El Cardenal Cisneros en Granada

Busto del Cardenal Cisneros
en el convento de
San Juan de los Reyes
(Toledo)

Gonzalo Jiménez de Cisneros o Giménez de Cisneros era hijo de unos hidalgos pobres procedentes de Palencia aunque él nacería en Torrelaguna (Madrid) hacia 1436.​ Estudió teología y derecho entre Alcalá de Henares y Salamanca. En Roma fue ordenado sacerdote en torno a 1460, donde ejerció de abogado. En 1484 fue ordenado fraile de la Observancia Franciscana convirtiéndose en Fray Francisco y residiendo en San Juan de los Reyes (Toledo)

Busto en Torrelaguna a
Francisco Jiménez de Cisneros,
donde aportó en la construcción
de la iglesia parroquial, fundó un
hospital y el convento franciscano
Madre de Dios, así como el pósito

En 1478 ejerció como capellán mayor de
la catedral de Sigüenza (en la imagen)
y Vicario General de la diócesis

Fue a partir de 1492 cuando comenzaría a desempeñar cargos de relevancia como el de confesor real -por la intercesión del Cardenal Pedro González de Mendoza, protector de Cisneros, ante la reina Isabel I de Castilla-.

Nombrado arzobispo de Toledo en 1495, Cisneros puso un gran empeño en recuperar los textos del oficio y misa del rito mozárabe, que sólo se conservaba en la ciudad de Toledo y en la basílica de San Isidoro de León (España), en condiciones bastante precarias.

En 1499 partió al reino de Granada, con el encargo de asumir su evangelización, en colaboración del arzobispo fray Hernando de Talavera (quien era Arzobispo de Granada desde 1492). Cisneros, al contrario que la política tolerante del arzobispo fray Hernando, quiso imponer con mano dura la fe cristiana entre la población hispanomusulmana que aún vivía en la ciudad tras ser tomada, aniquilando sus creencias y su cultura, por ejemplo ordenando el bautismo de todos los moriscos granadinos, convirtiendo la Mezquita Mayor del Albaicín en la actual Iglesia del Salvador y expoliando la biblioteca de la Madraza de Granada, así como requisar cualquier texto escrito en árabe, separando aquellos que trataran sobre Botánica o Medicina (la Biblioteca de Alcalá de Henarés fue fundada por él con una amplia sección dedicada a estas ciencias) mientras que el resto, mayoritariamente ejemplares del Corán, fueron llevados a la plaza de Bib-Rambla, donde se quemaron en públicamente en una hoguera el 22 de febrero de 1502.

Escultura del Cardenal Cisneros en
Alcalá de Henares (Madrid)


Fue Cisneros quien, en 1501, instituyó la obligatoriedad de la identificación de las personas con un apellido fijo porque hasta entonces las personas se identificaban con su nombre y un mote que reflejaba el lugar de procedencia (por ejemplo, él se apellidaba Cisneros pues su familia procedía de dicha localidad de Palencia), el oficio o alguna característica de la persona. A partir de la ordenanza de Cisneros, el apellido del padre quedaba fijado y pasaría a ser el de todos sus descendientes.

Escudo de Cisneros en
el Ayuntamiento de Torrelaguna

En 1507 pasa a residir en Alcalá de Henares como Inquisidor General de Castilla y regente de España a la muerte del rey Fernando en 1516 (cuando Cisneros contaba ya 80 años de edad) hasta que el futuro Carlos I de Habsburgo, que se encontraba entonces en Flandes, viniera a España para ocupar el trono.

Se trata de una de las cinco copias de su
testamento que el Cardenal el 14 de abril
de 1512 (en papel vegetal y encuadernado
en piel), compuesta por 37 cláusulas y
dos concilios

La Capilla de San Ildefonso fue construida en
1516 como iglesia del Colegio Mayor San
Ildefonso de la Universidad de Alcalá de Henares,
donde se encuentran enterrados Francisco
Vallés y Antonio de Nebrija

Cenotafio del Cardenal Cisneros, obra de
Doménico Francelli (el mismo escultor del
sepulcro de los Reyes Católicos en la Catedral
de Granada?

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