El desarrollo constructivo de La Alhambra


Estas maquetas de metal fueron colocadas en 1997 en la
entrada a la visita del monumento para hacer entender
al visitante la evolución de La Alhambra desde sus origenes


La Alhambra se asienta en la colina de la Sabika, a cuya falda se extiende la ciudad de Granada, que se abre hacia la Vega, con la que comparte su evolución histórica. Granada, cuyas huellas ibérica y romana se han documentado, fue una corte musulmana por primera vez bajo el reino taifa de los Ziríes (siglo XI), con sede en el actual barrio granadino de Albaycín y en algunas construcciones de la misma Alhambra. Ese origen del conjunto arquitectónico comenzó en la primitiva fortaleza situada en un extremo de la Sabika, establecida quizá por Sawwar b. Hamdun durante la segunda mitad del siglo IX, y que se desarrolla en el siglo XI, siendo la Alhambra un lugar defensivo, desprovisto aún de estructura urbana, pero que, unido al recinto de Granada, se integra a la ciudad.


Los orígenes de La Alhambra (siglo XI)

Es a partir de este pequeño recinto fortificado cuando nace, en el siglo XIII, la ciudad palatina: se desarrolla hacia el interior del promontorio rocoso, a lo largo del eje fundamental de la Acequia Real. La segunda y última corte musulmana granadina fue bajo los Nazaríes (1238-1492), principales constructores de La Alhambra. Éstos convirtieron a Granada en la capital del reino, ampliando su muralla y sus barrios. La Torre del Homenaje de la Alcazaba de la Alhambra constituye la primera residencia nazarí y las bases de la urbanización de la Alhambra, con la aparición de la mezquita Mayor y de los baños, no son anteriores al tiempo Mohammed III. La Alcazaba, considerado el recinto residencial y militar más elevado de la colina, es también la zona en la que se situaban las construcciones más antiguas (siglo XI). Es a partir del siglo XIII cuando planifican y desarrollan el recinto urbano de La Alhambra, creando una muralla con unas treinta torres (en tamaños y formas variadas), calles y puertas. Posteriormente, definida la idea de ciudad palatina, se identifican las primeras edificaciones palaciegas y estructurales del recinto en ese mismo siglo XIII. Ya en el siglo XIV se alcanza el máximo desarrollo de la dinastía nazarí y surgen los edificos públicos y oficiales. 

Maqueta de La Alhambra en el siglo XIII

Posterior planificación urbana (siglo XIII)

La Alhambra nazarí fue una ciudad palatina concebida y edificada para el servicio de la corte granadina. Su estructura urbana, heredera de la más pura tradición andalusí e islámica está perfectamente organizada y dotada de los mismos servicios que cualquier ciudad pero con un área reservada al monarca. Al servicio de esta corte estaba la medina, pensada para cubrir cualquier necesidad de los palacios, organizada en torno a una calle principal estaba el baño de la mezquita, comercios, etc. Había casas donde vivían servidores y funcionarios de la Corte y con grandes recintos y palacios como el de Abencerrajes o el que luego ocupó el Convento de San Francisco (actual parador nacional). A medida que la calle principal o Calle real asciende se observa la jerarquización de su trazado: casas ricas y nobles cerca de la zona palatina, edificios públicos a continuación y contrucciones de fines artesanales y casas menos ricas en la parte más elevada. Dos modos de vida: el de la corte nazarí y el de la plebe que está a su servicio.

La zona alta de la ciudad la ocupaban pequeñas industrias artesanas, hornos para vidrio y cerámica, tenería para curtidos, una ceca para acuñar moneda, la acequia del sultán, callecitas, callejones y cobertizos completaban la ciudad. La especifidad de la ciudad palatina reside en la dualidad de su territorio: es a la vez rural y urbano. La Alhambra absorbe los recursos de un espacio rural donde la ciudad palatina se abastece y se extiende, instalando una almunia, el Generalife, a partir de los primeros años del siglo XIV, luego la de Dar al-'Arusa, a mitad del siglo XV; simultáneamente, la Alhambra mantiene relaciones con un espacio urbano muy cercano, el de la ciudad de Granada. La Alhambra se alimenta con sus campos: abastecen sin duda alguna de materias primas los talleres artesanales recuperados en la parte oriental del recinto en los años veinte; los restos de hornos alfareros y los vestigios de una pequeña curtiduría dejan suponer, para su funcionamiento, que la Alhambra sea el centro rural.


