La Alcazaba de la Alhambra (al-Qasba Yadida)

Debemos desnudar el conjunto de la Alhambra de los bosques que
 lo rodean, 
ya que son un contrasentido para la defensa militar en
caso de asedio,  dominando la llanura granadina desde la Sabika
protegida por empinadas pendientes

Una de las transformaciones más importantes de la Alhambra la representa la vegetación de tipo boscoso. Grandes vacíos de antaño están ocupados por una vegetación de gran porte, inhabitual en un recinto de estas características. El bosque de la Alhambra cubre el valle de la Sabika creando un nuevo techo que subvierte el perfil de la colina en uno de sus flancos más importantes. Planos luminosos de fuertes contrastes han sido sustituidos y dulcificados por una visión umbría y de frescor distante con la idea de fortaleza. La Alhambra es otra con la vegetación de porte, debiendo esperar al invierno para descubrir nuevas perspectivas.

Alcazaba de la Alhambra iluminada
vista desde el Albaicín 

La Alcazaba de La Alhambra que podemos actualmente contemplar y visitar es el resultado de siglos de construcciones y modificaciones que complican el deshojar de elementos posteriores al reinado de los nazaríes. La importancia defensiva de sus murallas y torres configuran la imponente proa de su forma de barco que tiene el conjunto siendo la prueba evidente de que ante todo es eso, una fortaleza. Gracias a estas reconstrucciones posteriores, la Alcazaba se ha mantenido en pie durante siete siglos.

La fortaleza de Astíban, o Sant Astíban,
ubicada en el siglo X, en el lugar donde
posteriormente se alzaría la Alhambra 

En este post trataré de despojar al conjunto militar de los añadidos posteriores al siglo XV para tratar de llegar más cerca de la imagen que posiblemente tuvieron los hispanomusulmanes de la Alcazaba pues son muchas las transformaciones que han sufrido las torres y murallas de la Alhambra.


La Alcazaba de la Alhambra es un potente balcón hacia
 la ciudad de Granada con la torre de la Vela como
avanzadilla y las torres del Adarguero, Quebrada y 
del homenaje en el lienzo oriental, fachada
interior consolidada a través de la evolución 
de la ciudadela como un castillo incrustado 

La fachada formada por las tres torres tenían un perfil sobreelevado gracias a un barranco natural que la separaba del resto de la plataforma, una plaza pública a la que se accedía lateralmente desde la Puerta de las Armas se convertía en el intercambiador fundamental de la Alhambra con la ciudad de Granada y origen de recorridos, en parte destruidos, pero absolutamente necesarios para adentrarse en un mundo que, como cualquier ciudad del Islam, abrirá sus secretos al curioso visitante. Desgraciadamente hoy no se puede captar con facilidad ese carácter de frontera porque el Aljibe que construye el Conde de Tendilla eleva el nivel restando escala y sentido a esa fachada.

La importancia de esta plaza se apoya en otra conexión, más tardía, a través de la monumental puerta de la Justicia, edificada a mediados del siglo XIV que, a través de un pasillo lateral, conducía al mismo punto previo paso por la Puerta Real cuya entidad no está constatada y que podría tener más bien el carácter de una poterna.

Dado el papel decisivo de la plaza en la distribución de los flujos de movimiento desde el interior, no es extraño que para acceder al resto de la ciudad de La Alhambra fuese necesario franquear los límites a través de dos accesos puntuales, en direcciones paralelas noreste-suroeste siguiendo el eje longitudinal de la Alhambra: uno más controlado en la esquina sureste de la plaza que comunicaba con la Calle Real Baja (que una vez cerrado su acceso, podía jugar el papel de foso separador o de barrera al resto de la ciudad palatina, aislando de manera eficaz los palacios, la Rawda o cementerio real) y, por tanto, con el área palaciega, y otro en el extremo suroeste, la Puerta del Vino, de la que arranca la calle Real Alta, eje vertebral de la medina y ruta pública que se identifica con recorridos utilizados para los demás recintos habitados en su discurrir hacia la mezquita, el zoco, las puertas de la medina, entre otros lugares.

