Patio de los Leones (Palacio de los Leones)

Una de las mejores fotos
que he tomado nunca




La fuente que adorna este patio le da nombre al universalmente
conocido como Palacio de los Leones de La Alhambra de Granada

Se sabe que del Patio de los Leones o Sahan-al Osud actual no había nada más que la Sala de Dos Hermanas el 30 de diciembre de 1362, reinando Mohammed V, y que a partir de esa fecha se construyeron el resto de edificaciones que lo encierran. Este espacio abierto del Palacio de Los Leones se configura como un patio de crucero que suponía una ruptura con sus precedentes en la propia Alhambra, lo que ha llevado a los historiadores y estudiosos a analizarlo minuciosamente. Algunos ven influencia de los patios claustrales de los monasterios de la propia Península Ibérica, o de los palatinos como el normando de la Siza en Palermo, mientras que otros consideran que proviene de una tradición norteafricana cuyo antecedente sería el palacio Zirí de Asir en Argelia.

El Palacio de los Leones no es una casa con jardín
 sino un jardín con casa que debería ser
contemplado desde las esquinas y a ras
del suelo para responder mejor a la
"forma de mirar de sus constructores
musulmanes

Como en la imagen, hay que tener en cuenta que
el mobiliario hispanomusulmán estaba situado
a poca altura del suelo por lo que el punto
 de visión del patio estaba al ras


Sea como fuere, el espíritu de jardín puede apreciarse con intensidad en el planteamiento del Patio de los Leones y sus salas inmediatas, lugares destinados a la vida íntima de los soberanos de la Alhambra. El cielo y la luminosidad, con el mismo criterio del patio privado de la vivienda nazarí, constituye aquí un elemento de singular importancia, con la luz atravesando los calados de las yeserías de los paramentos decorados de sebka. Las columnas soportan unas pilastras sobre las que se apoya una estructura adintelada. Los espacios entre pilastra y pilastra están ocupados por superficies de sebka caladas o "de cortina" que no tienen otra función que la de decorar, que nos recuerdan a la vegetación de  la copa de los árboles, en este caso en yeso y mármol.

La contemplación del Patio de los Leones no es tan sólo un ejercicio visual, sino que requiere una interpretación intelectual. La tipología de patio-crucero o jardín persa corresponde a la imagen del paraíso, representando por tanto el orden perfecto del mundo. Una tipología de jardín, donde sus elementos están cargados de simbología:

  • Las cuatro cajas divididas por dos canales corresponden a los cuatro elementos del mundo: agua, fuego, aire y tierra. 
  • Los cuatro canales corresponden con los cuatro ríos conocidos: Oxus, Indo, Tigris y Eufrates. Estos, corren desde los cuatro puntos cardinales hasta unirse en el lugar donde se levanta la fuente, símbolo de la montaña que centra el universo. Su disposición circular y radiocéntrica es la imagen de la omnipresencia del poder universal.
Planta de la parte residencial del
Palacio de los Leones, según una
reconstitución situada en época anterior
al cierre del Patio de la Lindaraja

Investigaciones actuales apuntan que el patio, de forma rectangular de 28.5 por 17.5 metros y orientado este-oeste, debió de estar pavimentado con losas de mármol y tal vez arriates para árboles de pequeño porte, disponiendo de un jardín al norte del palacio, en la terraza inferior, ante la qubba mayor, donde hoy se encuentra el patio de la Lindaraja.

Excavaciones en el Patio de los Leones durante
una visita nocturna en el verano de 2010
después de más de 100 años en los que no se
realizaba una intervención arqueológica
en este patio

Se ha discutido mucho sobre si hubo o no hubo jardín en el Patio de los Leones, y ni siquiera la arqueología ha permitido saberlo precisamente porque se han utilizado mucho esos cuatro parterres a lo largo de los siglos, y aunque haya restos de polem, los estratos no permiten saber si hay un estrato original. Sólo tenemos un documento escrito, de un viajero que visita el palacio en 1502, que describe el Palacio de los Leones sin jardín, sino enlosado. Sin embargo se ha podido localizar lo que había ahí, antes de construir el Palacio de los Leones -posiblemente unas construcciones de la etapa de los tres primeros monarcas nazaríes, asociadas a la denominada Falsa Rawda y unas habitaciones integradas en el Patio del Harem-. 


La última restauración del Patio de los Leones ha puesto
de manifiesto la posibilidad de que estuviera cubierto de
losas de mármol, y no ajardinado como se venía pensando
hasta el momento; aunque sí contaría con arriates como este

Como ya he comentado, este patio de crucero, simboliza el Paraíso, con una descripción común en la religión cristiana y musulmana, cuya ramificación de los cuatro ríos vendría representada por los cuatro andenes o brazos que parten de los ejes cardinales y que portan unos canalillos con agua que, procedentes de varias fuentes circulares rehundidas en el pavimento, llamadas pilas esquemáticas, confluyen en la fuente central: la Fuente de los Leones.

Inscripción en la Fuente de los Leones: "Quien contempla
 estos leones amenazadores sabe que sólo el respeto al emir 
contiene su enojo."


