Los planos perdidos de La Alhambra

El coleccionista José Antonio Fernández Molina adquiere por 100 euros, no muy lejos de su casa, en el rastro de Arroyo de la Miel, en un puesto de libros antiguos, dentro de una carpeta... los planos timbrados del recinto amurallado de la Alhambra de Manuel Gómez-Moreno -arqueólogo, pintor y presidente del patronato del monumento granadino-con sus anotaciones a lápiz junto a su esquela cuya labor fue trascendental para la conservación y restauración de la Alhambra, además de ser considerado el padre de los museos Arqueológico y Bellas Artes de Granada.

Según el título de los originales, informa que se trata de los planos que detallan los "Nombres que han tenido las torres de la Alhambra desde la conquista. 1886", documentando la transformación de las murallas de la Alhambra.

Sometiendo los documentos a la luz ultravioleta, una prueba que permite saber si el papel es anterior a 1945 que es cuando se empiezan a utilizar químicos para fabricar papel y se ilumina si es moderno.

«Muchas veces, estas piezas proceden del cubo de la basura, de mudanzas o desalojos que acaban eliminando mucho material sin saber el valor real de los objetos», según explica su descubridor quien ha donado el gran hallazgo al Patronato de la Alhambra.