El comercio de la loza dorada nazarí


La cerámica nazarí tuvo una gran difusión y comercio en el mundo medieval. Diversos documentos, así como textos de cronistas y viajeros, nos hablan sobre la cerámica nazarí. Algunos son simples anotaciones de cargamentos o menciones de cargas fiscales mientras otros emiten elogiosos comentarios sobre su belleza, uso o calidad especial. En 1350, Ibn-Batuta, natural de Tánger, escribía “en Málaga se fabrica la vajilla admirable y se exporta desde allí a los más remotos países”. Por ejemplo, el embajador de Muhammad IX y comerciante Muhammad al Bunyuli llegó a Egipto en 1440 como legado de los sultanes de Granada para visitar al sultán mameluco Al Zahrir Chamaq y obsequiándole con algunos objetos de su cargamento:

"Nosotros obsequiamos con algunas mercaderías andaluzas, de las que traíamos (para negociarlas) como ejemplares de cerámica malagueña, al-inchibar granadino, vestidos confeccionados con telas de seda y lana y otras cuantas menudencias"

Al describir los presentes que lleva al sultán mameluco, lo mejor y más apreciado de las tierras granadinas en el exterior, conocemos que no sólo ofrece la loza nazarí, sino que entrega como bien especial la arcilla, es inchibar (inybar, al-inchibar) y al que dedica unos versos, tal y como hace con el resto de los regalos:
"Elogio del Inchibar
De mi hechura lo sólido y bello contemplo
Me vestí de ropajes de color rojo vivo
Y después de haber sido un barro deleznable
Siento orgullo de verme en arte convertido
El hombre, con su mano, me creó obra perfecta Y alabo a quien me adorne con su más bello estilo.
Me elevé de la nada a un rango respetable
Y en mi rango de todos soy sin duda el más digno"

Como vemos, este tipo de cerámica era admirada y apreciada en Egipto, como cuenta el viajero egipcio 'Abd al-Basit b. Jalil, quien visitó el reino de Granada a mediados del siglo XV. Desembarcó en Málaga el 13 de diciembre de 1465 y vio en la alcazaba "una construcción para el agua en la que había tres grandes ánforas de porcelana de Málaga. No he vista nunca ninguna igual, ni nunca he oido hablar de nada semejante. Estas tres ánforas estaban dispuestas una al lado de la otra en la construcción destinada al agua potable, en el vestíbulo de aquella alcazaba, y cada ánfora tenía las dimensiones de un tigar; la embocadura era larga, más bien estrecha, con el cuello del género de las ánforas, no de las jabias; y estaban maravillosamente fabricadas y estupendamente adornadas de admirables y raras labores. Las hay de este género en nuestro país, pero no en la misma medida de grandeza y belleza artística". Otro compatriota suyo, Abd Al-Bâsit, durante su viaje a Granada y tras recorrer las tierras nazaríes, considera oportuno incluir en su descripción un comentario detallado de la arcilla con que se elabora la cerámica granadina, que confiesa como gran secreto de su calidad: "Esta ciudadela sobre la que ha sido construido este insigne palacio La Alhambra, o mejor dicho, esta grandiosa fortaleza con maravillosas torres y murallas espectaculares, está en la cumbre de una montaña de color rojizo, a sus pies y en la llanura se sitúa un lugar de donde se extrae una tierra de color rojo vivo que se asemeja al bol de Armenia y que es llamada en al Andalus tierra de inchibar mineral de este material se fabrican las jarritas en las cuales beben agua estos pueblos son jarritas de paredes muy finas y que es llamada en al Andalus tierra de inchibar mineral de este material se fabrican las jarritas en las cuales beben agua estos pueblos son jarritas de paredes muy finas, realizadas con excelentes artes que mantienen el agua fresca de hecho tienen otras ventajas y es que se dice y es una hecho reconocido, que beber de ellas depura la sangre".

Ataifor o cuenco de loza estannifera
decorada en reflejo metálico y óxido de
cobalto con decoración radial en dorado y
azul, realizado en un taller de Granada a
finales del siglo XIV y comienzos del
siglo XV y conservado en el
Museo de la Alhambra

También la reina Leonor (1241-1290), hija del rey de Castilla, casada con Eduardo I de Inglaterra, en 1289, hizo llevar a Portsmouth frutos secos y otros productos granadinos junto a lozas que actualmente se exponen en el Museo de la Torre de Londres (Registro del puerto de Porstmouth de frutos y "42 dishes, 10 sucers, and 4 jars: XLII scutellis X salsariis et IIII ollis terreis extranei coloris"), y que alcanzaron una gran difusión en Inglaterra (1303: Registro del puerto de Sandwich, que recoge “De Domingo de Subist pro XXX soldatis discorum et picherorum de Malyk”).

