Exposición temporal: el ajuar de la casa nazarí

Cartel de la exposición temporal en el
Museo de La Alhambra dedicado al
ajuar de la casa nazarí
Hasta el 15 de noviembre de 2015 se puede visitar una exposición dedicada a los objetos cotidianos que formaron parte del día a día de los granadinos hispanomusulmanes del reino nazarí (siglos XIII - XV). Aunque algunos inmuebles de época nazarí han llegado hasta la actualidad, el ajuar que se encontraba en su interior ha desaparecido por lo que, en algunos casos, se pierde la explicación funcional que permitían la vida y actividad diaria, ayudando al bienestar de los habitantes de la casa.

Comenzando por la entrada a la casa (con una fachada desnuda prácticamente de adornos y ventanas), que probablemente se encontrara en una callecita estrecha, una puerta de madera, en ocasiones decorada con clavos de hierro forjado en forma agallonada nos daría la bienvenida.

Enseres relacionados con la puerta de una casa de época nazarí, tales
como llaves, llamadores y otros adornos

Para aclimatar el interior de las viviendas y combatir el duro clima de Granada, los granadinos utilizaban braseros para la calentar las estancias, ventanas de vidrio y puertas para aislarse del frío del exterior en invierno y  pequeñas fuentes que en el verano aportaran frescura y humedad. 

Brasero de piedra tallado expuesto en el Museo de La Alhambra
Al caer la noche, el uso de candiles y velones se hacía necesario para iluminar el interior y que la vida continuara. Para ello se fabricaron peculiares candiles de cerámica con diversas soluciones decorativas.

De izquierda a derecha: candil de cerámica vidriada en blanco y azul modelado
a torno en el siglo XV (alcazaba de Almería); velón vidriado en blanco, azul
y dorado del siglo XIV; velón nazarí de cerámica vidriada verde con decoración
recortada que se conserva en el Museo de La Alhambra
Aunque aparece en la imagen superior, aquí se
puede apreciar con más detalle este candil de pie alto
nazarí decorado en azul y blanco

A diferencia de otros reinos medievales de Europa, los hogares del Reino nazarí de Granada gozaban de muchos utensilios para la higiene personal de sus moradores. Junto con un retrete en cada casa con agua corriente, eran necesarias pequeñas pilas con forma ataudada para la higiene íntima, así como bacines junto a las alcobas.

Ya por precepto religioso, la higiene y el agua eran fundamentales
para los musulmanes en la Edad Media

Guardado en alhacenas, los utensilios y enseres de cocina eran utilizados bien en el patio o en el interior de la vivienda. La especialización culinaria nazarí llevó a un desarrollo técnico en el que se definían los utensilios necesarios para cada plato para la obtención de un buen resultado; la arcilla elegida, acabado, tamaño, cierre de sus tapaderas o protecciones con aperturas para determinados platos, tapones. Sin embargo no todas las clases sociales podían permitirse diferenciar la vajilla utilizada en la mesa, de rica decoración y acabados, y la usada para cocinar, más tosca.

Enseres de cocina nazaríes de la exposición
El anafre -del árabe hispánico annáfiẖ- era un hornillo
pensado para contener las brasas que calentaban utensilios
que contuviesen alimentos siendo su movilidad una
gran ventaja en las casa nazaríes donde un mismo espacio
de la casa servía para dormir, comer o cocinar 

En los hogares nazaríes, las mujeres dedicaban gran parte de su tiempo a la costura, tanto para tejer piezas para la casa, tales como cortinas, mantas o sábanas como para la vestimenta personal de sus familiares. Por este motivo se han hallado diversos utensilios tales como pesas de telar, dedales, alfileres, bellos botones metálicos y adornos o  incluso el resto usado de huesos de los que se ha sacado o  botones o piezas de juego.


Colección de dedales nazaríes del siglo XIII del Museo de la Alhambra
Restos de omóplato animal utilizado para recortar fichas y botones

Las distracciones también estaban presentes tanto en juegos para niños como para adultos. Entre los adultos se conserva una buena colección de pipas de diversas formas (carítas humanas,  un león, con formas redondeadas) de hašiš que, aunque prohibido, debía de ser frecuente su uso por el gran número descubierto. 

Esta pieza es una pipa de fumar pues según algunos testimonios
aportados por autores medievales, como Ibn Jamis y Ibn al-Jatib,
el hachís o cáñamo índico se consumía en la
Alhambra desde al menos el siglo XIV

Los niños hispanomusulmanes jugaban con figuritas de barro como muñecas, caballos,  ranas, serpientes, tortugas, monstruos, etc., algunas con acabado de silbato  o como silbatos de agua para imitar el canto de los pájaros así como cacharritos del ajuar de la cocina en miniatura que como a imitación de sus madres, jugarían a cocinar con ellos. 

Diferentes objetos utilizados por los niños para jugar
En muchos casos el ajuar en miniatura utilizado para jugar nos muestra
 ejemplos mejor conservados a los de tamaño real usados por los adultos
Para finalizar, una colección de elementos de joyería y de vestir que nos permite conocer el gusto de los hispanomuslmanes granadinos tales como pulseras de vidrio, ajorcas, sortijas de vidrio y metal, bronce, talón u oro con o sin piedras o esmaltes, aretes de filigrana cuidadosamente tratados,  pinjantes, botones y adornos cuidados llevaban  de forma usual las mujeres nazaríes.

Pendientes nazaríes conservados en el Museo de La Alhambra
Las pulseras de vidrio eran muy utilizadas por adultos y niños dado
el gran número de las encontradas en Granada y por la variedad
de tamaños de las mismas


 Para más información se puede descargar el catálogo completo de piezas.

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