Palacios y casas desaparecidas: Casa de las Monjas
Fragmento decorativo nazarí conservado en los fondos del Patronato de la Alhambra y el Generalife, perteneciente a la desaparecida Casa de las Monjas |
Recientemente he descubierto la existencia de esta casa nazarí del Albaicín, que desapareció a finales del siglo XIX, a través del libro "Granada Guía Artística e Histórica de la ciudad" del ilustre Antonio Gallego y Burín (un libro imprescindible para los amantes de Granada).
En la calle de los Oidores (llamada así porque en ella estuvo la primitiva Chancillería), cerca de la plaza de San Miguel en el Albaicín de Granada, existió hasta su derribo en 1877, una casa nazarí que era conocida por Casa de las Monjas o de las Beatas (en ella vivieron durante algún tiempo las monjas del Angel al ser encautado y derruido su convento durante la dominación napoleónica). Algunos dicen que también fue la vivienda del pintor Juan de Sevilla. Su recuerdo se conserva gracias a dos cuadros de los artistas granadinos Julián Sanz del Valle y Manuel Gómez-Moreno.
Esta casa pudo ser construida bajo el reinado de Muley Hacén y debió ser de las más notables de la Granada nazarí. Una inscripción que figuraba en torno a su portada decía: La ayuda y la protección de Alá y una espléndida victoria sean para nuestro Señor Abu-l-Hassan, emir de los creyentes. La casa contaba con un patio con alberquilla en el centro y fuente en sus extremos y, en su frente principal, la galería norte, una galería de tres arcos con arquivoltas y celosía encima, rodeada de adornos e inscripciones, elementos decorativos que también aparecían en los arcos de las alcobas del interior. Un arquillo daba acceso al zaguán, en el lado izquierdo de la galería, que junto con la nave de ese lado, era la parte nazarí mejor conservada del edificio ya que el resto fue profundamente reformado por los cristianos poco tiempo después de la conquista de la ciudad, superponiéndose elementos mudéjares, góticos y renacentistas.
Similar a esta Casa de Zafra debió ser la parte más noble de la Casa de las Monjas que nos describe Gallego y Burín, dando acceso a una sala a través de un arco bellamente adornado sobre el que había tres ventanitas con celosías |
El piso superior, posterior a la conquista, consistía en una galería con una sencilla balaustrada de madera y pies derechos góticos, con un techo de lazo con pinturas renacentistas. Un arco con tosca decoración morisca al exterior y renacentista al interior daba acceso a una sala con armadura mudéjar decorada con pinturas de inscripciones arábigas y motivos renacentistas. La nave oriental, también de época cristiana, contaba con un corredor volado sobre zapatas dobles y una sala con arco de yeso decorado en las albanegas por estrellas y armadura mudéjar con tirantes, además de otros tantos elementos moriscos, góticos y renacentistas, en gran parte conservados en el Museo Arqueológico provincial (la portada que daba acceso a la sala septentrional, el arco de la alcoba de esta dependencia, un techo de madera y varias zapatas, así como unas ventanitas con celosías) y en los fondos del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, así como en el Museo de la Alhambra en Granada., gracias a la Comisión de Monumentos, tras su demolición para la venta de materiales.
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