La Alberca Rota y los Pozos Altos del Cerro del Sol


Recreación de los sistemas hidráulicos de los Pozos Altos
en la Dehesa del Generalife 

La Alberca Rota y los Pozos Altos del Cerro del Sol (980 metros de altura) se encuentran en una colina de la Dehesa del Generalife, dominando la ciudad de Granada y el valle del Darro. Se trata de un complejo hidráulico constituido por los restos de una edificación y un gran depósito de agua de 35x7x2 metros que permitió almacenar casi 500 metros cúbicos de agua, flanqueado al este y al oeste por dos pozos. El Pozo Este de la Alberca Rota constituye el último tramo de un sistema de elevación de agua desde la Acequia Real y la Acequia de los Arquillos (ésta segunda de origen romano) hasta la superficie. 

Seguramente se abastecieran con la , siendo una pieza clave en el suministro hidráulico y cultivo irrigado de extensas zonas elevadas englobadas en las almunias de Dar al-Arusa y los Alixares, construidas bajo el segundo mandato del rey Mohammed V (1362-91), que además de ser utilizadas como productoras agropecuarias, contaban con construcciones palaciegas que contribuyeron al solaz y recreo de la familia real nazari (diversos restos arqueológicos atestiguan su magnificencia), pero que quedaron abandonadas y arruinadas antes de que los Reyes Católicos se apoderaran de la ciudad, pues el declive de este complejo hidráulico se vincula con los terremotos acontecidos en el año 1431.

Esquema del emplazamiento físico con la descripción 
básica de su orografía, destacando la localización 
del Cerro del Sol

Desde su construcción, en el siglo XIV, hasta su abandono, se estiman al menos tres etapas en su configuración. En su fase inicial, vinculada a las grandes obras constructivas realizadas en la segunda etapa del reinado de Mohammed V, el abastecimiento se podría haber producido mediante la Acequia de los Arquillos y otro pozo cercano conectado con la Acequia Real. Para ello se dispuso de una galeria inferior de 97 m de longitud y 59 m de profundidad excavada en el “Conglomerado Alhambra”, que permitía alimentar un depósito de ladrillo situado al final de ésta, desde donde se izaba el agua por medio de una noria de sangre. En un segundo momento, se abandonó dicha galería para excavar una nueva de 61 m de longitud, situada a 32 m de la superficie. Fue recorrida por una canalización de ladrillo que llenaba una segunda alberca colgada en el pozo, que inutilizaba la inferior, pudiéndose haber obtenido el agua del cercano Barranco del Aljibe de la Lluvia.

La última fase de funcionamiento habría estado protagonizada por un uso residual y de bajo rendimiento del sistema hidráulico. La alberca de la galeria superior quedó anulada mediante una perforación ovalada realizada en su fondo, hecho que permitió recuperar el agua almacenada en la inferior. Ésta tendría que ser izada en dos maniobras, imposibilitando el uso de una noria en el tramo superior del pozo. En superficie, el agua era conducida para su almacenamiento en la Alberca Rota, discurriendo presumiblemente por la parte superior del andén longitudinal que se encaminaba hacia su muro oriental. El líquido se vertería por encima de la perforación aún visible en el mismo, que habría actuado como aliviadero. Entre los exiguos restos que nos han llegado del muro meridional, fue localizado el sistema de vaciado; una tubería de plomo, de apertura y cierre controlado, permitía el llenado de otros depósitos más bajos vinculados a las almunias de Dar al-Arusa y los Alixares.

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