Albercón de las Damas
Junto al Pabellón Romántico del siglo XIX, en el punto más alto del Generalife, se encuentra la Huerta de la Mercería de 1,5 hectáreas en la que se llevó a cabo un experimento singular en época nazarí: para ampliar los terrenos de cultivo que aprovisionaban directamente a la Alhambra desde la almunia, se dispuso el Albercón de las Damas con una capacidad de 400 metros cúbicos.
El Albercón de las Damas se encuentra situado por encima del Generalife, en una zona elevada. El citado albercón es una estructura arquitectónica monumental que mide 19.30 metros en su lado oeste, 19.5 metros en el este, 14.20 metros en el lado norte y 14.25 metros en el sur. El agua se conducía desde la Acequia Real a su paso por el borde de lo que actualmente se conoce como Paseo de los Cipreses, gracias a una conducción subterránea de 48 metros de profundidad, extrayéndose finalmente el agua mediante una noria de sangre.
Planta del complejo hidráulico de los Albercones |
Aunque hay otros dos albercones, el contiguo está hecho por Torres Balbás y otro más bajo, en línea con este último, construido por Prieto Moreno. Por lo tanto el Albercón de las Damas es el único genuínamente de época nazarí y su monumentalidad, sus plataformas y rampas de acceso, indican la existencia de un uso recreativo que iba más allá del riego de esta huerta.
En torno a la alberca hay unos andenes de ladrillo dispuestos en espiga; a continuación un pequeño canal que llegaba hasta una muy reducida alberca que sirve para decantar el agua y éste se prolonga hacia el oeste hasta llegar a un pozo -de 19.5 metros de profundidad- casi colmatada, bastante profundo y con forma rectangular construido en ladrillo con arcos de descarga y enlucido en el interior. Este pozo sirvió para el montaje de una noria. Lo pone de manifiesto las huellas que se identifican en su interior y que habían dejado los animales al moverse en círculo para tirar de la rueda que levaba los cangilones (se descubrieron un gran número de ellos en el interior del pozo) o recipientes de barro para el agua.
Mediante una noria de tracción animal se extraía el agua del pozo principal de los Albercones |
La noria constaba de dos grandes ruedas: la horizontal que era movida por tracción animal y una vertical provista de cangilones para recoger el agua del pozo |
Planta (izquierda) y sección 8derecha) de la hipotética recreación del funcionamiento de la noria en el complejo hidráulico de los Albercones realizada por P. Salmerón Escobar en 2006 |
Excavaciones arqueológicas desenterraron una galería que se encontraba semienterrada que pudo tener un recorrido total de 51,98 metros dividida en dos tramos:
- uno de 20.30 metros de longitud conectaba el pozo grande, en donde se ubicaba la noria, hasta otro de muchas menores dimensiones y profundidad (10.68 metros) identificado como un pozo respiradero que servía para el control del flujo de agua que corría por la galería subterránea excavada en la roca madre y reforzada con una cincha de ladrillo;
- el segundo recorrido va desde este pozo respiradero hasta otro que dista 9.53 metros y cuya profundidad mínima es de 5,55 metros y cuyo brocal está en pendiente, con un muro protector en la parte alta que define una posible terraza de cultivo. A 18.40 metros de este segundo respiradero se encuentra la boca de la galería que tomaba el agua de la Acequia Real, del ramal del Generalife, una vez salido del recinto.
Este ingenioso sistema de respiraderos permitía controlar el flujo del agua a través del canal subterráneo excavado hasta llegar al pozo principal y desde allí era elevada y conducida hasta el pequeño canal que la llevaba hasta el gran albercón. Gracias a este sistema se podía cultivar las tierras superiores, 15 hectáreas conocidas como la ya mencionada Huerta de la Mercería.
Sección del complejo hidráulico de los Albercones, descubierto tras las intervenciones arqueológicas realizadas en la zona |
Según crecía el recinto palatino de la Alhambra, las necesidades se hacían mayores o cambiaban por lo que el sistema evolucionó pasando en el siglo XV a construir un ramal más alto en la pared norte de la noria y su torreón, anulando el pequeño canal de agua hacia el albercón como conducción desde el pozo de la noria, pero no hasta el propio albercón que se siguió aprovechando. Esta acequia superior tenía como objetivo aumentar la superficie de cultivo y de ocupación humana.
Entre la boca del pozo del torreón y la galería hay una distancia de 52 metros, en los que se sitúan dos pozos más que servían para controlar el flujo del agua y preservar el sistema hidráulico |
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