Las celosías

Esta celosía, de fábrica actual
está colocada en una ventana
del Cuarto Real de Santo Domingo

Las celosías son un elemento muy peculiar de la cultura nazarí y de la islámica en general; su objetivo es permitir ver sin ser vistos, así como airear y refrescar las estancias y tamizar la luz. También guardan relación con la costumbre andalusí en la que la mujer, una vez casada, no podía mostrar su rostro descubierto salvo al marido y a los parientes cercanos, además de guardar la intimidad del interior de las viviendas al gusto andalusí.

La contemplación de una mujer bella, era en el Islam tradicional causa de tal alteración, que podía hacer al hombre incurrir en falta religiosa y en consecuencia la necesidad o conveniencia de mantener a la mujer oculta a la mirada extraña, lo que en el ámbito de la arquitectura doméstica conduce a la segregación de un espacio para ellas, conectado con el mundo exterior a través tan solo del vano velado por una delicada celosía, que apenas puede traslucir desde fuera la silueta femenina.

Las ventanas solían estar cubiertas por celosías,
que tenían una doble función: impedir que desde fuera 
pudiera verse el interior y mantener éste en penumbra
para evitar el calor pero permitiendo el paso de aire

Detalle de celosía realizada con la
técnica de apeinazado donde cada
una de estas piezas encajan entre
sí como si fuera un puzzle

En la carpintería hispanomusulmana, se pueden encontrar dos tipos de técnicas en la fabricación de celosías: atarejado (se juntan las piezas, uniéndose sobre una base) o apeinazado (las piezas se ensamblan entre sí).

También existen otros ejemplos de celosías
en el arte nazarí realizadas con materiales
como el yeso, con este ejemplo, aunque
una reproducción del siglo XX, de un
original nazarí

Pocos ejemplos originales de fabricación nazarí se han conservado, especialmente en madera, después de tantos siglos, pero un caso es la pieza que se conserva en el Museo de La Alhambra.

En general, era difícil saber por la fachada
de las casas la condición social de sus dueños,
ya que no tenían adornos y sus pocas ventanas,
cubiertas por celosías, no dejar ver el interior

Ventana con celosías en el
Cuarto Real de Santo Domingo
(Yannat al-Manyara)