Palacio de Mohammed II


Plano ilustrativo de las zonas excavadas en el
Palacio nazarí del rey Mohammed II



Recientemente salieron a la luz unos restos arqueológicos que corresponden al núcleo residencial o privado del rey nazarí Mohammed II en el Cuarto Real de Santo Domingo, un palacio nazari del siglo XIII construido bajo su reinado (1273-1302). El palacio estaba adosado a uno de los torreones de la muralla del barrio de los Alfareros (rabad al-Faijarin) y formó parte de la Almunia Real o Huerta Grande de la Almanjarra (Yannat al-Manyara al-Kubrà).


Este espacio correspondería al zaguán,
una pequeña estancia de planta baja a
la que se accedía desde la planta primera 
de la vivienda principal y que permitía la
comunicación con la segunda de las 
viviendas

El yacimiento encontrado responde a dos viviendas nazaríes adosadas entre sí y situadas al sureste de la qubba o Salón de audiencias del monarca destinado a las recepciones oficiales. Estas casas guardan la típica disposición de vivienda andalusi de planta rectangular con eje longitudinal nordeste-suroeste, conformada por un patio central y pórticos enfrentados en los dos lados menores, compuestos por tres arcos sostenidos por pilares, similares a los del palacio de El Partal de la Alhambra. Estos pórticos precedían a los dos salones principales de las viviendas. 

Sorprendentemente conservados apareció este pavimento de
azulejos decorados con técnica de cuerda seca y
motivo de estrella de lazo de 8 puntas en tonalidad azul turquesa
sobre fondo blanco crema, situado en el extremo del pórtico
de la segunda vivienda



La comunicación entre la zona aúlica y pública del palacio con la zona residencial privada del monarca se realizaba a través de una puerta desde la galería porticada de la qubba, dando acceso a una pequeña sala interior y de ahí a la primera de las dos viviendas.


Destaca la singularidad de los azulejos de la fuente por
su disposición y su forma romboidal de tonalidades
blancas y negras con reborde poligonal de baldosas 
en tonalidad azul turquesa (la taza central era de 
mármol blanco)

La almatralla es un pavimento decorativo que marca
el acceso a la sala del salón principal de la primera
vivienda, realizado con azulejos con forma de estrella
de ocho puntas vidriados en tonalidades blanco y negro,
enmarcados con un reborde de tonalidad azul turquesa 


La mayor parte de estos restos arqueológicos pertenecen a la primera de las dos casas, de la que tan solo resta por excavar la estancia a la que da acceso el pórtico Nordeste. De la segunda vivienda tan solo se ha excavado el 10 % de su superficie estimada, que corresponde a la zona del patio inmediata al muro medianero entre las dos casas y a un extremo del pórtico Suroeste, donde se ha encontrado un pavimento de azulejos muy bien conservados. Todo ello hace suponer que la casa sería similar a la primera pero solo con tres crujías rodeando el patio, en lugar de las cuatro que posee la primera.

Restituciones virtuales

La alberca central y rectangular del patio
favorecía el frescor ambiental en verano
gracias a la evaporación del agua y
también permitía la comunicación 
entre las diferentes estancias de la
casa, dispuestas en sus cuatro frentes,
permitiendo también su ventilación e
iluminación interior

La alberca tiene pavimento de grandes baldosas cerámicas sin vidriar para favorecer la impermeabilidad del vaso. Para preservar el máximo tiempo posible la calidad del agua estancada, fue habitual revestir el interior con pintura de color rojo mediante el uso de la almagra, evitando así la proliferación de algas. Es posible que sus paredes interiores estuvieran decoradas con temas geométricos monocromos sobre el estuco a la almagra.


Los andenes y parterres que rodeaban la alberca eran simétricos entre si y conformaron los dos espacios perimetrales del patio que circundaban la alberca longitudinalmente. Los andenes, enlosados con grandes baldosas cerámicas, permitían transitar por el patio sin pisar los parterres de vegetación, los cuales estuvieron dispuestos unos 20 cm más bajos que la cota de los andenes, favoreciendo, asi, el riego por inundación y evitando que el agua rebosara e inundara el patio.


Estas viviendas contaron con planta baja y primera como
lo evidencian los tres núcleos de escaleras que han aparecido 
en la primera casa, situándose una de ellas en el zaguán 
de conexión entre ambas


Espacio de la cocina con los restos de tres hornos


La cocina estaba situada en el ángulo noroeste de la casa, y en ella se han localizado tres hornos; dos de ellos de mayores dimensiones y puerta frontal, uno realizado con ladrillos y otro con alpañata (especie de tierra arcillosa), destinados a la preparación de platos de carne o pescado. En medio de ellos se localiza otro más pequeño y excavado en el terreno, el típico para cocer pan.


La letrina se situaba en la misma crujía destinada
a la zona de servicios del palacio, a la que se
accedía desde el patio por una entrada en recodo
y elevada ligeramente con una apertura rectangular 
como se aprecia en la imagen, de unos 15 cm
de anchura, estando recubierta de mármol por
la impronta dejada por el mortero

El Proyecto de Edificio de Protección de restos arqueológicos en el Cuarto Real de Santo Domingo finalizó el 14 de abril de 2021 tras los sondeos realizados por el Ayuntamiento de Granada con la colaboración del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y del Ministerio de Cultura y Deporte con cargo a los Planes y Programas para la conservación del Patrimonio Arquitectónico e Histórico "1,5% Cultural".

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