Mapa de distribución comercial de la cerámica nazarí; 
localidades de las que existen hallazgos arqueológicos 
o de testimonios escritos

Hasta en los puertos del  Mar del Norte y de la Hansa se comerciaban las lozas doradas. En radas de puertos cercanos a Brujas que ya en los primeros años del siglo XIV estaban cegadas por aluviones se han hallado estas piezas nazaríes. Los mercaderes de la Liguria y la Toscana las transportaban a puertos de sus repúblicas y ejemplos de ellas se encuentran en Finalborgo, Varazze o Pisa. En Portugal, como parte de la ruta hacia Europa del Norte, se ha encontrado en Tavira o en Lisboa y en Galicia en Orense. E igualmente, se llevaron como obsequios de alto valor a lugares como Fustat, por entonces la capital de Egipto (En 1337 el egipcio Ibn Fadl Allah hace referencia a la loza dorada malagueña), a Chipre, a Palermo o a la ciudad ligur de Varazze. 


Plato del siglo XIV de loza estannifera decorada
 en reflejo metálico y óxido de cobalto con
lacerías en azul (dorado perdido) hallado en un
pecio del Cabo de Gata y conservado
en el Museo de Almería

Fragmento de plato nazarí (siglo XIV)
de loza estannifera decorada en reflejo
metálico y óxido de cobalto con lacerías
 en azul (dorado perdido), procedente del
pecio del Cabo de Gata y conservado
en el Museo de Almería

La loza nazarí de Málaga pasó a reconocerse como la loza de lujo que marcaba la pauta del comercio medieval. Ello hizo que se imitara en algunos lugares, en especial en el Reino de Valencia (perteneciente a la Corona de Aragón) donde llegaron alfareros nazaríes para fabricarla. Se sabe que en Paterna y en Manises se empezó la fabricación de loza dorada similar a la de Málaga en el siglo XIV. Desde allí los Boil, señores de Manises, fomentaron su producción y facilitaron su comercio, solicitando repetidamente de los reyes el privilegio de su control. Así, comerciantes genoveses y toscanos, pero también catalanes y mallorquines, la distribuyeron hacia el extremo oriente del Mediterráneo (Damasco, El Cairo, Alejandría, Fustat, Baalbek, Hama, Rakka, Mileto, Estambul, Tahgba), hacia el Mar Negro y los Urales, y también hacia el Mar del Norte y el Báltico. A finales del siglo XV se encuentra ya en colonias portuguesas de África y Asia y fue llevada por Cristóbal Colón a América en alguno de sus viajes.

Distribución comercial de la loza
contrahecha de Málaga (piezas de
imitación) hecha en la Corona de Aragón


Un documento fechado en Manises en 1325 nos dice que un mercader de Narbona, Martí Carcassona, encarga a Hamet Almurcí y Abdolazig Almurcí "magister operis terre picte" "operis terre picte consimilis operi Maleche". En otro documento son Abdolazig Almurcí et Abrahim Almurcí "sarraceni Manizes magistri operis terre albe", quienes deben "in comanda" al sastre de Valencia llamado Guillermo de Palma, toda su producción de "opus aureum et album". El encargo a otro alfarero llamado Cahat Mo(r) molan, "magister operis terre picte", ratifica que realiza "quinguaginta dotzenas inter gresallos et scutellas operis terre picte Manizes consimilis operi Malache". Esas labores, como dice un encargo de 1332 a los maestros Abrahim Hiça y Abdalá Almoxaní deben ser "cum picturis dauratis prout dicte operi pertinebat", "cum himaginibus, et laboribus, et fullaticis et aliis pulcris operibus cum picturis dauratis" (con imágenes, labores, hojas y otras bellas obras de pintura dorada).


Escudilla de Manises del siglo XVI, similar a
la loza dorada nazarí expuesta en el Museo
Lázaro Galdiano de Madrid


Inventarios de Barcelona de 1347 y 1367 se refieren, respectivamente, a piezas de "terra de Melicha sive de Valencia" y "opere de Melicha sive de Valencia", mientras en 1451 el afamado maestro Juan Murcí, que realizó centenares de miles de azulejos para Alfonso V, es mencionado como "mestre de obra de terra e de rajoletes de pincell apellada de Máliqua". Las alusiones no se refieren exclusivamente a la loza de Manises, ya que en el último cuarto del siglo XIV el Foral de Portazgo de Lisboa estipula los precios de piezas fabricadas en Lisboa, para el comercio de lozas de Málaga y de Valencia elaboradas en la zona.

Zafa de loza estannifora decorada con óxidos
de cobalto y manganeso con decoración de lacería
 en azul y negro, elaborada en un taller de Granada
en el siglo XV y conservada en el
Museo de la Alhambra


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