Los manuscritos del alfaquí de Cútar

En 2016, las investigadoras María Isabel
Calero Secall, Esther Cruces Blanco, Ana
Díaz Sánchez y Sonsóles González García
publicaron un estudio sobre los documentos
nazaríes descubiertos en Cútar (Málaga)

La ocultación y eliminación de documentos y libros ha sido frecuente a lo largo de la historia, sobre todo en momentos de conflicto, persecuciones, invasiones y conquistas. El hallazgo de Cútar se suma a los que ya ha tenido lugar en otras provincias españolas (Badajoz, Zaragoza, Toledo o Granada) y en circunstancias parecidas.

Ménsula morisca procedente de Faraján (Málaga) y
datada entre los siglos XV-XVI (colección particular)

El Corán y los demás documentos del alfaquí de Cútar, aparecieron en el verano de 2003, mientras se hacían reformas en una casa de la localidad. Estos testigos de su tiempo habían permanecido más de quinientos años ocultos en un muro. En mayo de 2005, fueron presentados por María Isabel Calero Secall en el Congreso Los Manuscritos Árabes en España y Marruecos.

El Reino Nazarí (1232 - 1492), última entidad política islámica en la Península Ibérica, acabó tras la conquista de la ciudad de Granada por los Reyes Católicos. Anteriormente, en el mes de abril del año 1487, Fernando el Católico entra en la Axarquía, una zona montañosa de gran complejidad topográfica y geológica, y pone cerco a Vélez Málaga (Ballis) que capitula el día 27 del mismo mes. Cinco días después lo harán la taha de Comares (o hisn Qumaris) y las alquerías de Cútar (este topónimo aparece en las fuentes árabes como Quta Aquta), El Borge, Almarchar y Benamargosa, junto a otros lugares menores. 

Cuando la comarca oriental malagueña de la Axarquía pasó a formar parte del Reino de Castilla, y tras la toma, la Corona nombró a unos repartidores que, acompañados por un escribano, repartían los lotes de tierra a los colonos. Este reparto poco afectó a los montes de la Axarquía malagueña, donde la población mudéjar permaneció en sus lugares. 

Fue probablemente el alfaquí de Cútar, Muhammad al-Yayyar, quien, en su condición de experto en jurisprudencia y en la ley religiosa, y responsable de la custodia de este tipo de escritos, decidió esconderlos, a la espera de mejores tiempos. por miedo a represalias si no cumplía el mandato que prohibía su tenencia. En julio de 1500 se inicia el proceso de conversión religiosa de los mudéjares y coincide que 1500 es la última fecha que aparece en el reverso de un documento de herencia, cuyo texto deja constancia del momento histórico:

"[El señor de Castilla] rompió el pacto y bautizó a la gente de Granada a primeros de yumada al-ulà, que equivale a mitad del mes de duyanbir (diciembre) del año 905 (1499-1500) - ¡Dios Altísimo los haga perecer los trate de la manera como sólo alguien que es digno y capaz lo puede hacer!-, fue al atardecer de un viernes"

El Corán de Cútar
es del siglo XII o XIII
sobre pergamino

O tal vez en 1511 cuando la reina Juana mandó que los moriscos, en un plazo de cincuenta días entregasen a las autoridades todos los libros árabes salvo los de medicina, filosofía e historia.

Mohammed b. `Ali al-Yayyar al-Ansari, alfaquí de Cútar, escondió el Corán y el resto de los documentos, de oficio y personales (posiblemente su pequeña biblioteca privada), protegidos con paja, tapiándolos en un vano sobre una puerta del patio. Lo hizo porque temía las represalias si no cumplía el mandato que prohibía su tenencia, resistiéndose a ver como se consumiría en una hoguera un trozo de su vida, pues además de ser hombre de leyes, cultivaba la poesía. Pudo hacerlo en 1500 o 1501, cuando los mudéjares -musulmanes que vivían en territorio cristiano- fueron obligados a convertirse al cristianismo; o tal vez en 1511, cuando la reina Juana mandó que en el plazo de 50 días los moriscos -musulmanes ya bautizados- entregasen a las autoridades todos los libros árabes salvo los de medicina, filosofía e historia, con el objetivo de decretar la conversión y desapareciendo el estatuto mudéjar y comenzando el morisco.

Facsímil del Corán almohade
del siglo XII de Cútar

Aunque los documentos relacionados con el oficio del alfaquí -una parte de ellos jurídicos y otra de carácter más personal y temática variada- corresponden a los tiempos del ocultamiento, la segunda mitad del siglo XV, el Corán fue elaborado sobre pergamino a finales del siglo XII o principios del XIII. Está incompleto y sin encuadernar, pero por la calidad de su manufactura y la sutileza de su caligrafía debió pertenecer a una mezquita importante o a un personaje destacado.

Los otros dos libros están formados por distintos documentos redactados sobre papel con diversos tipos de letras, lo que demuestra que fueron elaborados por varias manos y en momentos diferentes. El alfaquí los tenía como instrumentos de trabajo. El "cuaderno de oficio", de 111 folios, contiene, entre otros asuntos, formularios notariales, ciencia de las herencias, matemáticas, tradiciones del Profeta y cuestiones jurídicas sobre el matrimonio. Otro, el "cuaderno personal" de 134 folios, reúne poemas, comentarios, datos sobre magia y astronomía popular.

Aparecieron un Corán del siglo XII o XIII
y dos cuadernos, uno profesional y otro
personal pertenecientes al alfaquí
Mohammed al-Yayyar

Mohammed al-Yayyar ejerció tanto de imán de la mezquita rural de Cútar como de alfaquí, una doble faceta jurídico-religiosa de cierto nivel cultural que utiliza el árabe clásico y el dialectal andalusí con bastante soltura, tanto en prosa como en verso. Sabemos que estuvo cautivo en Sevilla a finales del año 1488, posiblemente apresado por los cristianos en la toma de Ronda (1485) y que duró hasta marzo de 1490, tras la mediación de Àli al-Durdus para su liberación. El 28 de marzo de 1490 sabemos por sus escritos que regresó a Cútar junto a su esposa Umm al-Fath y unos meses más tarde es designado imás de la alquería. Otras informaciones recogidas en los documentos encontrados informan del terremoto que se produjo en Málaga en el año 1494 y que destruyó 150 casas, la toma de Vélez-Málaga y de Granada capital o la fecha de la conversión general en 1500 (en el Archivo Ducal de Medinaceli se conserva la capitulación para la conversión de la villa de Comares). Tras esto desconocemos si se marchó, murió o se convirtió.

La ocultación y eliminación de documentos y libros ha sido frecuente a lo largo de la historia, sobre todo en momentos en conflictos: persecuciones, invasiones, conquistas, etc. El hallazgo de Cútar se suma a los que ya han tenido lugar en otras provincias españolas (Badajoz, Zaragoza, Toledo, Granada). Por ejemplo, en 1969, en una casa de Ocaña (Toledo) aparecieron nueve libros estudiados por J. Martínez Ruiz y J. Albarracín. Un año después, en 1970 fueron encontrados algunos manustritos y un pequeño atadijo de papeles sueltos en Jaén que fueron analizados en la Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino (1988), pp 59-63.

Estos hallazgos demuestran que a pesar del paso del tiempo, del cambio de las costumbres y el paso de los hechos históricos, estos documentos han pervivido, siendo parte de una identidad, reflejo del pensamiento y la cultura de la sociedad nazarí.


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