Leones: la restauración de un símbolo

Resultado tras la restauración del
Patio y Fuente de los Leones


El Patio de los Leones y su fuente son el núcleo central del conjunto de los palacios nazaríes, el lugar donde se concentra con mayor esplendor la refinada sensibilidad de sus creadores y, al mismo tiempo, la imagen más conocida y simbólica, no sólo la Alhambra, sino de la ciudad de Granada.

El paso del tiempo, los agentes atmosféricos y la acción humana han deteriorado de forma notable un conjunto que se caracteriza por su fragilidad. La fuente, por su propia funcionalidad como surtidor, ha sufrido además diversos deterioros derivados del permamente fluir del agua.

Tras un periodo de investigación, seguimiento y análisis de la acción externa sobre la Fuente de los Leones comenzando en 2002, y como parte del trabajo de conservación de La Alhambra por parte del Patronato de la Alhambra y Generalife, se inició en 2006 un riguroso proceso de intervención integral de los elementos que componen el sistema hidráulica del Patio de los Leones: las pilas del suelo, en las galerías y templetes, los canales que confluyen en el eje y las doce esculturas, la taza, el surtidor, y el cilindro de la base.

Se han descubierto, entre otras cosas, tres tipologías de leones en base a sus elementos formales diferenciadores, cada una conformada por un grupo de doce leones con similitudes dos a dos en sus rasgos: nariz, pelaje de la melena, fauces y posición y relieve de la cola.


Reproducción de uno de los leones
de la Fuente de los Leones en la puerta
de los Archivos del Patronato de La Alhambra


La restauración comenzó con el león número 4 para poder establecer una metodología adecuada y aplicable al resto de las esculturas de la fuente. La restauración de las doce figuras eliminó gruesas costras calcáreas que las recubrían, han frenado la invasión de elementos biológicos, consolidado las diferentes roturas, retirar los elementos metálicos y adherencias muy perjudiciales como el cemento.

Esta intervención ha permitido conseguir valiosa información de cara a la interpretación artística, histórica y simbólica del conjunto. Aunque los leones aparentan ser iguales, ahora podemos apreciar multitud de rasgos que los singularizan. Cada bloque de mármol fue minuciosamente escogido en cantera por el tallista para que las vetas naturales de la piedra resaltaran las formas redondeadas del león y el modelado de su figura (contrastando los diferentes pelajes, fauces con dentaduras afiladas y marcados pliegues), poniendo de manifiesto el proceso minucioso y detallista que se siguió en la ejecución de esta joya artística, como los detalles delicados del vello.

Los leones, dispuestos de espaldas a la pila, son surtidores que expulsan por sus bocas la plata líquida, el agua, en una actitud simbólica de "valor y generosidad". Todos simulan estado de alerta, colas plegadas, orejas enhiestas, mandíbula apretada, actitud serena pero en alerta a la orden de su señor el rey de Granada, como "guerreros en favor del Islam".

Tras finalizar con la restauración de los leones, se
continuó trabajando en la taza y en el sistema 
hidráulico completo del patio en el año 2010


Partiendo de ensayos científicos de compatibilidad de sistemas y analítica de materiales se desarrollaron los los trabajos de restauración del circuito hidráulico del Palacio de los Leones, el cual tiene una estrecha vinculación con el agua que es utilizada como elemento ornamental. Las fuentes asumen la cualificación de los espacios y su lento discurrir permite una sutil transición entre las estancias privadas de la familia real y el patio central, como relatan las metáforas en la qasida de doce versos compuestos para Mohammed V (1354-59 y 1362-91) por el poeta Ibn Zamrak, tallados en la taza, pues originalmente contaba con un ingenioso sistema hidráulico que permitía mantener la pila en un nivel constante de agua.

Se documentaron numerosas obras de renovación en las cañerías y conducciones de agua que servían a estas fuentes desde el siglo XVI, tras la ocupación de la ciudad por los Reyes Católicos, mostrando su deseo de conservar la Alhambra. Esto es debido al arrastre de material en suspensión en el agua que procede del río Darro. Para solucionarlo se ha aplicado un filtrado del agua, tanto físico como químico, tanto del agua recirculada como de aportación.

Para evitar roturas se ha aplicado un tratamiento térmico de atemperación que impida la congelación del agua en invierno, así como la instalación de un sistema automático de purga para evitar los incrementos de concentración salina en el agua de las fuentes.


La Fuente de los Leones tras su restauración


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