La influencia del arte nazarí en Salamanca

En el brazo sur del crucero
de la Catedral Vieja de Salamanca,
estos sepulcros cuentan con algunas
piezas que recuerdan el arte nazarí

Sinceramente, cuando visité Salamanca y su catedral no esperaba encontrarme algunas obras que me recordaron al arte nazarí y que me hicieron reflexionar sobre la influencia que cristianos y hispanomusulmanes tuvieron recíprocamente.

Con la invasión islámica de la Península Ibérica en el siglo VIII, Salamanca estuvo prácticamente despoblada, quedando como «tierra de nadie» porque nadie quería habitar unas tierras que sufrían constantes algaradas o incursiones andalusíes a pesar de los sucesivos intentos de los reinos cristianos de estabilizar la zona, hasta que tras la victoria cristiana en la batalla de Simancas (año 939), se inicia la repoblación efectiva de la zona ribereña del Tormes por Ramiro II de León, dos meses después.

Pero no fue hasta la conquista de Toledo por Alfonso VI de León en el año 1085, cuando se produjo la repoblación definitiva de la ciudad. En 1102, Raimundo de Borgoña -yerno de Alfonso VI- se dirige a la ciudad con un nutrido grupo de pobladores de diversos orígenes: francos, castellanos, serranos, mozárabes, toreses, portogaleses y bragancianos, así como con la colaboración puntual de gallegos, judíos y musulmanes. 

¿No recuerdan la escultura
de estos leones a los nazaríes
de La Alhambra?

La forma de los ojos, la boca
y la melena me recuerdan
a los leones de Granada

Otro dato que relaciona Salamanca con la historia del Reino nazarí de Granada es que en 1311 nace el único rey de Castilla que ha dado la ciudad, Alfonso XI el Justiciero, quien conquistaría durante un breve tiempo Gibraltar y donde moriría a causa de la Peste.

Cuando Jerónimo de Perigord es nombrado primer obispo de la restaurada Diócesis de Salamanca se comienza a construir la catedral, cerca de la cual nacen unas escuelas, germen de la Universidad de Salamanca que con el tiempo alcanzaría un gran prestigio. 

El remate superior de
esta tumba medieval
es similar al de un
paño de sebka pintado
y unos mocárabes

Detalle de la decoración
en la que se aprecia la
influencia del arte
hispanomusulmán

Dado el carácter fronterizo de Salamanca, la Catedral Vieja fue proyectada también como fortaleza por lo que se la conoció popularmente como "fortis salmantina". En esta época, el románico estaba dejando paso al gótico, lo que se aprecia en la diferencia entre los pilares y los arranques de las bóvedas de crucería. Las obras de la catedral finalizarían en 1236. 

Desde el exterior no se distingue que estamos ante dos catedrales: la Catedral Nueva o de la Asunción de la Virgen (siglos XVI al XVIII) y la Catedral Vieja  o de Santa María (siglos XII al XIV). Al proyectar la Catedral Nueva, se pensó en derribar la Catedral Vieja, pero el amplio espacio de tiempo que transcurrió desde el comienzo de las obras de la Catedral Nueva (en torno a 1520) y la tardía fecha de conclusión (hacia 1733), así como la necesidad de un espacio donde celebrar el culto mientras se terminaba la construcción, hizo que la decisión inicial de derruirla fuera abandonada.

El cimborrio que se eleva sobre el crucero fue construido en torno al año 1150 y es conocido popularmente como "la Torre del Gallo" por la veleta que le coronaba y que se conserva en el museo del interior (la del exterior es una copia de comienzos del siglo XX). Esta veleta del Gallo comparte algunas similitudes con el yamur islámico que remataba los alminares de las mezquitas andalusíes. Por ejemplo el vástago y las bolas achaflanadas que le sirven de base, convirtiéndose en este caso en una veleta cristiana, como símbolo para alejar el mal y signo de esperanza: el gallo es el anunciador del día, el heraldo de la llegada de la luz.

Este el el gallo original que
culminaba el cimborrio de la
Catedral Vieja, que comparte
similitudes formales
con el yamur islámico
de las mezquitas

En el interior del claustro de la Catedral Vieja está formado por diferentes capillas. La más antigua de ellas es la capilla de San Salvador o de Talavera, cubierta con una cúpula con 16 nervios paralelos dos a dos que se apoyan en columnas, y que forman una estrella de ocho puntas en la clave, un raro ejemplo de influencia de arte hispanomusulman dentro del foco románicogótico salmantino. Los arcos parten de los ángulos y del centro de cada lado del octógono, determinando la estructura de la cúpula que se relaciona tanto con las cordobesas andalusíes del siglo X que flanquean el mihrab como con las góticas de las naves menores de la catedral. Gómez-Moreno, en su inédito Catálogo monumental de Salamanca, señala que esta capilla fue donada en 1243, por lo que su construcción debe ser algo anterior: finales del siglo XII o principios del siglo XIII.

La cúpula de la Capilla de
San Salvador o de Talavera es
de influjo musulmán, un raro
caso en una época tan temprana
en el norte de España

En la capilla de San Salvador o de Talavera,
se mantiene desde el siglo XIV el Rito mozárabe
como se indica en esta inscripción

Sin dejar el claustro de la Catedral Vieja, en la capilla de San Bartolomé o de los Anaya, fundada por el arzobispo Diego de Anaya en 1422, se conserva un órgano del siglo XIV, uno de los más antiguos que existen en el mundo, colocado sobre un magnífico podio de estilo mudéjar del siglo XVI.

El órgano del siglo XIV,
está decorado con pinturas
de la Anunciación, perfectamente
restaurado para su funcionamiento

Para colocar el órgano
se construyó una llamativa
tribuna de estilo mudéjar

Esta estructura de carpintería
mudéjar del siglo XVI es una muestra
de su empleo no sólo en techumbres,
decorada con lacería de ocho
y piñas de mocárabes

Y por supuesto, los ejemplos que encontramos en el Convento de las Dueñas, antiguo palacio mudéjar al que ya dediqué un post recientemente, así como la armadura que se conserva en el Museo Salmantino, ubicado en un palacio del siglo XV que fue antiguamente la casa del doctor Álvarez Abarca, el médico de Isabel La Católica. 

Armadura mudéjar
procedente del
Convento de las Dueñas
y que se conserva en el
Museo de Bellas Artes
de Salamanca

Detalle del artesonado
mudéjar