Conferencia: “Los Muros de Granada hablan árabe”
Podéis estar al día de esta y otras actividades visitando la página de MAN |
Ayer 27 septiembre 2018 por la tarde tuve la suerte de asistir a una conferencia en la sala de conferencias del Museo Arqueológico Nacional MAN sobre el estudio de las inscripciones nazaríes que ha realizado Juan Castilla Brazales, director de la Escuela de Estudios Árabes (EEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC (2005-2013). Junto a él se encontraban John R. Rosenberg, director de la Cátedra “Washington Irving” de la Brigham Young University de Utah (EEUU), cátedra que se creó en 2015 para mantener relaciones con instituciones españolas, así como Carmen Marcos Alonso, directora adjunta del MAN.
La conferencia, que duró una hora, fue desarrollada en su totalidad por Juan Castilla quien hizo un repaso del estudio y catalogación de las 9.000 inscripciones árabes de la Alhambra que ha recogido en diversos artículos y libros de contenido científico. Bajo el título “Los Muros de Granada hablan árabe”, la exposición se estructuró en cuatro puntos:
• Unas notas sobre epigrafía árabe
• La epigrafía árabe de La Alhambra
• Un proyecto concluido: “El Corpus epigráfico de la Alhambra”
• Un proyecto en marcha: Catálogo y estudio de las inscripciones árabes de Granada.
Unas notas sobre epigrafía árabe. La escritura árabe, por su estética y diseño, se presta para decorar los espacios arquitectónicos y los objetos. Particularmente en la arquitectura, la epigrafía árabe tiene el objetivo de: dar fe de obediencia a Allah; testimoniar la generosidad del monarca; suplir a las artes plásticas. Hay dos tipos de escritura fundamentales en la epigrafía árabe: la kufi o cúfica y la nasji o cursiva.
La escritura cúfica toma este nombre por desarrollarse en la ciudad de Kufa en Irak y es la utilizada para escribir los primeros libros coránicos, siendo una letra sobria y elegante, que se enlazan con otras piezas ornamentales pero principalmente se diferencia de la cursiva o nasji por prescindir los puntos diacríticos que diferencian el significado de las palabras por lo que su lectura es más complicada. En cambio la caligrafía cursiva surgió con posterioridad y proviene de la caligrafía utilizada por los copistas. Pero además, en la Alhambra se da un tercer tipo, denominada mixta, mezcla de la utilización de las dos anteriores caligrafías.
Tras esta introducción sobre epigrafía árabe, la conferencia se centró en la existente en La Alhambra, comenzando por mostrar la evolución de los estudios al respecto ya que desde el siglo XVI, tras la conquista del Reino nazarí de Granada por los Reyes Católicos, surge la curiosidad por conocer el significado de las inscripciones árabes que aparecen en todo el territorio ocupado por los cristianos. Para ello se encargó a los romanceadores del Consejo, un organismo perteneciente al ayuntamiento de la ciudad, que realizaran un informe donde se traduzcan cada una de ellas y que sobrevivió hasta el siglo XVIII aunque desapareció posteriormente. Paralelamente, el morisco Alonso del Castillo también se encarga de realizar este mismo trabajo pero más incompleto y que sí ha sobrevivido hasta la actualidad y que tiene un gran valor por conservar algunos fragmentos de inscripciones de edificios que han desaparecido.
En el siglo XVIII se produjeron otras obras bibliográficas pero de menor valor científico de autores como Casari, Echevarría y otros viajeros europeos que llegaban a Granada como precursores del movimiento romántico del siglo XIX. También en el siglo XIX un autor destacó, Lafuente Alcántara, catedrático de la Universidad de Granada que desgraciadamente murió joven, con unos treinta años de edad, y que da comienzo a los primeros estudios académicos sobre las inscripciones árabes. En la actualidad, estas inscripciones siguen un análisis metodológico y exhaustivo, apoyado en las innovaciones tecnológicas.
Desde la Escuela de Estudios Árabes de Granada han concluido el proyecto “El Corpus epigráfico de la Alhambra” cuyo objetivo era clasificar las leyendas epigráficas del monumento que se encuentran en numerosos espacios de la ciudad palatina, desde el Palacio de El Mexuar, en la Puerta del Vino o en la Puerta de la Justicia. Según este estudio, primero han catalogado los letreros epigráficos según el tipo de escritura o caligrafía: mixta, cursiva o cúfica. Pero también han continuado con una clasificación dependiendo del soporte donde se realiza (mármol, yeso, cerámica, madera, etc) contenido de estos mensajes epigráficos:
- Inscripciones votivas: las que la providencia desea felicidad, etc.
- Inscripciones jaculatorias: las que hacen alabanzas a Allah
- Inscripciones coránicas: con pasajes provenientes de El Corán
- Inscripciones regias: que contienen el nombre del monarca
- Inscripciones poéticas: con composiciones poéticas que en ocasiones hacen referencia a la utilización del espacio donde se encuentran
- Sentencias: con consejos o recomendaciones morales
- Inscripciones funerarias: principalmente las que aparecen en lápidas mortuorias
- Inscripciones fundacionales: donde se indica la fecha en que se construyó un edificio y por mandato de quién
Finalmente Juan Castilla expuso el estado del nuevo proyecto de catalogación exhaustiva de las inscripciones existentes en la ciudad de Granada fruto del convenio firmado el 1 de marzo 2018 para llevar a cabo este proyecto.
Fue un auténtico placer escuchar a Juan Castilla, siendo una conferencia tan amena que una hora supo a poco, haciendo llegar al público estos temas relacionados al estudio del árabe. Para conocer más obras suyas de reconocido crédito sugiero títulos como “Érase una vez al-Andalus” o “Andalusíes” o bien la novela “La Casa de los tulipanes”.
De izquierda a derecha John R. Rosenberg, Juan Castilla Brazales y Carmen Marcos Alonso |
Comentarios
Publicar un comentario