Bab Qastar o Puerta de Castro
Los arqueólogos tenían constancia histórica de la presencia de una entrada a la ciudad en este lugar aunque no esperaban encontrar ningún resto |
En la Alcazaba Qadima o Qasba al-Qadima se construyó una puerta de acceso que constituye un gran ejemplo de este tipo de arquitectura en época taifa, bajo la dinastía Zirí en el siglo XI. Posteriormente, en el período nazarí se llamó puerta del Castro o Bab Qastar (designada así por una palabra no islámica, sino más bien derivada de castro) aunque en el siglo XVI pasó a ser conocida como portillo de San Nicolás o puerta de Hernán Román, como es más conocida en los libros. Hernán Román fue un supuesto propietario de unos huertos cercanos a esta puerta durante la primera mitad del siglo XVI, aunque otra hipótesis dicen que este nombre es una corrupción de la expresión Hisn al-rumman o "Fortaleza de los granados".
La puerta más importante de acceso a la fortificación de los reyes ziríes en el Albaicín, que se daba por perdida se ha mantenido oculta por el yeso |
Al demolerse la casa número 3 del Callejón de San Cecilio apareció un paño de la muralla primitiva que conectaba con la Puerta de Hernán Román |
La puerta del Castro, construida con sillares a soga y tizón al estilo califal (que se han mantenido escondidas por las paredes encaladas de la ermita de San Cecilio desde el siglo XVIII hasta ahora), se abrió entre gruesas torres que flanqueaban un arco de medio punto muy esbelto (de casi 6,5 metros de altura) y su interior estaba cubierto por una bóveda semicilíndrica de piedra de la Malaha, así como las paredes interiores y algunas esquinas. De sus tres torres sólo quedan dos porque una fue derruido al construir la ermita sobre ella.
Puerta de Hernán Román en un grabado del siglo XVI |
La puerta se abre entre dos gruesas torres de argamasa de cal con cantos rodados en su interior |
Daba acceso a la ciudad por el norte aunque dejó de utilizarse tras la conquista y en los años previos su uso era residual, más como un portillo que una puerta. En época zirí, desde el punto de vista defensivo, ésta era la puerta más importante de la Alcazaba Qadima o Qasba al-Qadima por ser la más expuesta al enemigo, frente a la colina de San Miguel y la colina de San Nicolás, pero con el tiempo, fue sustituida por la del Arco de las Pesas y la Puerta de Castro o de Hernán Román fue perdiendo relevancia.
Ibn al-Jatib cita un cementerio de Socastar y, precisamente, consta que bajo ella, dominando la plaza Larga, hubo un “maqbura” o cementerio musulmán.
Plano de Luis Seco de Lucena de la Granada musulmana, marcando la Puerta de Castro o de Hernán Román |
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