Una de las cuatro pequeñas fuentes rehundidas en el pavimento,
llamadas pilas esquemáticas y que a través de canalillos llevan
su agua hasta la fuente central de los Leones

Rodeando todo el perímetro del patio, una galería porticada formada por arcos sostenidos por 124 columnas de mármol de Macael -cuyos capiteles cúbicos, policromados en su día, tienen una gran variedad en la riqueza decorativa que no es apreciable a simple vista- que siguen el sistema proporcional trazado a partir de la diagonal de un cuadrado. Observando detenidamente las columnas, pueden verse pequeños trozos de plomo en las juntas, confiriéndoles mayor flexibilidad, para soportar los tan frecuentes terremotos de la zona. 

El alero de madera tallada y ensamblada, con canecillos bellamente esculpidos, estuvo policromado en época
 nazarí, protege en saledizo la decoración de los arcos y
columnas, así como la banda epigráfica con la
divisa real nazarí: "Sólo Allah es vencedor"

Con todo, la simetría del patio no está completa; las dos esquinas del lado este se resuelven con tres columnas, mientras que la oeste emplea cuatro. La galería este presenta a cada lado del templete dos grupos de dos columnas y una aislada, mientras que en la oeste la serie es de 1-1-2.


Las columnas que sostienen el pórtico del
Patio de los Leones aparecen tanto aisladas
como en grupos de dos, de tres y de cuatro;
su disposición y número ha motivado diversos
estudios sobre su posible simbología e
intenciones a través de condicionantes
matemáticos muy complejos

Los lados norte y sur sí son simétricos, compuestos por un arco central de medio punto con archivolta de mocárabes que señalan la entrada a las salas de Abencerrajes al sur y Dos hermanas al Norte. Además ambos pórticos cuentan, de derecha a izquierda, con otros cinco arcos más pequeños y con la misma cimbra y, en los extremos, tres claros de ojiva y colgantes estalactíticos y enjutas adornadas de rosetones y ataurique.

Lado sur del Patio de los Leones, donde destaca
el arco central de medio punto con
archivolta de mocárabes que señala la
entrada a la Sala de Abencerrajes

Fragmento de albanega procedente del
Patio de los Leones, con decoración
de sebka en tres tramas superpuestas

En los lados más estrechos del patio sobresalen sendos pabellones  sostenidos por doce arcos de estalactitas apoyados en veinte columnas. Estos templetes carecen de antecedentes claros en la tradición arquitectónica islámica, sustituyendo en todo caso a las características albercas enfrentadas que hubo en otros palacios hispanomusulmanes anteriores, reducidas aquí a sutidores o fuentes esquemáticas que refrescan el ambiente, por las que fluye el agua desde los cuatro lados hasta la Fuente de los Leones. Estos quioscos de planta cuadrada estan cubiertos con techos cupulares semiesféricos de madera con labor de lazo que aún conservan restos de policromía y que se apoyan en un friso y pechina de  mocárabes.


En los lados menores del patio (este y oeste) se levantan dos
 templetes -uno de ellos en esta imagen- a modo de quiosco
oriental, cobijando una fuentecilla en cada uno de ellos,
perteneciendo también a la imagen del jardín paradisíaco,
ya que el Corán habla del Paraíso como altos baldaquinos
(rafraf) o tiendas, toldos que flotan sobre delicadas columnas


La cubierta del pabellón oriental fue sustituida en 1859 por
una cúpula semiesférica hasta que Torres Balbás la desmontó
en 1934; la cúpula de 3.30 metros de diámetro consta de 700
taujeles, tallados y policromados que fueron restaurados en 2017,
año en que tomé esta fotografía


Estos canalillos en el suelo representan los cuatro ríos del Paraíso

El pensamiento artístico musulmán concibe sus espacios para ser contemplados desde una perspectiva diagonal, con una visión combinada de elementos diagonales y verticales, como pórticos, fuentes, columnas, etc para lograr un despliegue gradual de la belleza del espacio. El acceso original al Palacio de los Leones se efectuaba por el ángulo suroccidental del pórtico, invitando a nuestro ojo a recorrer y descubrir la composición del patio en todo su esplendor.

Acceso primitivo nazarí al Palacio de los Leones, situado en uno de los angulos
del patio para conseguir una mayor visión de ángulo y disponiendo el espacio
a modo de dos diagonales convergentes que dan sensación de movimiento
mientras que las líneas verticales de las columnas dan equilibrio y
detiene nuestra mirada en un movimiento ascendente o descendente

En la parte trasera del Palacio de Carlos V, la que mira a la iglesia de Santa
María de La Alhambra (antigua mezquita) se conserva el acceso original
al Palacio de los Leones y que permitía disfrutar de la perspectiva diagonal

Sin duda, el patio de los Leones es un ejemplo interesante de integración de la arquitectura con el agua, donde la Fuente de los Leones reparte desde el centro del patio el agua por todo el palacio, significando un claro elemento visual de unión con sus costados.


Trabajos de restauración del 
Patio de los Leones en febrero 2021

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