Las yeserías nazaríes

Actual taller artesano de yeserías en La Alhambra



La yesería es una técnica artística fundamental en el arte nazarí y a pesar de tratarse de un material perecedero, no hay que atribuir su utilización a la pobreza o a la escasez. Evidentemente, existían consideraciones económicas y de rapidez, dado que el yeso es mucho más fácil de trabajar que la piedra y fácil de reemplazar. 

El arco de yesería no debe verse como un dispositivo de
ocultación de la realidad sino al servicio de
la ambientación de los espacios como
en el Palacio de Los Leones


Una decoración similar se realizaba con anterioridad en al-Ándalus, cuando se encontraba gobernada por los Omeyas, pero tallándolas sobre losas de mármol blanco para trazar los relieves de las inscripciones y los motivos vegetales (como se conservan en algunos ejemplos de la Mezquita de Córdoba). Sin embargo, en época nazarí se elaboraban con paneles de yeso endurecido con mármol en polvo, materia más pobre pero no por ello menos duradera y hermosa.

Mineral de yeso

El arte nazarí rechazó el uso de la piedra en muros y decoraciones y en cambio supo sacar provecho de las virtudes del ladrillo, la madera y el yeso por ser materiales que permiten el paso del aire, su capacidad para absorber elementos polucionantes y amortiguar las variaciones de la humedad. Si deseaban que el yeso fraguase con ligereza, añadían vinagre o azúcar a la pasta del yeso para facilitar el proceso y si por el contrario deseaban una transformación lenta, los artesanos utilizaban sal.

Panel de yesería nazarí de la Alhambra (siglo XIV)

Una masa de yeso muy líquida se vertía en artesas o cajones de madera de forma cuadrada de algo menos de una vara de anchura y una pulgada de grosor antes de que fraguara al cabo de unas horas y esperar tres días para que adquiriese la suficiente dureza y sequedad. Pero antes, cuando el yeso aún líquido ocupaba el espacio dejado por el molde, los artesanos lo movían con una espátula para evitar que se formasen bolsas de aire, lo que arruinaría el proceso, esmerándose para que la superficie quedase lisa, pues en ella se calcaba el dibujo y extraer después el yeso sobrante. 

El hombre no puede llegar a la perfección de la naturaleza, de ahí que renuncie a copiarla para entregarse a su contemplación o a plasmar un reflejo de sus formas para llegar a la palabra divina. Existió una evolución de las formas, desde las más simples de tradición almohade (las hojas lisas) hasta las más complicadas con nervaduras de tradición almorávide. Aunque aparecen con frecuencia elementos claramente definidos como la piña resulta difícil la identificación realista del ataurique con las plantas en las que se inspira. 

El yeso, rudimentario y vulgar, se transforma
en el más puro encaje ante nuestros ojos
gracias a las manos de los artesanos


Las técnicas para elaborar las inscripciones consistían en calcar con polvo de carbón sobre paneles de estuco, los lemas de la dinastía nazarí o motivos vegetales o geométricos como se ha comentado. Antes escribían en un papel el lema o la frase elegida que debían pasar a la superficie del yeso. La calcaban presionando con un punzón de madera y, luego, procedían a marcarla y rayarla con un estilete para poder comenzar a extraer el material sobrante y dejar en relieve la inscripción. 

A continuación se extraía con unas gubias y estiletes, con paciencia y minuciosidad, la materia sobrante del panel para dejar aisladas, en relieve, las inscripciones con los poemas y los lemas oficiales que decoran los palacios nazaríes de La Alhambra, así como los complejos motivos vegetales y geométricos antes de proceder a aislarlos con una lija fina y aplicarles el color. Otro motivo muy repetido es la concha, símbolo del agua, origen de la vida, monopolio del Creador. Desde Venus hasta el bautismo cristiano la concha fue siempre sinónimo de vida, fertilidad y purificación.

Yesería nazarí del siglo XIV procedente 
de La Alhambra que representa una concha

El siguiente paso era dar una aguada de cal sobre la superficie del panel de estuco para favorecer la aplicación de color. Se preparaban los colores y los finos pinceles para aplicarlos. Los colores empleados más comunes eran el azul, obtenido de zurita, para los fondos; el rojo, sacado del cinabrio, y el verde elaborado con el óxido de cobre. De este modo las letras árabes o los motivos geométricos o vegetales aparecían nítidos, con las aristas rectas, si. rebabas, y los colores uniformes.

La pintura azul en las yeserías era obtenido de la zurita
y era muy utilizado para cubrir los fondos

Restos de policromía en las yeserías de
La Alhambra


Comentarios

  1. Es altamente interesante como describes el uso del yeso en el reino nazarí de Granada. Curiosas son las filigranas decorados y artesanías que hacían que son de una belleza deslumbrante para la época. O mejor dicho precisamente gracias a la época en que se hacían. Hoy en día los lugares en los que se usa el yeso por ejemplo en construcción si haces los techos con este material puedes a la vez hacer según el artesano decorativos muy interesantes. En Mallorca el profesional que trabaja el yeso se le llama Guixaine y en su momento fue una profesión muy demandada hasta hace poco.
    Qué belleza pues esas artesanías que hacían en Granada y en el mundo musulmán de la época clásica y que han derivado a profesiones hoy en día similares o parecidas pero para nada con tanto esplendor de aquella época.

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  2. Es altamente interesante como describes el uso del yeso en el reino nazarí de Granada. Curiosas son las filigranas decorados y artesanías que hacían que son de una belleza deslumbrante para la época. O mejor dicho precisamente gracias a la época en que se hacían. Hoy en día los lugares en los que se usa el yeso por ejemplo en construcción si haces los techos con este material puedes a la vez hacer según el artesano decorativos muy interesantes. En Mallorca el profesional que trabaja el yeso se le llama Guixaine y en su momento fue una profesión muy demandada hasta hace poco.
    Qué belleza pues esas artesanías que hacían en Granada y en el mundo musulmán de la época clásica y que han derivado a profesiones hoy en día similares o parecidas pero para nada con tanto esplendor de aquella época.

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