La Alhambra en el siglo XIV; principales edificios

La Alhambra nazarí aparece como una ciudad palatina, desarrollada por encima de la ciudad de Granada, la cual por otra parte se afirma plenamente como una ciudad identitaria con la fundación, en 1348 de una madrasa. Mohammed III, el tercer monarca nazarí, había fundado la mezquita Mayor de la Alhambra y los baños vecinos. Así la Alhambra ocupa un lugar esencial en la historia urbana del mundo musulmán, permitiendo inscribir la historia urbana de al-Ándalus en la historia de la ciudades del Islam, poniendo de relieve al mismo tiempo alternativas regionales entre Oriente y Occidente.


Máxima expansión de La Alhambra en época nazarí

La ciudad palatina de la Alhambra y la ciudad de los ciudadanos en Granada dejan, en sucesivas ocasiones en la historia del reino nazarí, la imagen de dos ciudades enfrentadas una a otra. Bajo el reino de Nasr (1309-1314), su primo Abú l-Walíd reivindica el poder y se esfuerza en sublevar a los granadinos: en la primavera de 1310, se presenta a las puertas de Granada, entrando por el arrabal del Albaicín e instalandose en la Alcazaba Qadima, frente a la Alhambra, donde el rey se refugia. En la primavera de 1486, Boabdil convenció a su causa a la población del Albaicón, mientras que su tío El Zagak tenía el poder de la Alhambra; las dos ciudades se llevan durante dos meses una verdadera guerra de la que Boabdil sale vencido, antes de reanudar la lucha en el otoño y apoderarse de la ciudadela de la ciudad palatina en abril de 1487.

“Vista y perfil de la fortaleza del palacio de la Alhambra” 
(1766-1767) por José de Hermosilla (Llerena, Badajoz, 1715-
Madrid, 1776) expuesto en la Real Academia de Bellas Artes
de San Fernando en Madrid

Aunque la ciudad de La Alhambra es la gran construcción del sultanato nazarí, posee posteriores aportaciones (siglo XVI hasta nuestros días). Tras la conquista cristiana en 1492, hasta nuestros días, La Alhambra ha seguido evolucionando como una ciudad viva con nuevos edificios; desde el siglo XVI son las modificaciones de las fortificaciones y la construcción del palacio renacentista de Carlos V (iniciado en 1526).


La Alhambra tras la conquista cristiana, a partir del siglo XVI


Por lo tanto, la fortificación de la Alhambra fuera obra de una sola planta, ni de una misma época, estando rodeada por una muralla que la hace inexpugnable. En ella se abren cuatro puertas: Armas, Arrabal, Justicia y Siete Suelos. Por la cara interna, una calle ronda ponía en comunicación diversos recintos y servía como foso de protección. Las torres le dan al conjunto su aspecto fortificado.

La Alhambra es una de las pocas acrópolis 
musulmanas medievales que ha llegado en
buen estado de conservación, sobreviviendo
a la destrucción del hombre y el tiempo, uno
de los palacios reales conservados del
mundo islámico 

Entre las torres, de distinto tamaño y forma, hacen creer que fueron construidas en períodos diferentes y con distintos fines, siguiendo tal vez el propio proceso de crecimiento de la corte nazarí, por la necesidad de ir aumentando el recinto fortificado, a diferencia de otras fortalezas andalusíes que guardan mayor simetría en su estructura. De acuerdo con la clasificación hecha por José Manuel Gómez Moreno Calera, se pueden distinguir hasta cinco tipos de torres diferentes en La Alhambra:

El gran número de torres huecas, muestran que no tienen un excesivo carácter militar, haciendo que la fortaleza pierda su carácter defensivo, tal vez porque los nazaríes no temían tanto un largo asedio militar exterior como la protección del enemigo interior, por la abundancia de posibles herederos al trono granadino, protegiendo a la familia real de las continuas rebeliones, traiciones y golpes de estados que se sucedieron, organizando los espacios áulicos como cámaras de seguridad donde proteger a los miembros de la familia real de la traición de sus propios familiares.

Maqueta de la Alhambra y su entorno



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