Como dice Juan Antonio Vilar Sánchez, "los elementos poliorcéticos de la Alhambra, i.e. sus murallas, torres, fosos y baluartes, son quizá los elementos arquitectónicos más abundantes y visibles del conjunto monumental, a la par que los menos accesibles, los más desconocidos y los más olvidados". Aunque no son accesibles al público en general, los visitantes que pueden hacerlo quedan sorprendidos por su contenido, así como por sus vistas pues son miradores desconocidos hacia la ciudad, la Vega y Sierra Nevada (Yabal al-Talch).

Según las primeras descripciones documentadas dejadas por los conquistadores cristianos y algunos textos andalusíes, como los de Ibn al-Jatib, pudiendo ser el color exterior de la muralla de la Alhambra blanca. Según las palabras de Ibn al-Jatib de "Historia de los Reyes de las Alhambra (Al-Lamha al-badriyya):

"La ciudadela de la Alhambra, corte real, domina la población en la dirección del mediodía, coronándola con sus blancas almenas y sus elevados alcázares que deslumbran los ojos y asombran las inteligencias. El agua que sobra en ella y la que se desborba de sus estanques y albercas cae formando arroyuelos, cuyo rumor se oye desde lejos. Rodean la muralla de la ciudadela vastos jardines y espesos bosques del patrimonio particular del sultán, de forma que, detrás de esa verde barrera, las blancas almenas brillan como estrellas en medio de un cielo oscuro. Ni una sola de sus zonas está desnuda de huertos, cármenes o jardines."
Pero el color de La Alhambra es a su vez una leyenda, pues se ha demostrado que era roja en su construcción fundacional, la Alcazaba (siglo XI) o en los palacios tempranos como el de Abencerrajes (en torno al siglo XIII) donde se han encontrado revocos originales de ese color durante su restauración; no así la Alhambra del siglo XIII e inicios del XIV que era blanca. Y no se conoce con certeza cómo eran cromáticamente los revestimientos de los palacios más tardíos de Comares y Leones.

La Alhambra presenta tonalidades desde el rojo al siena porque generaciones posteriores la han querido así, guiadas por el terreno, por la morfología interna de sus muros, por sus construcciones más antiguas. La tierra ha teñido, conquistado, la piel de la Alhambra, y el tiempo ha sido su indiscutible aliado.

Según las memorias del rey zirí Abd-Allah, el Puente del Cadí
era un elemento que unía el antiguo fortín que ocupaba
la actual Alcazaba en el siglo XI con la muralla de la
ciudad zirí a la vez que servía de coracha para subir agua

Cuando Mohammed I es nombrado rey de Granada busca un lugar seguro donde proteger a su familia, los nazaríes, del avance cristiano y de los momentos convulsos que se viven entre los hispanomusulmanes. Encuentra una fortaleza construido años antes por una dinastía anterior, un viejo castillo en el cerro de la Sabika, el emplazamiento perfecto para una fortaleza. La Sabika es una colina de casi cien metros de altura, protegida por la parte posterior por las últimas colinas de Sierra Nevada (Yabal al-Talch), por la que ningún ejército puede acceder. 

Según la leyenda, Mohammed I probó el agua del pozo de esta zona castrense tras una agotadora jornada de caza y la encontró tan deliciosa que decidió construir en aquella colina su residencia y trasladar su capital a Granada.

La Alcazaba defiende los palacios que alberga La Alhambra a
la vez que es un mensaje para musulmanes y cristianos:
los nazaríes son poderosos y desde La Alhambra pueden
proteger a sus súbditos y atacar a sus agresores

La Alcazaba es la parte más antigua de toda la Alhambra, embrión silencioso de toda una ciudad aristocrática; una imponente fortaleza militar de muros gruesos de argamasa, jalonada por nueve torres defensivas de diferente altura y tamaño, tiene forma triangular de base hacia el este y vértice en el oeste. Una zona que sirvió de vivienda a los primeros reyes granadinos y que tenía funciones militares, como el resto del conjunto de La Alhambra, no sólo en esta zona del recinto. Durante mucho tiempo fue un castillo exento, separado por un barranco de la meseta que había al este (donde se encuentran los palacios reales nazaríes) que se rellenaría en 1494 por el Conde de Tendilla, creando la plaza que hoy conocemos como Plaza de los Aljibes.
La Torre del Homenaje, a la izquierda de la imagen,
se accede a ella por un portón de entrada
 para evitar que nadie controlase los cambios
de turno de la guardia que por allí deambulaba

Constituida por varias torres unidas por gruesos muros defensivos y hasta tres lienzos de murallas superpuestas: el más elevado pertenece al siglo XI, el intermedio (con alambores o escarpas, es decir refuerzos del muro en plano inclinado para dificultar el asalto) es donde se sitúa el adarve de la ampliación nazarí y el inferior es un antemuro que protege la amplia calle por la que los ciudadanos de Granada accedían a La Alhambra, recibió el nombre de Qasba Yadida o Fortaleza Nueva.


