Baño del arrabal de los Alfareros

Este fue el baño más importante del arrabal de los Alfareros o al-Fajjarin, en la confluencia de la calle Moral Alta con la de Santiago, junto al convento de las monjas de Santiago, en cuyos archivos, Luis Seco de Lucena Paredes descubrió referencias a la venta de este edificio tanto en tiempos islámicos como ya en el siglo XVI, cuando todavía la calle Moral era conocida como del Baño.

En la confluencia de la calle del Moral con la
calle de Santiago se situaba el baño más importante
del arrabal nazarí de los alfareros

En 1915 Antonio Almagro y Diego Marín, en representación de la Real Academia de la Historia y de la de San Fernando elevaron un informe sobre este baño, que hasta entonces había pasado desapercibido.

En el siglo XX aún era visible una de sus naves laterales, cubierta con una bóveda de medio cañón realizada en ladrillo y asentada en muros de argamasa en la que se abrían veintiséis tragaluces con forma de estrellas de seis puntas. Precisamente, las dimensiones de esta nave hacen pensar que en su conjunto el edificio debió ser de mayores dimensiones que el Bañuelo (hamam al-Yawza) de la carrera del Darro.

El edificio estaba junto al convento de las 
monjas de Santiago, en cuyo archivo
Luis Seco de Lucena Paredes descubrió 
referencias a la venta de estos baños
tanto en tiempos islámicos como ya en
el siglo XVI, cuando aún la calle Moral
era conocida como del Baño

En el verano de 1967, la casa en la que estaban embutidos los restos del Baño de los Alfareros fue derribada y sobre su solar se construyó un edifico de viviendas.