Puerta mudéjar del Convento de las Dueñas (Salamanca)


Puerta mudéjar expuesta
en el actual Convento
de las Dueñas de
Salamanca


La influencia del arte nazarí cruzó sus fronteras para llegar a los países vecinos. Sorprende cómo en la Edad Media, una ciudad cristiana como Salamanca y entre las clases pudientes, el gusto por el estilo islámico generó ejemplos como el palacio de Don Juan Sanchez Sevillano.

Lo cierto es que este personaje, a caballo entre finales del siglo XIV y comienzos del siglo XV, era en realidad un judío castellano de nombre Samuel Abravanel. Samuel era hijo de Judá Abravanel, el almojarife mayor de Castilla con Fernando IV -encargado de recaudar los impuestos en la península Ibérica musulmana- y abuelo de Isaac Abravanel quien como financiero de los reyes Isabel y Fernando, les prestó importantes sumas para financiar la Guerra de Granada.


Cuando se fundó el Monasterio
de Dominicas en el palacio se
adaptó el inmueble para dicho fin
quedando las dos puertas mudéjares
en su lugar primitivo, la planta
alta del edificio

En el año de 1963, parte del
convento se derrumbó y esta puerta
quedó totalmente convertida en
un montón de escombros por lo
que ahora se aprecia la falta
de teselas en varias partes

Su reconstrucción comenzó
en octubre de 1998 y fue
inaugurada el 7 de junio de 1999,
tras un laborioso y delicado
esfuerzo por parte de
restauradoras venidas
de Madrid
Fue montada en
una pesada estructura
metálica por lo que se
decidió colocarla en la
planta baja del claustro
como una pieza de museo


Perteneciente a una destacada familia hebrea de Sevilla, Samuel se estableció en Valencia, donde protegió a varios intelectuales judíos, como Menahem ben Zerah, -a quien hizo nombrar rabino de Toledo- pero el clima antisemita generado por la guerra civil castellana le empujó a convertirse al cristianismo adoptando el nombre de Juan Sánchez de Sevilla o Sevillano; en su nueva situación consigue prosperar en la corte de Juan I de Castilla, llegando a ser Contador Mayor de Don Juan II de Castilla desde 1390.

En 1533 se construyó el templo
y el claustro plateresco,
 construcciones que
se superpusieron a lo
ya edificado


Fue un entusiasta del estilo mudéjar por lo que en su palacio señorial salmantino existían varias piezas de arte mudéjar. Tanto el palacio como otras construcciones contiguas fueron heredadas por su viuda Doña Juana Rodríguez Maldonado quien fundaría en 1419 el salmantino convento de Santa María, más conocido por Las Dueñas. Su intención era la creación de un beaterio en el que pudieran retirarse las nobles señoras, por lo que recibió del pueblo salmantino el sobrenombre de Convento de Las Dueñas.

Este arco de ladrillo
en la planta superior
del claustro es otro
ejemplo de estilo
mudéjar oculto
en el convento

Rápidamente, las mojas dominicas habitaron el palacio mudéjar del que se conservan algunos restos, como un arco de herradura apuntado en el claustro superior, en ladrillo, con alfiz y en las albanegas azulejos negros y verdes entre piezas blancas. El dormitorio del noviciado debió de ser la cámara principal de la casa, con planta cuadrada y pavimento de azulejo, con dos puertas de yesería.

albanegas con azulejos
negros y verdes
entre piezas blancas



Comentarios

  1. Muy interesante esta entrada de blog. Enhorabuena por tu labor, en general. Un saludo

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    1. Muchas gracias por tus palabras Samuel, me animan en esta labor. Un saludo

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