Utilizando unicamente herramientas primitivas, se construyó
la Alcazaba, utilizando el conocido "conglomerado Alhambra"
un material mezcla de arcilla, arena y piedra
que mojada era fácil moldear, disponiendo
in situ una fuente inagotable de recurso de
construcción como aún puede verse en la
brecha que se abrió a modo de cantera

Desde el revellín de artillería, construido por Mohammed I o Mohammed II según Antonio Fernández Puertas, se accedía a la alcazaba por la Puerta de Giafar, de época zirí y sustituida por los nazaríes y que conectaba con la fortaleza del Mauror (Torres Bermejas) por encima de la puerta de Bib Handac –o  Puerta del Foso-, sustituida en 1536 por la Puerta de las Granadas de Pedro Machuca, un artista toledano formado en Italia por Miguel Ángel.


Cara interna de la Puerta de las Granadas
y que ocupa el lugar de la puerta nazarí
del Foso o Bib Handac


En el interior de la alcazaba había otras dos puertas en recodo: una bajo la Torre de la Vela, la de Giafar y otra bajo la torre del Homenaje por la que se accedía desde el adarve bajo de la muralla al sótano, en la primera planta, utilizado como prisión y a los pisos superiores de la torre del Homenaje.

Puerta de las Granadas que sustituyó a la Puerta del Foso o Bib Handac

La torre de la Tahona, flanqueada en época nazarí por una torre hoy desaparecida, tuvo una utilidad doble: acceso bajo su arco a la calle de circunvalación del adarve bajo que conduciría a la población civil desde la medina de Granada a las dependencias administrativas del Palacio de Comares y por otro lado hacer de puente para la ronda militar sin descender del adarve alto, accediendo a la muralla anterior a la torre de las Gallinas cuya función era vigilar la entrada principal al palacio.

Camino de ronda que bordea la
Torre de Comares

Reproducción de una vista aérea actual de la Alcazaba de La Alhambra en
la parte oeste de la colina de la Sabika, la más cercana a la ciudad de Granada,
donde los nazaríes construyeron en el siglo XV un baluarte, proa de la alcazaba
para emplazar la artillería mirando a la ciudad, a la que las intrigas dinásticas
parecía temerse más que a los enemigos del exterior

Hoy en día, oculta en el interior de la Alcazaba encontramos una puerta, aparentemente anodina pero que resulta ser la primitiva puerta de acceso construida por Mohammed I como entrada al primitivo patio de armas, al primer circuito de murallas y a la primera línea de torres de la Alcazaba de la Alhambra, hasta llegar a la antigua entrada de la Torre de la Vela, en un nivel inferior. En la primera pintura conocida sobre Granada, probablemente del pintor flamenco Petrus Cristus (hacia 1500). aparece una puerta de acceso a la Alcazaba que fue tapiada en época cristiana cuando perdió importancia. Analizando el cuadro, Gómez Moreno la descubrió en 1894 y fue excavada por Torres Balbás en 1906, despojándola del tapiado.

Esta puerta es sin duda la más antigua de la Alcazaba,
siendo en su día puerta exterior en disposición L


En la imagen, el abovedado de la puerta de
acceso al recinto alto de la Alcazaba

En esta puerta se pueden observar en la misma profundidad
tres tipos de arcos: de herradura, de herradura apuntado y
de medio punto, aportando un dato más a esta curiosa puerta

Es difícil imaginarlo hoy en día, pero cuando se construyó era una puerta exterior, sin alardes monumentales, con la típica disposición en recodo, y un dispositivo de atranque con materiales de relleno, así como un revellín exterior que reforzaría aún más la defensa. Se construyó en un contexto histórico de coyuntura excepcionalmente bélica, incluso interesando disimular su localización para dificultar el acceso al enemigo. De ahí su extraordinaria austeridad y solidez arquitectónica, sus pequeñas dimensiones horadadas en el paño norte del recinto alhambreño.

