El blasón nazari y la Orden de la banda
Aunque el rojo es el color emblemático de la dinastía Nazarí, en la Alhambra se puede encontrar el escudo combinando diversos patrones cromáticos (azul, blanco, dorado, etc) |
Fundada por Alfonso XI (1311-1350) en 1332, la Orden de la Banda había sido creada para premiar a un limitado número de señores de la corte de Castilla que demostraban un valor especial y habilidad en los usos caballerescos, jurando inquebrantable lealtad a su rey. La intención por la que fue creada era cimentar el poder real sobre la levantisca nobleza, dando derecho a los caballeros de vestir adornos de oro y plata. Los capítulos que regían la Orden estaban detallados en lo que respecta a prestar auxilio al monarca castellano, así como su presencia en el consejo real.
Este emblema de la Orden de la Banda en yeso policromado pertenece al dormitorio del Rey Pedro I en su palacio Del Real Alcázar de Sevilla |
Según la versión tradicional, el escudo nazarí sería un símbolo de sus buenas relaciones diplomáticas entre ambos reinos de un soberano castellano, Fernando III o Pedro I, a los monarcas Mohammed I o Mohammed V, respectivamente, así como Juan II lo hizo con Yusuf IV pero, vistas la fecha de su primera constatación arqueológica, es obvio su uso antes de la institución de la Real Orden de la Banda por Alfonso XI.
El escudo aparece representado por primera vez en La Alhambra en las olambrillas de la torre de Abü-l-Hayýãy o del Peinador de la Reina formando parte de la decoración de una arrocabe datado durante el gobierno de Nasr I (1309-1314) y modificado en época de Yusuf I (1333-1354). Por lo tanto, su uso por los monarcas de la dinastía nazarí es anterior en algunos años a la institución castellana de la Banda por el rey Alfonso XI.
Baldosa cuadrangular procedente probablemente del Convento de Zafra y olambrilla circular del Salón de Comares |
La adopción de un escudo de armas, por una dinastía andalusí resulta de sumo interés para el estudio de la heráldica peninsular puesto que los diversos poderes políticos de al-Ándalus, desde los propios emires y califas omeyas, sólo habían usado hasta ese momento símbolos protoheráldicos de difícil identificación.
Esta pieza nazarí del siglo XIV (R. 27) se desprendió del zócalo alicatado de la Sala de Dos Hermanas, a mediados del siglo XX, por motivos de humedades, pasando al Museo de La Alhambra como testimonio del modo en que se ejecutaban estos pequeños mosaicos; la que aquí se estudia, conocida como sino, es una estrella de ocho, de barro finísimo con esmalte blanco lechoso en capa muy gruesa, lleva encastrado un escudete de la Banda con el lema de los reyes nazaríes, recortado de un azulejo en azul intenso y dorado castaño |
Para algún autor, la banda granadina sería una muestra del influjo castellano en un período concreto de la historia de los nazaríes, pero también podría pensarse en una imitación de los modelos heráldicos de los mamelucos de Egipto, Ampliamente extendidos y documentados, con los que el reino de Granada mantuvo hasta el último momento unas fluidas relaciones.
Esta banda puede aparecer lisa, sin texto, o llevando inscrito en ella el lema de la dinastía como en esta safa nazarí |
Los colores primitivos pueden verse en los escudos de la banda que aparecen en la techumbre de la iglesia de Santiago Apóstol de Ciudad Real, que es de la época del reinado de Alfonso XI. Sin embargo éstos fueron cambiando del original fondo blanco con una banda de tafetán carmesí, así como su importancia y carácter laico y caballeresco de la orden. Ya se considera extinta hacia 1474 cuando la Banda llegó a ser concedida a mujeres como divisa y entró en decadencia porque su prestigio se resintió.
Azulejo nazarí de grandes dimensiones, siglo XV en el que destaca el blasón de la familia real nazarí (conservado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid) |
Aquel escudo estaba intercalado con la divisa de la familia Real Nazarí لا غالب إلا الله o wa-lā gālib illà Allāh es decir “No hay más vencedor que Alláh”. Su utilización está documentada a partir de Muhammad ibn Nasr, primer rey nazarí, tal y como queda certificado por la numismática y partir de este momento fue utilizado por todos sus sucesores en el trono granadino. Esta consigna es el elemento que identifica a la monarquía nazarí, un símbolo de su poder que quedaba plasmado de forma repetitiva en todo tipo de obras patrocinadas o destinadas al soberano como en las yeserías de los palacios, en las columnas de mármol, en la vajilla real e incluso en los enterramientos podemos encontrar reflejado este lema.
Blasón nazarí entre los alicatados de la Sala de Dos Hermanas de La Alhambra |
Olambrillas con el escudo nazarí: las olambrillas son pequeñas piezas de cerámica que, combinadas con los azulejos de mayor tamaño, ayudan a componer las solerías y revestir los zócalos |
El escudo nazarí en azulejos en la Casa de Pilatos de Sevilla |
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