centró en aprovechar las ventajas que ofrecía este material partiendo de sus características y resistencia. En construcción, la teja árabe se usó para las cubiertas y se construían muros con ladrillos que, además, podían modelarse con formas predefinidas o cubrirse de vidriado para hacer coloreados azulejos.

Estos azulejos nazaríes del siglo XIV proceden
de la Capilla de San Bartolomé del Hospital 
de Agudos y conservado en el Museo 
Arqueológico de Córdoba 

Detalle de los azulejos nazaríes con decoración
antropomórfica en reflejo metálico y óxido de cobalto

La cerámica de lujo azul y dorada, sin duda, caracteriza la estética nazarí, cuyas obras fueron objeto de deseo por su exotismo, calidad y pericia, convirtiéndose en uno de los exponentes que contribuyeron a la construcción del mito de la Alhambra. En la corte nazarí se usaron los mismos elementos que se encontrarían en el resto de casas, con la diferencia de una mayor calidad en las lozas hechas en los espacios y funciones de representación. La cerámica nazarí de uso áulico posee elementos específicos, como los grandes jarrones usados como filtros o dispensadores de agua para el visitante que se disponían en los accesos de palacios y alcazabas.

Vitrina de la Exposición “Cerámica nazarí:
 contextos y proyección” donde aparecen
procedentes del Museo de La Alhambra, de
izquierda a derecha un plato, un ataifor/cuenco
y otro plato, todos de loza estannifera
decorada con óxidos de cobalto y manganeso,
en azul y negro, realizados en un taller de
Granada entre los siglos XIV o XV

Además, utilizaba las técnicas más ricas y costosas, bien por estar realizadas en loza dorada, bien por sus formas o tamaños poco habituales. Las lozas usadas como obsequios diplomáticos eran de loza dorada, como vemos en las grandes vasos tipo Alhambra que se remitieron a Chipre o a Sicilia (Mazzara del Vallo), o los azulejos para revestir el minarete de la mezquita de El Mechouar/Mishwar en Tlemcen.

Diferentes tapaderas nazaríes de loza realizadas
entre los siglos XIV y XV que se conservan
en el Museo de la Alhambra

Un legado histórico y artístico, único en el mundo, como el Jarrón de las Gacelas, fuente de inspiración para todos los que se acercan a conocer La Alhambra, conservado en el Museo de la Alhambra, que alberga la mayor y más importante colección de cerámica nazarí del mundo.

Desde luego, esta artesanía de lujo fue, 
sin duda, una de las características que tildan 
la estética nazarí, que fue reconocida en su 
época, proyectada a otras geografías durante 
la edad moderna, y que se buscaron como 
objetos deseables por su exotismo en el 
periodo del historicismo orientalista, 
convirtiéndose en uno de los exponentes 
que contribuyeron a la construcción 
del mito de la Alhambra

El reino nazarí seguirá siendo en occidente el puente que lo une con Egipto y Oriente Medio a través de las rutas asiáticas, derivando a influencias de doble dirección que enriquecerán la cultura y definirán el prestigio granadino en tierras musulmanas alejadas de al-Ándalus.

Ataifor o cuenco de loza estannifera, realizado
entre los siglos XIV o XV en un taller de
Granada y conservado en el Museo de la Ahambra

Decoración de lacería en óxido de
cobalto (azul)
Ataifor o cuenco nazarí de loza estannifera
decorada con óxidos de cobalto y
manganeso (en negro y azul) realizado
en un taller granadino entre
los siglos XIV y XV
Zafa/cuenco con motivos de piñas en azul y negro
realizado en el siglo XIV en un taller granadino

Loza estannifera decorada con óxidos de cobalto y manganeso

Cuatro espacios forman el recorrido de la exposición. Una primera sección denominada "Antes de la cerámica nazarí" que analiza la evolución de los objetos cerámicos andalusíes de uso doméstico, junto con pequeños objetos zoomorfos y suntuarios, que culminan con los realizados en loza dorada, mostrando el valor que la cerámica tuvo en la sociedad islámica y su manufactura comercial.

A través de la cerámica nazarí podemos
acercarnos a los contextos sociales del
sultanato granadino, en tanto que su uso
funcional nos permite visualizar a
distintos grupos humanos que abarca
desde las viviendas más humildes a
los espacios palatinos

Ataifor/cuenco de loza estannifera (Siglos XIV o XV)
decorada con óxidos de cobalto y manganeso,
con hojas radiales en azul y negro realizado en
un taller de Granada y conservado
en el Museo de la Alhambra

Las secciones segunda y tercera, llamadas respectivamente "Antecedentes: la herencia técnica, tipológica y estética" y "La cerámica nazarí" corresponden al espacio principal museográfico ubicado en la capilla del palacio renacentista, recogiendo aspectos técnicos de producción cerámica, y la parte central dedicada a la cerámica nazarí, objetivo principal de la exposición, acercándonos a la diversidad de temas decorativos y los funcionamientos domésticos y los relacionados con los espacios palatinos, con aportaciones a la exhibición de centros e instituciones culturales de Valencia, Madrid, Palma de Mallorca, Alcochete, Orense, Almería, Málaga, Mértola (Portugal) y por supuesto el Museo de la Alhambra.

Gran placa de loza estannifera decorada
con reflejo metálico y azul de cobalto
con atauriques y el escudo nazarí de la
Banda (comienzo siglo XV), procedente
de Jaén y expuesto en el Museo
 Arqueológico Nacional de Madrid

El recorrido se remata con la presencia de una de las obras cumbres de los hornos de la Alhambra y pieza central de la exposición: el Jarrón de las Gacelas


Por último, la exposición se cierra con un audiovisual inmersivo, situado en la cripta del palacio, con el que se muestra la continuidad de técnicas y tipologías en los talleres granadinos.


Esta exposición actualiza y revisa los conocimientos
sobre el uso del material cerámico en la cultura nazarí,
 en especial en los aspectos técnicos, sociales, económicos
 e iconográficos, ofreciendo una visión, lo más global
posible, de la relevancia que tuvo la producción cerámica,
la cual se convirtió en un modelo difundido e imitado,
en su momento, por todos los territorios
peninsulares y de occidente.



El arte de la alfarería adquirió su punto más algido en la Granada nazarí no solo por la magnitud de su producción, sino por sus cuidadas técnicas y sus excepcionales diseños decorativos. Los actuales talleres cerámicos granadinos son herederos de las técnicas, usos y tipologías nazaríes, como la fajalauza, formando parte de nuestros referentes culturales, como objetos funcionales de alta calidad técnica y estética.

Rollos de barro cocido de modelado manual
datados entre los siglos XIV y XV en Granada

A partir del siglo XVI los talleres de moriscos mantendrán su producción para abastecer las necesidades domésticas de Granada, enriqueciéndose con nuevas tipologías y repertorios decorativos, herederos de las tradiciones nazaríes como evidencia la producción de objetos con la denominación de "cerámica granadina" con un desarrollo estético que nos llevaría hasta el siglo XXI; piezas datadas en estos siglos se preservan actualmente en importantes museos internacionales y colecciones privadas y públicas que reconocen sus valores artísticos basados en la creatividad y en la perfección técnica con utilización de formas ornamentales e iconográficas originales a lo que se une una gama cromática específica relacionada con los óxidos presentes en el entorno mineral de Granada. La demanda actual de obras granadinas por parte de los coleccionistas hace que se coticen en subastas y en el mercado de antigüedades, lo que evidencia su reconocimiento estético.




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