Baño meriní de la Plaza de la Paz (Ceuta)

En la Ceuta medieval había una serie de
baños o hammam destinados a cubrir las
necesidades de la población

Planos de los baños meriníes de Ceuta


Con la finalidad de conservar el calor y facilitar el abastecimiento de agua, se rebajó el terreno para la construcción del baño, que quedaba parcialmente
 encajado en el suelo

Varias crónicas y descripciones mencionan algunos baños de gran riqueza pero únicamente se ha conservado éste de la plaza de la Paz que fueron construidos entre los siglos XII y XIII sobre una serie de estructuras que han sido interpretadas como restos de una vivienda y calle que han sido fechadas en torno al siglo XI. Posteriormente, en el siglo XIV se amplía la sala fría, en época meriní, construyendo un vano con arco de herradura geminado que daba acceso a este nuevo cuerpo de planta rectangular con bóveda de aristas con lucernas estrelladas y dos alhanías.

Abastecimiento de agua en la sala fría 

Una de las alhanías de la sala fría

Bóveda de aristas con lucernas estrelladas 

Desde un punto de vista funcional el baño consta de cinco elementos consecutivos que suelen ser comunes en la mayor parte de ellos. El vestíbulo o bayt al-maslaj era el primer espcacio que encontraba el visitante, donde se encontraba el vestuario, donde dejaba la ropa y las letrinas. Aquí tomaba toallas y un calzado con una suela alta para aislarse del suelo, debido a la alta temperatura que alcanzaba en la sala caliente. 

Restos arqueológicos de las letrinas,
antes del acceso a la sala fría

Sala templada o bayt al-wastani

El techo de los baños era abovedado y en él se abrían luceras protegidas con cristales para iluminar el interior de las salas pues el único vanos al exterior era la puerta de acceso. A continuación, había una serie de salas que solían encontrarse alineadas o formando un ángulo recto como la sala fría o bayt al-barid, después la sala templada o bayt al-wastani y por último la sala caliente o bayt al-sajun, construida esta última sobre pilares entre los que discurría aire caliente procedente del horno, para calentar el suelo sobre el que se arrojaba agua fría que contribuía a llenar de vapor esta sala, además que en algunas ocasiones, se hervía agua en un recipiente cuyo vapor se conducía a la sala. 

El hipocausto del suelo de la sala caliente
es visible a través de unas planchas de cristal


Una serie de tuberías empotradas en las
paredes permitían la salida del aire del
 subsuelo, a modo de chimeneas que
servían también para caldear la estancia

También existían unas dependencias auxiliares o zonas de servicio en las que se situaba el almacén de leña, el horno y la caldera (al-burma) para calentar el agua. 


Tras la conquista portuguesa de Ceuta, el baño deja
de tener uso, es 
despojado de pavimentos y materiales
 suntuarios y se ensanchan las puertas derribando, sus
arquerías, para conseguir entradas más amplias
para usar el espacio para almacenaje

Finalmente, los restos del hammam meriní se
conservaron en 1974 al urbanizar el solar en
el que se encontraban, transformándolo en
una plaza pública con espacios ajardinados 

En el año 2000 se restauraron por última vez,
abriendo al público en 2006



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