Jardín nazarí: el ciprés (Cupressus sempervirens L.)




Los cipreses, emblema de los jardines de Granada

El ciprés común del Mediterráneo (Cupressus sempervirens var. stricta) es el árbol que caracteriza el paisaje y los jardines de los barrios históricos de Granada desde que fuera adoptado como representativo de la ciudad por el regionalismo, su número creció y hoy está fuertemente unido a su imagen.


En los viejos jardines de Granada, el ciprés
se usaba de diferentes maneras, como árbol
libre o recortado en fantásticas figuras

El vínculo de los cipreses con la perdurabilidad, y de ahí la vida del más allá y la muerte, lo hizo la planta típica de los cementerios, incluso en áreas lejanas a su distribución natural. Eso no impide que en muchos lugares, como es Granada, pero también en ciudades de Italia o del oriente mediterráneo, sea ampliamente usado como árbol de jardín.

Los cipreses florecen a finales del invierno
y en un mismo ejemplar se producen flores
masculinas y femeninas

Como la gran mayoría de las coníferas, son de hoja perenne, pueden alcanzar los 20 m de altura con un diámetro aproximado de unos 60 cm. Su porte es piramidal, de crecimiento rápido en los primeros años de vida, ralentizándose después y pudiendo alcanzar los 300 años de vida. Poseen un tronco recto y de corteza delgada en la que se forman fisuras longitudinales. Las hojas son muy pequeñas (2-6 mm de longitud) con forma de escama, alineadas en parejas opuestas y decusadas. 

Las piñas de los cipreses son abundantes en
sustancias de propiedades coagulantes y
son empleadas popularmente para tratar
varices y la tos compulsiva 

Las hojas del ciprés tienen forma de pequeñas escamas,
superpuestas a modo de tejadillo

El ciprés es un árbol resistente y longevo, pudiendo llegar a vivir más de quinientos años. Su madera es especialmente aromática, desprendiendo un olor similar al cedro. Su madera se trabaja fácilmente y no se pudre, por lo que se ha utilizado tradicionalmente en construcciones navales.

El carmen (del árabe karm, viña) es una tipología
residencial propia del Albaicín, compuesta de casa,
 jardín y huerto dispuestos en terrazas o paratas
para salvar el desnivel de la colina y cuyo origen
 se encuentra en la agregación parcelaria de
 antiguas propiedades moriscas que quedaron
libres  a partir del proceso de ruralización que
sufre el barrio tras la definitiva
expulsión de los moriscos en 1609

El Carmen de los Cipreses es un ejemplo de jardín con prominentes cipreses que forman desde simples columnas a paseos de arcos hasta llegar a la forma más complicada, glorietas con cúpulas de arcos superpuestos, a modo de templetes góticos vegetales, que abundaban en la ciudad a finales del siglo XIX. De su amplio y bello jardín sobresale la pérgola, la alberca y el corredor de cipreses.

Será en el siglo XIX cuando tenga lugar la
formalización definitiva que conforma
 la estética del Carmen actual


El Carmen de los Cipreses está considerado uno
 de los más representativos y antiguos de los que
se conservan en el Albaicín de Granada

A finales del siglo XIX fue el lugar de reunión
utilizado por Ángel Ganivet y otros intelectuales
 granadinos para celebrar tertulias literarias

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