Los duques de Alba y la Guerra de Granada


El Escudo de la Casa de Alba une desde el siglo XIX
el ducado de Alba de Tormes con el escudo
de la Casa de Fitz-James Stuart de origen británico
El ducado de la Casa de Alba es uno de los títulos más antiguos y con mayor relevancia histórica de la Península por el que han pasado tres familias: la casa de Álvarez de Toledo, (que duró casi tres siglos, con once duques hasta 1755), la casa de Silva (que se extendió hasta 1802) y por último casa de Fitz-James Stuart, (con algo más de dos centurias hasta la actualidad). La última Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart falleció en la mañana de hoy, en su residencia favorita, el Palacio de las Dueñas en Sevilla.

La Casa de Álvarez de Toledo tiene sus orígenes en la raíces mozárabes del siglo XII en el Reino de Castilla, siendo una notable familia toledana. Sin embargo no fue hasta 1472 cuando la familia obtuvo el título de duque por rey Enrique IV de Castilla. 

García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo
(1424 - 1488) fue el I duque de Alba de Tormes 
y aparece aquí representado en esta obra
flamenca del siglo XV conocida como el
Maestro de la Virgo inter Virgines que
 representa la escena de La Anunciación

El primer duque de Alba de Tormes fue García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo, quien junto a su padre Fernando Álvarez de Toledo y Sarmiento participó en las campañas castellanas contra el Reino de Granada durante la mitad del siglo XV donde descollaron en el cerco de Alcalá la Real. Por este motivo adoptó las banderas al escudo familiar para conmemorar su participación en varias campañas castellanas contra el reino nazarí.

En 1472, el rey Enrique IV le elevó de el título de conde de Alba de Tormes al de duque a García Álvarez de Toledo a cambio de renunciar a sus territorios ubicados al sur de la Sierra de Gredos. Tras la muerte del monarca, García fue uno de los principales nobles aliados de los Reyes Católicos hasta su muerte. Su hijo primogénito, Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez, colaboró en la Guerra de Granada como sus antepasados, siendo uno de los 48 nobles laicos y eclesiásticos que, el 30 de diciembre de 1491 confirma con las Capitulaciones de Granada la entrega de la ciudad. Por su apoyo  la familia real recibió en recompensa el título de capitán general de Andalucía y señor de Huéscar en 1513, título y posesiones que incorporó a los de la Casa de Alba.

Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez (1460 - 1531),
II Duque de Alba, obra de Cristofano dell'Altissimo
A él se debe el nombre de un pueblo del norte de la provincia de Granada: La Puebla de Don Fadrique. Y esto se debe a que en 1241 había en este lugar un caserío conocido como La Bolteruela y que dependía de Huéscar; cuando en 1488 los Reyes Católicos reconquistaron la zona la actual comarca oscense en el Reino nazarí de Granada y quedando al mando de la frontera Don Fabrique Álvarez de Toledo. Además el II Duque de Alba lideró las tropas que invadiría el Reino de Navarra por orden de Fernando El Católico en 1513. Como recompensa, Don Fadrique recibió el señorío de este territorio, trayendo a gentes de Navarra, hecho que no gustó a la población mudéjar y que obligó que los colonos se refugiaran en la Bolteruela y desde el 9 de noviembre de 1525 le dio nombre a la aldea que el duque hizo prosperar. No se repartieron lotes, algo inusual en el contexto de la Conquista de Granada, así como su población fuera predominante de cristianos viejos frente al resto de la Comarca de Huéscar donde hasta inicios del siglo XVII eran de mayoría descendientes de los naturales nazaríes. Hasta 1916, compartía el mismo nombre que el municipio toledano de La Villa de Don Fabrique.

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