Baño de la calle del Agua o Baño del Albayzín
El mayor baño nazarí conservado en Granada, con entrada en la casa número 1 de la calle del Agua, pasa desapercibido entre diferentes viviendas, cerca de Plaza Larga. |
Ubicado en el Albaicín de Granada o rabad al-Bayyazin, en la calle del Agua, es el mayor baño que se conserva de la Granada nazarí, mayor inclusive que el baño del palacio de Comares de la Alhambra, aunque peor conservado. Su construcción data del siglo XIII, al comienzo de la etapa nazarí. El baño se surtía por una acequia llamada Aynadamar o saqayat al-'Ayn al-Dama o fuente de las Lagrimas, cuyo principal ramal bajaba por la calle del Agua.
Este baño, situado en la actualidad en diversas viviendas de la calle del Agua y callejón de la Almona y en 1764, el Padre Echeverría hizo una traducción e la inscripción que había adornado su entrada: "Él (Dios) crió las aguas y puso parte de ellas sobre el cielo para que se bañasen los ángeles, y parte de ellas sobre la tierra, para que se bañasen los hombres. El baño es laudable y delicioso. El que quiera tener el alma limpia ha de tener limpio el cuerpo. Las manchas exteriores son signo de las interiores".
Este baño, situado en la actualidad en diversas viviendas de la calle del Agua y callejón de la Almona y en 1764, el Padre Echeverría hizo una traducción e la inscripción que había adornado su entrada: "Él (Dios) crió las aguas y puso parte de ellas sobre el cielo para que se bañasen los ángeles, y parte de ellas sobre la tierra, para que se bañasen los hombres. El baño es laudable y delicioso. El que quiera tener el alma limpia ha de tener limpio el cuerpo. Las manchas exteriores son signo de las interiores".
En el siglo XVI fue parcialmente demolido para que la ganancia por los materiales recuperados pagasen la ropa castellana que deberían vestir las moriscas sin recursos. Si bien ha llegado hasta nuestros días, es por sus fuertes muros y bien arriostrados para sostener las bóvedas, salvándolo de la ruina.
Dibujo de un capitel del baño del Albaicín realizado en 1889 por Manuel Gómez-Moreno Martínez en lápiz sobre papel que se conserva en el Instituto Gómez-Moreno de la Fundación Rodriguez-Acosta |
Contaba con una sala para desvestirse que desapareció hace tiempo, una sala de agua fría, alargada y con alcobas laterales -dividida en dos actualmente- que da paso a la sala templada a través de un arco escarzano. Esta sala, de grandes dimensiones con solería de losas de barro, 13 por 7 metros, cuenta con alcobas laterales abiertas por tres arcos de herradura ligeramente apuntados sostenidos por columnas y cubiertas por bóvedas de medio cañón con lucernas octogonales y estrelladas, mientras que la zona central de la sala estaba cubierta por una bóveda esquifada.
Dibujo de la planta del Baño del Albaicín por B. Pavón Maldonado |
A continuación se pasaba a una sala caliente, cuyo suelo esta agujereado y muestra los pilares de ladrillo que la sostienen. Es alargada y con alcobas laterales como en la sala fría. Cuenta con una pila de inmersión y con una segunda como testimonia las huellas. En el centro se abre una puerta que da acceso al horno y parte de la calle de los leñadores.
Alguno de los capiteles del baño del Albaicín son reutilizados de épocas anteriores, como éste que se ve, procedente probablemente de Madina Azahara |
Para su construcción se utilizaron capiteles traídos desde Córdoba (como en el Bañuelo) por los ziríes tras la ruptura del califato. Un par de capiteles procedente de estos baños se conservan en el Museo de La Alhambra y podrían proceder de un hammam privado del califa de Córdoba y que volvería a una similar reutilización en época posterior en Granada.
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