Biografía de reyes: Mohammed III (1302-1309)
Predecesor: Mohammed II
Sucesor: Nasr
Hijo primogénito de Mohammed II , era un hombre culto y aficionado como aquél al estudio de la ciencia y a la literatura, tuvo a intelectuales por consejeros y durante su reinado, la medina de La Alhambra comenzó a adquirir entidad de ciudad palatina.
Sucesor: Nasr
Hijo primogénito de Mohammed II , era un hombre culto y aficionado como aquél al estudio de la ciencia y a la literatura, tuvo a intelectuales por consejeros y durante su reinado, la medina de La Alhambra comenzó a adquirir entidad de ciudad palatina.
Llamado al-Majlu, el destronado por su triste final, fue un gran estudioso (lo que le llevó a padecer ceguera y a ser conocido también como "el ciego") y un gran mecenas de las artes. Su reinado se caracteriza por la tolerancia, favoreciendo la llegada de extranjeros a Granada, así como los matrimonios mixtos entre cristianos y musulmanes. Se cuenta que inclusive el rey liberaba a cuantos presos le leían poesías que le agradasen.
Puerta principal de la iglesia Santa María de la Alhambra, donde antiguamente se encontraba la mezquita mayor de la Alhambra, contruida bajo el reinado de Muhammad III |
En el año 1306 el gobernador de Málaga toma la ciudad de Ceuta en nombre del rey nazarí Mohammed III sin embargo sólo se mantendría bajo el reino de Granada tres años (indicar que durante el dominio nazarí, la familia real ceutí de los Banu l-'Azafí fue desterrada a Granada. Con ellos iría Abu l-Qasim Mohammed, de seis años de edad, quien sería alfaquí, médico y prolífico poeta). La ocupación de Ceuta le granjeará la enemistad con los meriníes, aunque se verá obligado posteriormente a devolverles la plaza, junto con la cesión de Ronda y Algeciras para contrarrestar la conquista de Gibraltar por los castellanos.
Por aquel entonces reinaba en Castilla Fernando IV, quien había accedido al trono siendo muy joven, hostigado por nobles rebeldes que coaligados con los aragoneses querían derrocarle, estaba más ocupado en contener a sus propias tropas que en luchar contra sus vecinos nazaríes. Incluso tuvieron que ayudarle, ya que Granada no dejaba de ser vasallo suyo, en escaramuzas frente a portugueses y aragoneses. Aunque Mohamed III logró una tregua con Castilla en 1303, renunciando a sus pretensiones sobre las villas de Alcalá la Real, Medina Sidonia, Tarifa y Vejer, sufrió revueltas internas causadas por sus familiares, los valíes de Guadix, Almería (al-Mariya) y Málaga. A esta situación desestabilizadora del poder nazarí se suma la ejecución en 1306 del walí o gobernador de Guadix, Abu-l-Hayyay, en presencia del rey Mohammed III y familiar del propio monarca granadino.
En 1308, el equilibrio pacífico con los castellanos se quebró al firmarse nuevamente un acuerdo con los meriníes, por lo que los castellanos, aliados con los aragoneses de Jaime I, atacaron Algeciras desde la plaza fuerte de Tarifa defendida por Guzmán el Bueno. Por otra parte, el gobernador de Almería, celoso del favor que el monarca nazarí dispensa a su ministro Mohammed al-Lajmí, decide incitar al infante Nasr a destronar a su hermano y se declara en rebeldía contra el rey de Granada. El 14 de marzo de 1309 estallaría la sublevación en la medina de Granada y los sediciosos se hacen con el poder. La primera víctima de este motín fue el rondeño Abu Abd Allah Ibn al-Hakim, ministro del rey, quien fue asesinado por el populacho, su casa saqueada y su biblioteca quemada. Mientras que impusieron la abdicación de Mohammed III en favor de su hermano, el infante Nasr.
Apresado, Mohammed es conducido al Generalife (Yannat al'arif) y posteriormente al castillo de Almuñecar. Sus achaques provocados por la ceguera y el cansancio sumados a su exilio forzado a Almuñécar, cuyo castillo servía de prisión de Estado de los nazaríes. Allí viviría hasta su muerte el 21 de enero de 1314, cuando un nuevo usurpador al trono Ismail I, mandó que le arrojaran a una alberca en Almuñecar (al-Munakkab) para que muriera ahogado (otros dicen que envenenado), temeroso de que reclamase su legitimidad al trono.
Las intrigas internas en Granada ayudan al proyecto de conquista de Granada, al que se unió la Santa Sede: el papa Clemente V concede en el mes de febrero el pago de la "Décima" para esta cruzada. La ciudad nazarí era considerada por ser musulmana como "Fetidam nationem".
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