Los huecos de las cajas laterales para el retranqueo 
de las hojas de la puerta llamadas quicialeras son aún visibles

La conocida como pila de Almanzor o del rey Badis
fue traída a Granada desde Madinat al-Zahira por Badis
en el periodo zirí, quizá a la Alcazaba Qadima para ser
trasladada a Alcazaba de la Alhambra en época nazarí
en tiempos de Mohammed III y conservada allí en el
pasadizo de entrada en recodo de la puerta de entrada
al barrio castrense junto a la Torre de la Vela (su
nueva localización protegía tres de sus lados,
conservando su talla original y detallando el frente
visto con una nueva epigrafía en época nazarí
contando quién la trajo a Granada en el siglo XI)


Tras cruzar esta primera puerta, el camino de ronda de la guardia se encuentra protegido por una muralla exterior, donde hay restos de un aljibe y tal vez de un silo, hasta llegar a la Puerta de las Armas, llamada así porque en ella se debía de deponer cualquier armamento antes de pasar al interior.

Restos del camino de ronda que transcurre tras la
Puerta de acceso al recinto alto de la Alcazaba

La construcción de la Torre y Puerta de las Armas por Yusuf I según algunos autores o por Ismail I según otros, así como las murallas asociadas a ellas, conformarán definitivamente el complejo sistema defensivo de la Alcazaba y del resto de La Alhambra, definiendo el inicio de la construcción urbanística en el conjunto monumental.

La Alcazaba está reforzada por tres murallas siendo la más elevada la más
antigua con pequeñas torres macizas salientes de origen zirí

El camino de ronda discurre elevado sobre el foso y camino a La Alhambra


La Puerta y Torre de las Armas es una torre albarrana
que se convirtió en el principal acceso a la ciudad palatina
desde la medina de Granada a través de un camino que
ascendía zigzagueante por la falda de la Sabika desde
la Carrera del Darro
Tras cruzar la Puerta de las Armas se llegaban a dos caminos: el de la derecha conducía a la Alcazaba, mientras que a la izquierda aparece una calle, que conduce a la ciudad áurea, defendida por la construcción de una cerca exterior convirtiéndolo a la vez en un foso en caso de asedio. De ahí su doble función, civil y militar, justificando su monumentalidad y decoración exterior, tapizado de azulejos en época nazarí.

Rebasada la Puerta de las Armas, existía dos alternativas,
un camino hacia la alcazaba a la derecha o un camino
a la izquierda para dirigirse a la ciudad palatina

Desde las murallas
de la alcazaba los
arqueros podían
disparar a los
desarmados viajeros
que accedían a la
medina palatina

Una vez que se cruzaba y se tomaba el camino de la izquierda, el viajero se sentiría desprotegido de armas e intimidado, extraño a La Alhambra, sintiendo la amenazante muralla jalonada de torres desde las que se sentiría la presencia de los vigilantes que observaban el río de gentes que subían desde Granada, encauzados como un río -esto no ocurriría sin embargo en la Puerta de los Siete Suelos, más lejana, reservada a los vecinos que tenían el privilegio de residir en la propia Alhambra-. Posteriormente se llegaba a un nuevo control al ciudadano en la esquina suroeste bajo la Torre del Homenaje: la Puerta de la Tahona.

La Puerta de la Tahona se encuentra envuelta por la
Torre del Cubo, siendo una evocación de dos mundos,
el musulmán y el cristiano

La Puerta de la Tahona quedó empotrada en la Torre del Cubo (en la imagen)
construida en época cristiana para la artillería, cegando el camino salvo por el
adarve superior de la muralla hasta que Prieto Moreno abrió este túnel
Tras la Puerta de la Tahona se llegaba a una plaza, frente a la Torre de
las Gallinas, desde donde surge una red de calles que llevaban a diferentes
partes del conjunto desde la Calle Real o el camino de Ronda

Volviendo a la Puerta de las Armas y tomando el camino de la derecha, el inicio del recorrido que sube al recinto alto de la Alcazaba, el visitante se encontraba un itinerario para los soldados, que dejarían sus caballos en las cuadras existentes nada más flanquear la muralla.

