Puerta del Sol o Bib al-Xumays
El camino del Sacro Monte era la antigua ruta a Guadix, limitado a su izquierda por la muralla del Albaicín que bajaba hasta el río y enlazaba con una puerta construida por los ziríes conocida como Bib al-Xumays (también como Bib-Axarc o puerta del Oriente por estar orientada su entrada a saliente y su salida a poniente y como Bib-Mauror) y, en el siglo XVI, como Puerta del Sol o de Guadix Alta (que habría estado situada en cuevas de la Fuentecilla), abierta en la muralla que descendía desde Torres Bermejas hasta el cuarto Real de Santo Domingo y que separaba los barrios del Mauror y del Realejo, actualmente fusionados. Era una de las puertas más antiguas de la medina y ya en época nazarí se encontraba en desuso, pues la construcción de la cerca del arrabal de los Alfareros la había dejado dentro de la ciudad.
La puerta del Sol antes de su derribo en 1867, que debía ser similar a la Puerta de las Pesas, abovedada y en recodo |
El camino avanza por una vertiente de montaña salpicada con las manchas blancas de numerosas cuevas y por pitas y nopales. Según avanzamos el camino se va haciendo menos poblado hasta llegar al barranco de Puente Quebrada donde se encuentran las cuevas del Padre Piñero, conocido como el Padre Piquiñote, un fraile promotor de la rebelión morisca y en torno al cual se han forjado numerosas leyendas.
Sin embargo la Puerta del Sol estaba reducida a un sencillo arco de herradura con dovelas de ladrillo y restos de la bóveda a mediados del siglo XIX, aunque debió tener un arco más monumental mirando a oriente. El derribo completo de la puerta del Sol llegó en 1867, en una absurda regularización de un espacio que por su marginalidad carecía de un tráfico mínimamente importante. Años más tarde la Comisión de Monumentos colocó una placa en la placeta Alamillos, con el tiempo conocida como del Sol recordando la presencia de la antigua puerta. Sin embargo la muralla en la que se embutía se mantuvo en pie hasta que fue embutida en nuevos edificios. En 1929 el tramo de la muralla que quedaba junto a la placeta del Sol presentaba serias señales de ruina ya que un vecino había excavado un corral en la muralla, dejándola reducida a un delgado muro que las últimas lluvias habían terminado por debilitar, macizando el hueco para salvarla de la ruina con poco éxito. En la actualidad todavía puede verse en los jardines de los cármenes algún resto muy deteriorado de las torres.
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