Museo del Hermitage (San Petersburgo): El Jarrón Fortuny

Croquis de tinta pintado por Fortuny en 1871
del jarrón nazarí que lleva su nombre y por el
que pagó 10.000 duros un año antas

El Jarrón o Vaso de Fortuny es un jarrón de cerámica nazarí, de reflejos dorados, datado en el siglo XIV y que se encuentra en el Museo del Hermitage de San Petersburgo. Recibe este nombre por haber pertenecido a la colección del pintor Mariano Fortuny Marsal hasta su fallecimiento. En una carta a su amigo Charles Davillier, gran amante del arte español, fechada en Granada el 27 de noviembre de 1871, le comentaba: 

"... aquí ya no queda casi nada, por tanto ya no me esfuerzo, porque lo poco que he encontrado es bueno. He aquí un croquis del jarrón árabe; es muy bueno, y lo más importante, en buen estado"

La cerámica dorada hizo famosa a Malaka (Málaga) desde el siglo XIII, produciendo ejemplares de importancia tanto por su decoración como por su tamaño. Se conocen unas quince piezas de los tipos de "jarrones de la Alhambra" con decoración de reflejos dorados e inscripciones caligráficas, de gollete acampanado y anchas asas parecidas a aletas que surgen de su cuerpo ovoide, entre los que sobresalen tres muy semejantes, uno conservado en el museo Palazzo Abatellis de Palermo, otro en el Instituto Valencia de Don Juan de Madrid y el Vaso de Fortuny en el Hermitage, los tres con medidas similares entre 120 y 170 centímetros y desde un principio fueron utilizados como objetos de lujo y no utilitario.

Este jarrón en cuestión cuenta con una dilatada historia. Mariano Fortuny Marsal fue un gran coleccionista de armas, artísticos bordados de la Edad Media, tapices, objetos de bronce y especialmente lozas hispano-moriscas, platos, fuentes y todo tipo de vasijas. Instalado junto a su familia en la Fonda de los Siete Suelos de Granada en 1870 (allí nació su hijo Mariano Fortuny y Madrazo), fue allí donde comenzó a buscar antigüedades por los lugares más insospechados. Conocido por muchos traperos y gitanos del Albaicín, se le acercaban a ofrecerle cosas, entre ellas el gran vaso o jarrón que encontró en Salar, en cuya iglesia parroquial servía como soporte de la pila de agua bendita. Su gran afición, le llevó aprender oficios artesanos para restaurar sus propias piezas, así se sabe que realizó alguna pieza cincelada y damasquinada y aprendió el secreto de la alfarería dorada con reflejos metálicos que para su cocción necesitaban hornos especiales, de difícil realización por lo que la mayoría de ellos presenten roturas en sus asas. El jarrón, junto con todas sus pertenencias, fue transportado a Italia por la familia Fortuny cuando se fueron a vivir allí, pero la prematura muerte del pintor en 1875, sin testar, obligó a la familia a realizar un exhaustivo inventario para un reparto equitavivo entre sus deudos. Se editó un catálogo de los bienes de Fortuny para su subasta y Davillier fue el encargado de la introducción del mismo, donde explicaba que tenía proyectado junto con Fortuny escribir un libro sobre cerámica española, que la muerte del pintor no permitió llevar a cabo (Facundo Riaño en su Historia de las Artes Industriales publicada en 1879 en Londres, dedicó un capítulo a la cerámica dorada española). Una gran subasta de pinturas y bienes en París durante una semana de la que los hermanos Jules y Edmond de Goncourt expusieron en su Journal, el éxito de la exposición pero también dieron su opinión en tono despectivo:

"El famoso jarrón "alambresque", he de reconocerlo aunque me avergüence de ello tiene el aspecto de un jarron de carton piedra destinado a un drama literariano y asirio propios del Odeón."

También en la Testamentaría e inventario de bienes de Mariano Fortuny, aparece en el número 470 descrito como:

"Gran vaso árabe, granadino, barnizado con fondo blanco, arabescos y caligrafía cúfica de color amarillo con reflejos metálicos de varios colores. Tien forma de ánfora, su altura es de un metro y doce centímetros, el pie modelado por Fortuny se compone de cuatro patas de león, valuado cinco mil francos."

En 1875 fue vendida por su viuda, Cecilia de Madrazo, al príncipe Basilewsky y este, en 1885, al museo del Hermitage.

Entre el 25 de octubre de 2006 y el 6 de abril de 2007, se realizó en el Palacio de Carlos V una exposición titulada "Los Jarrones de la Alhambra: Simbología y Poder" y entre las numerosas piezas expuestas, procedentes de museos y colecciones de todo el mundo, se encontraba, cedido por el museo del Hermitage, el Vaso de Fortuny.

Toda la decoración del jarrón está realizada
en bicolor blanco y dorado, alternando los
dibujos en blanco y dorado, formando diversas
franjas o frisos alrededor del cuerpo del jarrón,
formando arabescos y caligrafía árabe, aunque
en el tercio inferior ha desaparecido en gran parte

 


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