La Batalla de Guadalhorce (1326)
Coincidiendo con el 695 aniversario de la Batalla del Guadalhorce aprovecho para hablar de ella en este post. Gracias a la importante victoria en esta batalla, el célebre escritor Don Juan Manuel, Príncipe de Villena y nieto de Fernando III de Castilla, consiguió un gran prestigio.
Éste posible retrato de Don Juan Manuel aparece en el Retablo Virgen de la leche de la catedral de Murcia. |
De acuerdo al "Chronicon Domini loannis Emmanuelis" de Don Juan Mauel, la batalla se libró el día 29 de agosto de 1326, aunque otros autores como Luis Suárez Fernández y Salvador de Moxó, afirmaron que tuvo lugar en los meses de junio o julio de ese mismo año.
La batalla de Guadalhorce fue un combate librado a orillas del río del mismo nombre (cerca de Teba o en la vega de Archidona, dependiendo de los autores), al que los granadinos llamaban guadi Talyira, entre las tropas del reino de Castilla, al mando de Don Juan Manuel, Príncipe de Villena y las del reino nazarí de Mohammed IV, comandadas por el general Utman b. Abi l-Ula, más conocido como Ozmín por los castellanos.
Mapa del reino nazarí de Granada donde se puede identificar el río Guadalhorce |
En junio de 1319 el general granadino Ozmín que resultó derrotado en esta batalla, había infligido una gran derrota a los castellanos en el "Desastre de la Vega de Granada". El 18 de junio de 1320, los integrantes de la Hermandad General de Andalucía, representados por Pay Arias de Castro, acordaron una tregua de ocho años en Baena con el rey Ismail I de Granada, a la que también se adhirieron más tarde el infante Felipe de Castilla, el reino de Murcia y su adelantado mayor Don Juan Manuel.
Sin embargo, la ciudad de Córdoba y su reino quedaron excluidos de la tregua y aprovechando la anarquía existente en Castilla por la minoría de edad del rey Alfonso XI, Ismail I recupera en una rápida campaña las localidades de Huéscar, Orce, Galera y Baza, y un año después (1325), conquista y saquea la villa de jienense de Martos.
Cuando Alfonso XI alcanza la mayoría de edad, se restablece la autoridad real en Castilla. Don Juan Manuel, que poseía una de las mayores fortunas de Castilla, fue nombrado mayordomo mayor del rey y adelantado mayor del reino de Murcia, además de adelantado mayor de la frontera de Andalucía, según consta en el capítulo LIV de la Gran Crónica de Alfonso XI.
"E dio el rrey el ade/lantamiento de la frontera a este don Joan, e mandole dar sus cartas para todos los rricos omes e conçejos de las çibdades e villas e lugares de la frontera que le oviesen por su adelantado e fiziesen por el todas las cosas quel fiziese e dixese que era servicio del rrey. E don Joan fuese a la frontera a seruir al rrey en el ofiçio del adelantamiento."
Don Juan Manuel se dirigió rápidamente a la frontera para combatir a los musulmanes, cumpliendo así las órdenes del rey, que aunque deseaba ardientemente combatir a sus enemigos, era demasiado joven para ir a la guerra. En la Crónica de Alfonso XI consta que cuando el rey Mohammed IV, que era menor de edad, fue informado de que Don Juan Manuel había sido nombrado adelantado mayor de la frontera por lo que decidió enviar a su general Ozmín para que penetrase en territorio cristiano y lo devastase hasta cerca de las puertas de Córdoba.
Mientras Don Juan Manuel pacificaba la frontera y hacía los preparativos de la campaña en la ciudad de Córdoba, junto a los caballeros de la Órden de Calatrava y la Órden de Santiago. Cuando el papa Juan XXII fue informado, en agosto de 1326, de que los castellanos se preparaban para luchar contra el reino de Granada, prometió que les ayudaría.
Don Juan Manuel fue informado de que el general Ozmín estaba en Antequera con el ejército nazarí, por lo que deicidió abandonar Córdoba y partir con sus tropas hacia la frontera, dispuesto a presentar batalla. Plantaron sus tiendas cerca del río Guadalhorce, que es llamado Guadalferez en la Gran Crónica de Alfonso XI.
A la mañana siguiente, al despuntar el alba, Don Juan Manuel ordenó levantar el campamento e hizo que sus tropas se armaran y las ordenó para el combate, y poco después se dirigieron a Teba, situada al sudoeste de Antequera y cerca del río Guadalhorce. Cuando aún estaban un cerca de Teba, los cristianos divisaron a una gran masa de caballería granadina que se acercaba hacia ellos procedente de Antequera y que atacó a la retaguardia castellana; muchos caballeros cristianos murieron y otros muchos retrocedieron para avisar a la vanguardia gritando «Santa Maria val».
Cuando Don Juan Manuel supo esto, desmontó de su caballo y, tomando la célebre espada Lobera (que había pertenecido a su abuelo Fernando III) pronunció una siguiente oración antes de lanzarse al combate con tal ferocidad y energía que hicieron huir a sus enemigos, a los que el propio Don Juan Manuel reconoció como buenos guerreros.
Ozmín y sus hombres emprendieron la retirada hacia Antequera, mientras los cristianos les perseguían, y el general granadino, según consignó la Gran Crónica de Alfonso XI, iba mesándose su larga barba blanca y "con gran saña de su mala ventura" arrojó al suelo su espada y juró que no la llevaría puesta en un año.
Los vencedores agradecieron a Dios la victoria conseguida con las manos alzadas, y le prometieron realizar ayunos y limosnas por el bien que les había otorgado, y a continuación regresaron al campo de batalla y comprobaron que sus bajas ascendían solamente a ochenta muertos. El historiador Joseph O´Callaghan señaló que la bandera del rey Mohammed IV fue capturada en la batalla y que en esta murieron, según afirma el Poema de Alfonso XI, tres mil musulmanes.
A la mañana siguiente, las tropas de Don Juan Manuel se dirigieron hacia Teba y Ardales y posteriormente a Córdoba donde fueron recibidos como los triunfadores de esta batalla. Don Juan Manuel fue felicitado por el papa Juan XXII y por el rey Jaime II de Aragón, y hay constancia de que este último lo hizo por medio de una carta el 14 de octubre de 1326.
Escudo de Armas de Don Juan Manuel |
En el verano de 1327 Alfonso XI conquistó, con la ayuda de las órdenes militares, las villas de Olvera, Pruna y Ayamonte y Torre Alhaquín, según consta en los capítulos LXXII y LXXIII de la Gran Crónica de Alfonso XI, y ese mismo año el almirante Alonso Jofre Tenorio derrotó en una batalla naval a una escuadra musulmana, hundiendo cuatro galeras y capturando otras tres y ocasionando a sus enemigos más de 1.200 muertos y heridos.
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