El castillo de Montefrío

El origen de Montefrío se remonta a mediados del siglo XIV, con la creación
del castillo nazarí, del cual, se conservan dos claros recintos amurallados, uno
la alcazaba y el que ocuparía la gente el de la villa propiamente dicho, con
evidencias de un posible arrabal y cuatro puertas de acceso a la fortaleza
La fortaleza de Montefrío se encuentra en la comarca de los Montes Occidentales del antiguo reino nazarí de Granada, limitando actualmente con la provincia de Córdoba (Almedinilla, Priego y Rute) por el noroeste y por el noreste con Jaén (Alcalá la Real) y con Loja. Esta zona era vía de comunicación entre el territorio de la subbética y el surco intrabético, así como de gran importancia en época nazarí para la defensa fronteriza contra las famosas "talas" realizadas por los cristianos contra la vega granadina, contra el suministro de cereales fundamental para la subsistencia de los habitantes de la capital.

A lo largo del territorio destacan diversas atalayas -como esta de la imagen-
que jalonaban los cerros escarpados con una función de control de los pasos
desde Alcalá de Real hacia la vega de Granada
Según Ibn al-Jatib, "...Íllora y Montefrío son poblaciones que se apoyan mutuamente como vecinos bien avenidos y que cuentan con tierras de buen trigo y rica caza...".

El castillo de Montefrío, junto a la villa fortificada, se sitúa en el espolón
rocoso desde el que se domina todo el pasillo natural de acceso a la Vega
El castillo de Montefrío se halla a 916 metros sobre el nivel del mar, en la cima de un cerro, al oeste del pueblo, dominando sus alrededores, y en el interior de la fortaleza se encuentra la antigua Iglesia de la Encarnación. Se desconoce la fecha de fundación del pueblo, que se levantaba junto al castillo-fortaleza, en la cúspide de un peñón. Por su situación, la población de Montefrío era fácilmente defendible, con una única entrada natural por un camino estrecho y construido mediante el tallado de la roca.

Este acceso al castillo de Montefrío fue escavado en la roca de la montaña; en
el siglo XVI estos nichos fueron realizados en el siglo XVI por familias adineradas

El castillo formaba parte de la línea de defensa que comenzaba en la villa de Iznájar y terminaba en Alicún, con la misión de vigilar y defender la capital del reino nazarí. Desde él se controla sólo un pequeño espacio, por lo que para una mejor visibilidad se construyen una serie de atalayas. El castillo de Montefrío, tal como lo conocemos, fue construido a mediados del siglo XIV, el 30 de octubre de 1340, fecha en que Alfonso XI de Castilla, comienza la conquista de los territorios occidentales del reino nazarí de Granada. Todas estas fortificaciones se adaptan al terreno y se levantan sobre elevados cerros, muy abruptos, con fuertes y pronunciados escarpes con un único acceso por un costado, más expuesto al enemigo, aunque con una pendiente que dificulta cualquier ataque. De este modo, los escarpes hacer la función de murallas casi naturales que protegen estos sectores.

Desde 1352 hasta su conquista en 1486, el castillo de Montefrío desempeñó
un destacado papel en la frontera noroccidental del reino de Granada

El 14 de agosto de 1340, el sultán benimerín Abu al-Hasan Ali y el monarca nazarí Yusuf I sitiaron Tarifa desde Algeciras. Alfonso XI, junto a su suegro Alfonso IV de Portugal, fueron a la ayuda de la plaza, defendida por Guzmán "el Bueno". Cristianos y musulmanes se enfrentarían en la Batalla del Salado el 30 de agosto de 1340 suponiendo un resultado desastroso para las fuerzas nazaríes. Yusuf I regresó a Granada y los benimerines abandonaron la península, mientras que el rey castellano "...el año siguiente, el rey don Alfonso sitió Alcalá de Benzayde (1341), y durante el sitio se le dieron Íllora, Montefrío y Moclín". Junto a Alcalá de Benzayde -actual Alcalá la Real-, conquistó también Rute, Priego y Benamejí entre otras, así como Algeciras en 1344 tras dos años de resistencia. Estas plazas eran de gran importancia para la defensa del reino granadino, por los que Yusuf I se replantearía la ubicación de una nueva línea defensiva para frenar los ataques cristianos, mandando por medio de su primer ministro Ibn al-Jatib la construcción de una serie de defensas (Colomera, ïllora, Moclín, Montefrío, etc) de mano del Alarife Mayor de La Alhambra, el mismo arquitecto de la Alcazaba de la Alhambra.

Recreación y evolución del castillo de Montefrío

Representación ideal de la fortaleza de Montefrío antes de su conquista

El empleo de la artillería por parte de Alfonso XI de Castilla mostró una gran capacidad de asalto que cambió las técnicas constructivas de los recintos defensivos para evitar su asalto; se nota en todas las obras ejecutadas el refuerzo de las estructuras, con el empleo de mamposterías y dobles y triples amurallamientos.

