Jardín nazarí: laurel
Las hojas de laurel han sido utilizadas desde la Antigüedad como condimento de guisos y en la elaboración de escabeches |
En al-Ándalus, llamado qar. Desde la Antigüedad clásica se asoció con los cultos délficos al dios Apolo. Los emperadores romanos se coronaban con laurel (laurus nobilis) y, posteriormente, los médicos y geóponos de al-Ándalus lo citaron en sus tratados. Según Ibn al-Awwam (siglo XII), a los laureles les gusta estar cerca de arbustos aromáticos. Los andalusíes creían que sus hojas ahuyentaban a los reptiles y tranquilizaban a los niños llorones.
El uso culinario del laurel se debe sobre todo a su agradable aroma, pero el éxito del laurel en la cocina también se relaciona con su capacidad para disminuir la flatulencia y los gases, ya que contiene cineal y eugenol, aceites esenciales de efectos carminativos.
Los laureles, con una corteza lisa y de color gris verdoso, pueden ser machos o hembras y tanto unos como otros poseen flores amarillentas que aparecen en racimos. En el sur de España vive en barrancos húmedos, y en el norte de la Península forma bosques.
Laurel fotografiado en octubre 2020 en el parque Mohammed I de Madrid |
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