Fray Hernando de Talavera (1430 - 1507)

Busto dedicado a Fray Hernando de Talavera,
en el municipio toledano de Talavera de la Reina,
quien fuera confesor de la Reina Isabel La Católica


Durante su infancia, Fray Hernando de Talavera, fue un niño cantor en la Colegiata de Talavera de la Reina y ascendió en su carrera religiosa pasando por monje jerónimo en San Leonardo de Alba de Tormes, Prior de Nuestra Señora de Prado de Valladolid, Catedrático de la Universidad de Salamanca y confesor de Isabel La Católica y su consejero real, Supremo Organizador de Castilla a finales del siglo XV, Obispo de Ávila y Administrador de Salamanca y primer Arzobispo de Granada. Estuvo protegido por los Álvarez de Toledo, Señores de Oropesa. 

Colegiata de Santa María La Mayor,
en Talavera de la Reina, donde 
Hernando de Talavera comenzó 
su educación 


Este humilde y tolerante fraile de la orden de San Jerónimo y primer arzobispo de Granada fue víctima de la ira y el odio del colérico inquisidor de Córdoba, Diego Rodríguez Lucero, por su carácter reformador de la nobleza y de las Órdenes Religiosas.

Durante un tiempo, Rodríguez Lucero, celoso vigía de la pureza de sangre, estuvo amenazando con encausar a fray Hernando, por su ascendencia judía y estar implicado en una supuesta conjura para entregar España al judaísmo mediante artes de brujería, pero tuvo que contener sus abominables deseos por temor a la reina. 

Pero tras la muerte de Isabel la Católica (1504), el inquisidor lanzó su anatema, acusando de herejía al anciano arzobispo, a su hermana María y a sus sobrinos Francisco, Constanza y María. Para actuar contra el arzobispo pidió licencia al Papa. Y los familiares de fray Hernando fueron encarcelados y sometidos a tormentos. Cuando llegó la autorización de Roma, en Castilla gobernaba Felipe el Hermoso, enemigo declarado de los inquisidores. Por orden de Felipe, el Inquisidor General, Diego Deza, fue destituido y había orden de prender a Rodríguez Lucero. Bajo estas circunstancias se pudo salvar fray Hernando y lograr la absolución de su familia.

Litografía titulada “Pacificación de los moriscos
del Albaicín por el arzobispo Fray Hernando
de Talavera”, basada en el cuadro de Isidoro
Marín Garés de 1888

Detractor y finalmente víctima de La Inquisición, consumido por la aflicción de tan injusta persecución, el ilustre prelado falleció el 14 de mayo de 1507, siendo enterrado en la antigua mezquita Mayor de Granada, actual Catedral. En Granada fue muy apreciado por los moriscos quienes le apodaban el Santo alfaquí por el buen trato y disposición que les ofrecía, sirviendo también su modelo de evangelización en América, además de impulsar la "Gramática Española" de Nebrija y la obra de Pedro Alcalá “Arte para ligeramente saber la lengua arábiga” publicada en 1505, diccionario de referencia fundamental en el intento de diálogo entre el mundo cristiano y musulmán.

Placa en el Monasterio de San Jerónimo
con motivo de las Jornadas Conmemorativas
del V Centenario de la Unidad de España
y el Descubrimiento de América, el 8 de
Junio de 1986, por la Fundación
"Álvarez de Toledo"

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