El castillo-fortaleza de Montefrío fue terminada en tiempos de Mohammed V, período en que el reino nazarí conoció la paz y la prosperidad, al rendir vasallaje al rey de Castilla Pedro I. Posteriormente, fue residencia de quien que más tarde sería coronado como Yusuf V. Este baluarte resistió los ataques de las tropas cristianas, desde su construcción hasta la conquista en el año 1486.

Se aprecian dos recintos ya que esta clase de castillos no eran exclusivamente de uso defensivo como sucede en otras construcciones del litoral nazarí: en el inferior se encontraría el núcleo de la población, con apenas vestigios, mientras que la superior se encuentra la fortaleza propiamente dicha. Estos dos espacios se encuentran amurallados de forma independiente, siguiendo la técnica constructiva de la mampostería enripiada.

En la fortaleza de Montefrío se localizan en torno a 30 viviendas excavadas
en la zona de la villa, realizando recortes que son utilizados como cimentación
de la estructura sobre  los que se colocarían muros de mampostería sobre los
que se construirían techumbres de madera y cubiertas de teja, mientras
que el pavimento se aislaría con cal
El urbanismo de la villa estaba bien organizado, observándose la ordenación de las viviendas en paralelo a la muralla exterior. Es una villa de la que existen pocas referencias por lo que es difícil indicar el número de viviendas que la conformarían. En la villa se pueden apreciar tres técnicas constructivas correspondientes a otras fases diferentes:
  • tapial de hormigón (habitualmente utilizado en la construcción de aljibes);
  • mampostería concertada verjurada con lajas o ladrillo;
  • la perteneciente a la presencia castellana.
El tapial y la mampostería conviven en las estructuras de los castros nazaríes, como es también el ejemplo del castillo de Moclín, donde se identifican algunas torres y lienzos de muralla de tapial hormigonado.

La muralla exterior del castillo de Montefrío es de considerable longitud y se encuentra mal conservado, siendo más visible en la parte menos escarpada; se reconocen un total de diez lienzos y seis torres (sólo una es de forma rectangular) para proteger la villa.

Sólo es posible reconocer la parte interna de algunos lienzos, ya que la parte exterior está muy deteriorada.

En la zona baja del castillo, donde se asentaba la población, se conservan
los restos de este aljibe, cuya misión era abastecer a la población civil
que vivía de la ganadería y la agricultura, contando en el lado sur
con un peldaño de un metro de anchura que correspondería a su entrada

El primer aljibe se encuentra en la ladera, donde se encontraba la villa nazarí, en la zona alta y cercano a la alcazaba, concretamente junto al margen derecho del actual camino por el que se asciende a la llamada "Iglesia de la Villa". Este aljibe sería el que almacenase el agua de consumo para la población. Está tallado en roca y construido con gruesos muros de hormigón impermeabilizado y con un fuerte revoque. Tiene forma rectangular y una longitud de 13 metros en el exterior y 11 en el interior. Cuenta con una anchura exterior de 6,30 metros y 4 en el interior. Sobre el costado occidental se conserva el arranque de la bóveda que los cubriría, fabricado con lajas de caliza y de las que se ven 19 hiladas de piedra. Actualmente el aljibe está cubierto parcialmente por materiales arrastrados y derrumbes por lo que no se puede ver su profundidad. Sólo es reconocible el tapial de hormigón del muro sur que tiene una longitud externa de 6´30 metros y una anchura de 70 cm, cimentado sobre la roca virgen.

Aljibe (nombre proveniente del árabe al-yub), garantizaba el abastecimiento
de agua a los soldados que defendían el castillo, similar a los de las fortalezas
 de Íllora y Colomera, sobre todo por el sistema de cubierta con bóvedas de ladrillo

Por otra parte, el segundo aljibe, ubicado en la zona de más altura y en el interior de la alcazaba, almacenaba agua para la guarnición, siendo de mayores proporciones que el anterior, del que aún se reconocen los restos de tres naves cubiertas por otras tantas bóvedas paralelas en su día. Está tallado en la roca y totalmente levantado en tapial de hormigón en sus paredes. Por último se realizó un enlucido para impermeabilizar el depósito y evitar fugas y filtraciones.


En la imagen, un silo excavado en la roca
y enlucido con mortero de cal (8 x 2,4 metros)
y por las huellas de los anclajes laterales,
debió contar con una techumbre de vigas
de madera para guardar grano o prisión

En la parte superior de la fortaleza hay una torre de mampostería y de planta rectangular y restaurada toscamente. En la cara norte y sur, las dimensiones son de 4,70 metros y en las caras este y oeste de 5,20 metros. En la clave de de acceso se ve una media luna tallada.

Una luna grabada en un antiguo acceso en recodo de acceso a la alcazaba
En la torre destacan dos puertas o vanos, uno orientado al norte con arco de
1,45 metros de ancho x 2,70 de altura (el que representa la talla de la media luna)
y el otro al oeste con un arco de similares medidas

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