La Alcazaba, en concreto el patio de armas aún conserva su estructura

En el interior se hallaba el barrio castrense y en su patio de armas podían verse distintas construcciones dedicadas a los servicios auxiliares de la tropa. El vecindario interior se agrupaba en tres manzanas de casas, entre las que discurrían una estrechas callejuelas ocupando un espacio de forma triangular o trapezoidal estando el vértice occidental más cercano. En los castillos medievales a este espacio se le denomina plaza de armas, pero aquí es conocido como barrio castrense, pues en realidad se trata de una minúscula ciudad -estable a diferencia de los campamentos que se montaban en las explanadas cristianas-, un barrio para la tropa organizado urbanísticamente, una zona de intendencia que llevaría personal civil y artesanos por los restos de hornos, herrerías y almacenes que se han descubierto durante las excavaciones.

El barrio castrense de la Alcazaba no era lo
suficientemente grande como para albergar las
viviendas de todos los soldados de la guarnición,
que vivirían fuera de las murallas, por lo que
seguramente estas casas se reservarían
a oficiales y veteranos

Plano del barrio castrense de la alcazaba de La Alhambra

Originariamente se llegaba desde un punto situado al pie de la Torre de la Vela (a la que trataré un merecido post a parte) y desde allí enfilaba una calle dividiendo el barrio en dos sectores: el de la izquierda donde se adosaban las viviendas de la oficialidad y el baño, y el de la derecha con edificaciones más amplias, correspondiendo posiblemente a cuarteles donde los soldados dormirían en esteras, así como los lugares destinados a las gentes que desempeñaban oficios de asistencia a la tropa, tales como armeros, silleros, zapateros, herreros, cantinas, etc. Se trata de una anastilosis, es decir, de la recuperación arquitectónica por medio del arranque de los muros de los restos arqueológicos que conformaron el barrio castrense en época nazarí que quedó sepultado hasta principios del siglo XX.

En la imagen, tomada cerca de la Torre de la Vela,
se puede ver la calle principal del barrio castrense
que lo dividía en dos: uno de viviendas y
otro de barracones y espacios artesanales

Al igual que cualquier casa hispanomusulmana del reino de Granada, las casas del barrio castrense se repartían en torno a un patio central, donde las dependencias eran utilizadas para usos múltiples. En algunos casos se pueden aún observar el arranque de las escaleras para acceder al segundo piso, así como pequeños cubículos para retretes de agua corriente con darro al exterior.

Como ejemplo del urbanismo del barrio castrense, indicar que se han hallado
letrinas en las viviendas que disponían de desagüe como la de la imagen

Croquis de la casa principal de la alcazaba, intimista, sin alardes
exteriores en fachada o portadas y un zaguán que impedía la
visión directa del interior, organizado en torno al patio

De las viviendas, destaca una más principal por su amplitud, que posiblemente sirviera para alojar al Jefe de la Guarnición, con acceso en recodo, una buena alberca y hasta un hipocausto para caldear el inmueble. Se supone que sirvió además como palacete para Mohammed I durante la construcción de un palacio más regio. Esta compatibilidad entre fortaleza y habitación va a ser una característica constante en la Alhambra, con riquísimos matices y tipologías que van desde la escala doméstica a la palacial. Asociada a esta vivienda se encuentra la Torre del Homenaje, comunicada por una salida secundaria que daba a un callejón semioculto que conducía directamente al pie de la torre siendo utilizada como último fortín en caso de peligro.

Imagen de la casa principal del barrio castrense, posible palacete de Mohammed I

Una vez construida la Torre del Homenaje (reconstruida sobre las ruinas de una torre más antigua que muy bien pudiera pertenecer al siglo IX) en el frente norte de la muralla, además de cumplir con funciones defensivas, servía como torre vivienda, pero al ser la más primitiva no llega a alcanzar la riqueza decorativa de otras como la Torre de la Cautiva. La Torre del Homenaje domina todo el perímetro de La Alhambra como si fuera la centinela de todo lo que sucede en el interior de la medina. Su terraza es el punto más elevado de la fortaleza permitiendo el contacto visual con las atalayas diseminadas por las montañas del entorno, tal vez mediante espejos o señales de humo para obtener información de los movimientos de tropas enemigas.

La Torre del Homenaje conserva su estructura y
apariencia primitiva, pudiendo ser utilizada por
Mohammed I como refugio en momentos de peligro.

