Jardín nazarí: naranjo

Parece improbable que el
naranjo dulce (
citrus x aurantium L.)
llegara a la Península Ibérica antes
del siglo XV y la del amargo
 (
citrus sinensis) antes del siglo X

Procedente del sureste de Asia, los naranjos fueron introducidos en España por los árabes en el siglo IX. El nombre genérico era ya empleado por los romanos y deriva del griego kitros, nombre con el que se designaba a alguno de los cítricos. El epíteto específico deriva del latín auratus (de color de oro), y se refiere al color dorado de sus frutos.

En los textos agrícolas y botánicos andalusíes no existía una estricta separación entre plantas de huerto y de jardín, ampliando el concepto de "ornamentales", señalando como tales a especies mezclando la idea de ornato con la de utilidad, de forma de a veces unas y otras resultan inseparables. En este sentido, además de frutales, siempre valorados por el conjunto fruto-flor-aromas colorido-sombra, se emplean en los jardines, entre muchos, los cítricos como el naranjo amargo. Las flores blancas del naranjo, azahar (significa en árabe "flor blanca") son muy olorosas, floreciendo desde mediados de abril hasta finales de mayo.

Los naranjos se encontraban principalmente formando alineaciones, en patios alrededor de fuentes o estanques y pegado a los muros donde, debido a que tolera bien la poda, se recortaba en espaldera para cubrirlos. Es un arbolillo de corteza verdosa, perennifolio, de hasta ocho metros de altura, compacto, con ramillas angulosas y provistas de espinas axilares. Requieren de suelos fértiles y frescos, ricos en hummus y lugares soleados y resguardados del viento.

Naranjas en la ciudad marroquí de Chefchaouen;
la palabra española “naranja” proviene del
sánscrito narang, de ahí al persa y luego
al árabe naranj 

El naranjo fue muy utilizado en el jardín hispanomusulmán; sus hojas en infusión, tienen propiedades sedantes y estomáticas. De sus flores se obtiene el agua de azahar que es antiespasmódica y aromatizante y es utilizada para repostería en los países árabes. La corteza tiene propiedades tónicas, estomáticas y carminativas, facilita la digestión y estimula el apetito.


Comentarios

Entradas populares

El legado nazarí por el mundo