Ermita de los Tres Juanes

En el Cerro del Castillejo, bajo una antigua 
cantera en desuso, se encuentra la Ermita de
los Tres Juanes en Atarfe, Granada

Esta cima del Cerro del Castillejo, en el municipio de Atarfe (Granada), ha supuesto durante el transcurso de los siglos, un punto de referencia para los pobladores de la fértil vega que se abre llana y limpia. Los restos de alguna muralla son muestra de historias legendarias del castillo árabe que una vez coronó este cerro perteneciente a Sierra Elvira. 

Medina Ilbira, la ciudad de Elvira, está situada en las faldas de Sierra Elvira en el valle que la une con la población de Atarfe. Fue capital (hadira), de la cora (kura) o provincia de al-Ándalus llamada igualmente Ilbira. Elvira tuvo importancia desde el comienzo de la invasión musulmana; muestra de la prosperidad de la ciudad y su esplendor son las lámparas, portacandiles, y otros objetos de bronce y la cerámica de diferentes tipos.

Lámpara hallada en Medina Elvira y
expuesta en el Museo Arqueológico de Granada

Con la disgregación del califato cordobés se hace un reparto territorial naciendo los reinos de taifas, quedando la cora de Elvira en manos de la tribu bereber Sinhaya, que al mando de Zawi toma Elvira y traslada la población y la capital a Granada en el año 1010, sin embargo la ciudad no quedó yerma y arruinada como relatan algunos autores del pasado, sino que perdió importancia al perder la mayor parte de su población hasta convertirse paulatinamente en una pequeña aldea habitada hasta el siglo XV como demuestran algunos restos hallados allí de las épocas almorávide y almohade (siglos XI-XIII) y nazarí (XIII-XV), y que se conservan en el Museo Arqueológico de Granada.

La ermita se levanta sobre un antiguo
castillo hispanomusulmán

En este período de decadencia para la ciudad destacó la Rabitat al-'Uqba o "Rábita del Águila", que parece estuvo en el cerro de la Ermita de los Tres Juanes, una de las rábitas sufíes más importantes de su época.

Es fácil adivinar porqué los musulmanes granadinos eligieron este emplazamiento, a más de 860 metros de altitud, para establecer un bastión defensivo ya que desde esta posición de privilegio se disponía de un control absoluto de la Vega de Granada. Finalizada aquella época de luchas entre musulmanes y cristianos, el tiempo y el abandono se encargó de ocultar las piedras levantadas por los andalusíes.

Este castillo del que quedan escasos vestigios identificables, forma parte de la Ruta de las Fortalezas de la Vega de Granada junto con la Muralla de Santa Fe, la Torre de Roma (Romilla), el Castillo de Láchar, el Castillo de Colomera y el Torreón de Sierra Elvira (Albolote).

Vistas de Sierra Elvira desde la ermita

Cuenta la leyenda que allá por el siglo XVIII, una misteriosa figura frecuentaba una grieta de este cerro. A la puerta de esta, florecía en pleno invierno un frondoso rosal. Cuando los vecinos del lugar se atrevieron a visitar la zona, descubrieron que junto a la planta, yacía el cuerpo de una prostituta quién se había retirado a este lugar para hacer vida contemplativa. Este hecho es conocido como el milagro de la Raja Santa. Pasaron los siglos, y un vecino de la localidad de Atarfe depositó en este cerro su meta vital. Su nombre era Juan de Dios Sánchez Pozo, comenzando su objetivo personal levantando aquí una ermita en honor a los Tres Santos Juanes, un edificio, de cruz latina, con tres naves y bajo el que se encuentra un gran aljibe moderno. Comenzó en 1941 pero la muerte le sorprendió cuando las obras no habían concluido. Corría el año 1949 y nunca tuvo el uso religioso que le confirió su promotor, siendo restaurada en 1990 con fines culturales.


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