En esta imagen se puede observar la Torre del Homenaje
que cuenta con seis cuerpos organizados a partir de
pilares y pasillos en forma de cruz, con cubiertas de
bóvedas de aristas, semiesféricas y esquifadas sobre
trompas, decoradas con ladrillos pintados y 

dividiéndose en sí misma según su función: mazmorra 
en el subsuelo, plantas de almacenes, la vivienda
con patio y terraza


Entre la ruinas arqueológicas del barrio castrense destaca un baño musulmán del que se conservan los arranques de los muros, parte del suelo e hipocausto. No profundizaré más sobre el baño de la Alcazaba ya que le dediqué un post que podéis leer en el siguiente enlace.

Sin embargo, un elemento que parece extraño que falte en este barrio castrense o en la propia Alcazaba es una mezquita, cuya ausencia se ha intentado explicar con la existencia de una primer oratorio al aire libre o musalla, junto a la Puerta de la Justicia.

A la izquierda de la imagen, en la explanada, sobresale la
parte superior de entrada a los silos o mazmorras,
un estrecho cuello como único acceso

En la Alcazaba había dos silos, grandes cavidades bajo
tierra utilizados para guardar alimentos ya que el
suelo mantiene la temperatura más fresca
que en el exterior durante el verano

La Alcazaba no disponía de fuentes naturales de agua para
abastecer las necesidades de la población por lo que se
construyó una acequia para llevar el agua desde el río
Darro y almacenarla en un aljibe para el uso público

Finalizando la calle principal del barrio castrense, ramificada con otras más pequeñas como corresponde a un barrio musulmán, se llegaba hasta una gran mazmorra, usada también como silo en tiempos de paz.

En primer plano la Torre Quebrada, junto a la Torre del Homenaje; la Torre Quebrada se llama así por la enorme
grieta la señala de arriba a abajo.

En cuanto a los materiales de construcción de la Alcazaba a los que ya he hecho mención, a diferencia de los aparejos cristianos que se levantan a base de unas estructuras de ladrillo (ladrillos ricos en calcio posiblemente procedente de arcilla no sólo de la Alhambra sino de los Ogíjares o las Gabias como opina Juan Antonio Vilar Sánchez) entre las que quedan los cajetones que se observan de tierra apisonada, el muro medieval siempre conserva los mechinales restos del antiguo encofrado en que se fraguaba el hormigón musulmán y que al ser desmontado quedaban condenados los tirantes o palos, los cuales al perderse dejan en su lugar el agujero. Sólo las bases de los muros y los arcos fueron levantados en piedra, y a decir por algunos sillares, es posible que se aprovechara alguna antigua construcción romana.

Torres Bermejas, en la imagen, se enlazaba a
través de la  cuesta de Gomérez hasta
la Torre de la Pólvora del siglo XIII


La Torre de la Pólvora, construida en el siglo XIII y
remodelada en el siglo XVII, era una torre de vigilancia,
así como el acceso al adarve nazarí sobre
 la barbacana meridional

Finalmente, en cuanto a la Puerta de las Granadas del siglo XVI, sustituyó a otra de la época nazarí con torrecillas de guardia que servían para control de la ronda que por allí pasaba a través del adarve superior, asegurando el enlace de La Alhambra con Torres Bermejas, tras cruzar la cañada de la hoy Cuesta de Gomérez.

El recinto cerrado de La Alhambra queda enlazado con otros
adyacentes a través de corachas como el caso
de Torres Bermejas y unidas por una
muralla almenada a la fortificación principal

Primitivamente, la citada Cuesta de Gomérez, fue un barranco que dividía las colinas de la Sabika y del Mauror, y que recogía las aguas de la ladera de la Alhambra para verterlas al río Darro a su paso por Plaza Nueva pero tras la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos, el barranco comenzó a ser utilizado como un camino natural para acceder a la Alhambra. Su nombre puede que provenga de gomeles, palabra que deriva de Gomel, en referencia a los miembros de la tribu berberisca de Gomara, del Marruecos español, que se asentaron en Granada. En el siglo XVI se inició su urbanización, asentándose en ella la aristocracia castellana y donde se abrieron numerosas posadas para albergar temporalmente a los litigantes que se desplazaban a la Chancillería.

Alcazaba de la Alhambra vista de noche desde el Albaicín


Maqueta Virtual de la Alcazaba de la Alhambra de Granada, 
Infografía en 3D. Realizada por: D. Carlos Álvarez Velázquez, 
Diseñador Gráfico 3D y CGI Artist





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