Gibraltar (Yabal Tariq)

Vista de Gibraltar, obra del geógrafo flamenco
Van der Wyngaerde (1567), dos siglos después
de la conquista cristiana, aunque
conservaba su fortaleza de origen
hispanomusulman



La ocupación musulmana es, con diferencia, el período más largo en la historia de Gibraltar prolongándose desde 711 hasta 1.309 y nuevamente desde 1.350 hasta 1.462, un total de 710 años que acabaron con la reconquista por los Reyes Católicos, siendo uno de los elementos clave en la comunicación entre el Reino nazarí de Granada y los dominios árabes en el norte de África.

Historia de Gibraltar (1781) de Ignacio López de Ayala


Muro y estructuras domesticas asociadas 
de época meriní (siglo XIV) halladas
en el patio del Museo de Historia de Gibraltar


Gibraltar (Yabal Tariq) podía considerarse el comienzo de Al-Ándalus y de la frontera del reino nazarí de Granada al sur. Desde el mar, la formidable roca que corona Gibraltar aparece en el horizonte separando dos continentes, siendo también el lugar donde Tariq puso pie en la Península Ibérica en el año 711. Parece que Gibraltar era sólo el punto de entrada a la Península Ibérica para Tariq y sus hombres, pero era tan importante le prestó su nombre (Yebel Tariq o Colina de Tarik).

Vista de Gibraltar desde el Estrecho


El Peñon de Gibraltar era un lugar inhóspito en la Edad Media por la climatología y por la pobreza de su suelo para la agricultura. Durante el emirato Omeya dependiente de Oriente (siglos VIII y IX), los emires estaban centrados en la unificación y pacificación de al Ándalus y en tiempos del Califato Omeya (siglo X y XI), fue Ceuta, frente a Gibraltar, la ciudad con más poder del Estrecho. Es con la llegada de los almorávides (siglos XI-XII) y sobre todo almohades (siglo XIII) , cuando Gibraltar sirvió para el desembarco de tropas norteafricanas. 

Al fondo se puede apreciar la muralla meriní


Esto hace cambiar la significancia de la plaza. Hacia 1160 el califa almohade Abd al-Mumin mandó establecer en el peñón un puerto y una alcazaba. Tenía la intención de utilizar el Peñón como base segura desde la cual supervisar los asuntos en al-Ándalus y al mismo tiempo poder regresar rápidamente al norte de África si surgiera la necesidad.

El castillo de Gibraltar corona el casco
antiguo de la ciudad, teniendo una posición 
ventajosa para divisar todos los movimientos 
de la bahía y del Estrecho, así como
del territorio circundante 

Cuando Alfonso X quiso usar Gibraltar como base para su política magrebí, Mohammed I se negó a cederlo y comenzó a actuar por su cuenta, intentando tomar Ceuta o Sabta en 1262 y recibiendo tropas benimerines en 1263. Al mismo tiempo, apoyó la rebelión de mudéjares andaluces y murcianos. Esto deterioró las relaciones entre Castilla y Granada, marcadas desde entonces por treguas inestables, enfrentamientos fronterizos y alianzas cruzadas entre facciones internas de ambos bandos. 

Tras la muerte de Mohammed I en 1273, su hijo Mohammed II firmó inicialmente treguas con Castilla, pero pronto buscó una alianza directa con el sultán benimerín Abū Yūsuf. Al mismo tiempo, surgieron tensiones internas con los Banū Asquilula, sus parientes y gobernadores de Málaga. Entre 1275 y mediados del siglo XIV, la política de la región se centró en la llamada "Cuestión del Estrecho", en torno al control estratégico del paso entre el Magreb y la península.

La torre del homenaje, con una altura de 23 metros,
es el tramo más elevado del castillo construido 
en el año 1333 por los meriníes o benimerines

En el año 1309 d.C. Gibraltar cayó en manos castellanas. Apoyados por Granada y Génova, Gibraltar vuelve en 1333 al poder musulmán con una nueva dinastía procedente del norte de África: los meriníes o benimerines. La ciudad se mejoró y amplió en ese momento, en una campaña constructiva que demostraba su intención de quedarse: se construyó la Torre del Homenaje del castillo y en el lugar donde hoy se levanta la Catedral de Santa María Coronada se construyó una Mezquita y cerca se ubicaron unos baños.

Amanecer en Gibraltar desde el Puerto de Algeciras 


La ciudad y puerto de Gibraltar cobró mayor importancia tras la caída de Algeciras en 1344 d.C bajo poder cristiano. Se convirtió en la puerta de entrada a España de los meriníes, siendo la única fortaleza musulmana que queda en la orilla norte del Estrecho. 




Plano de la alcazaba andalusí (A), fortaleza (F), 
de Gibralta (6,6 ha) por Christine Mazzini-Guintard

Baños andalusíes conservados en Gibraltar


En el siglo XIV se construyó la torre de la Calahorra y, a partir de ahí se fue creando una medina llamada y con el tiempo un arrabal. A esta nueva ciudad se llamó madinat al-Fath o la ciudad de la victoria. Su castillo, enclavado en la enorme roca, lo hacía inexpugnable, aunque es un lugar azotado por fuertes vientos y carece de manantiales, por lo que es necesario recoger el agua de la lluvia para beber, punto débil en caso de asedio. Conocido como el Castillo de los Moros, el castillo de Gibraltar está formado por varios edificios, puertas, murallas y sus características más dominantes, la Torre del Homenaje y la Casa de la Puerta. Éste es el único castillo construido por la dinastía meriní en la Península Ibérica. El emir meriní, Abul Hassan pudo resistir los asedios y ataques cristianos hasta el año 1374, fecha en la que fue tomada por los nazaríes.

Plaza y peñón de Gibraltar (realizada alrededor de 1.704),
en madera, papel y metal, tallado y policromado,
representando la plaza antes de la ocupación inglesa
(esta maqueta se conserva en el Museo Naval de Madrid)









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