Puerta de Elvira (Bab al-Hadid)


La Puerta de Elvira, Bab Ilbira Bab al-Hadid (Puerta de Hierro), se encuentra en la esquina de las calles Elvira y del Horno de la Merced, en el extremo noroeste de la muralla que cercaba la Medina de Granada, frente al cementerio musulmán más grande de la ciudad. Su nombre se lo debe a ser la que daba paso al camino de Madinat Ilbira (ciudad abandonada en época Zirí, capital de la cora de Ilbira en época del califato omeya y que se encuentra al pie de Sierra Elvira, a unos diez kilómetros de distancia) y por sus dimensiones e importancia se convirtió en una de las principales de la medina. 

Tras cruzar dos puertas de hierro que defendían este acceso,
junto con un rastrillo, el visitante llegaba a la calle Elvira,
la principal vía de la medina hispanomusulmana

Fue construida en el siglo IX para dotar al arrabal del Albaicín de un acceso a través de la muralla que lo cercaba. Cerca de la Puerta de Elvira se encontraba el barrio de Bucaralfagin o del boquerón, llamado así por las bocas de los cauchiles de las acequias y el barrio de Abacery o de los abaceros. Fue reestructurada bajo el reinado de Yusuf I en el siglo XIV. 



La torre derecha fue muy restaurada ya en el siglo XVI
coincidiendo con la visita del emperador Carlos V a la ciudad

En el exterior de la Puerta de Elvira se organizaba, una vez a la semana, una preciosa feria donde se acercaban los campesinos desde sus alquerías con el resultado de sus cosechas y con sus animales, animados y vociferantes para vender hortalizas, legumbres, frutas y flores. Pero también había un zoco en el lado interior de la Puerta, uno de los más importantes de la ciudad nazarí surtiendo a la gente del barrio.

Se cuenta que en el ataque a Lucena de 1483, Boabdil cruzó esta Puerta junto a su ejército en dirección a la batalla con tan mala fortuna que su lanza se quebró al chocar con el arco, lo que supuso una señal de mal augurio para los granadinos. Y así fue que en esta contienda cayó preso de los cristianos.

Arco exterior conservado tras el derribo del siglo XIX
A partir del siglo XVII se la conoció también como la Puerta de la Alhacaba, derribándose la parte interior durante la ocupación francesa y terminando su derribo parcial en 1879, pues contaba con un doble arco de herradura ligeramente apuntado y apuntado por alfiz que daba acceso a un patio intermedio a cielo abierto dentro del conjunto defensivo, al que le seguían dos arcos con puertas de hierro (de ahí uno de sus nombres) para continuar accediendo a la Alhacaba, mientras que a la derecha del patio, tres nuevos arcos daban paso a la calle Elvira -la avenida principal de la medina en época nazarí hasta llegar al cauce del río Darro- y al Albaicín. Cuando la Mezquita de los Morabitos o Masyid al-Murabitin fue destruida, dos de las jambas de la Puerta fueron sustituidas con columnas romanas procedentes de esa mezquita.

Vista de la Puerta de Elvira desde la Cuesta de la Lona. La muralla
unía la Puerta de Elvira con la Puerta de Monaita o Bab al-Unaydar 
y en sentido inverso, por la Tinajilla, enlazaba con la Puerta del Boquerón
Vista de la Puerta de Elvira desde la Cuesta de la Lona,
desde donde se puede observar los restos del adarve
espacioso y almenado que quedaba encima del
conjunto de la Puerta, comunicando las dos
torres que hay a los lados del conjunto,
construidas en tapial o tabiya

Antes de llegar a la primera puerta desaparecida bajo la ocupación napoleónica, es posible que hubiese existido un espacio a cielo abierto de reducidas dimensiones y cuya función sería la de hostigar a los atacantes desde las posiciones superiores. Entre las transformaciones realizadas en el siglo XIV, se había concebido la Puerta Elvira como un castillo independiente cuyos adarves sobrepasarían en altura a las murallas contiguas, además de dotarla con tres puertas que aislasen el patio exterior y el interior de la ciudad.

Los arcos ciegos que rodeaban el patio y que vemos en la imagen
podrían haber servido para el abrigo de la guardia apostada en la Puerta

Tras la entrada en la ciudad de los Reyes Católicos, la labor defensiva de la Puerta de Elvira perdió importancia, ya que ahora el enemigo eran los musulmanes del interior de la ciudad. Sin embargo, se promulgaron Ordenanzas que promulgaban que ciertas fortalezas, como esta Puerta, pasarían a ser competencia de las autoridades cristianas, por lo que empezó a ser administrada por un alcaide.

Reconstrucción en metacrilato de la Puerta de Elvira, expuesta
en el Museo de Andalucía, en Granada

Llama la atención la distribución urbanística junto a la Puerta de Elvira,
con algunas diferencias frente a la actual ordenación de calles

En años recientes se han descubierto los restos arqueológicos de dos lienzos de muralla paralelos, separados por una franja de seis metros de ancho que enlazaban el recinto defensivo de la Puerta de Elvira con el de la Alcazaba Qadima o Qasba al-Qadima, conectando con la Puerta de Monaita. Ante cualquier ataque, la guardia destinada en la Puerta podría recibir refuerzos desde el sector donde se ubicaba el palacio de los reyes ziríes.

La Puerta de Elcira en un grabado del siglo XVI



Pintura de principios del siglo XIX donde aparece 
la Puerta de Elvira en Granada


Bajando en sentido inverso por la Tinajilla a enlazar con la Puerta del Boquerón. En ese lienzo de muralla, entre las puertas de Elvira y Boquerón, quizá existiese otra, citada por al-'Umari -la Bib al-Kuhl o puerta del Alcohol, o sulfuro de plomo, empleado por los alfareros para vidriar la loza-, puerta que debió estar a la entrada del Arco de la Tinajilla, que de ahí tomaría la primera parte de su nombre. Derribada a principios del siglo XVI, sus restos pudieran identificarse con los de una torre que Jorquera señala a unos doscientos pasos de la barbacana de Elvira, llamándola "Torre de las Cuatro esquinas", que dice era fortísisma y muy antigua.

Durante la ocupación
napoleónica la Puerta de Elvira
perdió su acceso en recodo
conservando únicamente
el arco exterior




En esta foto se puede ver la ubicación tan próxima
entre la Puerta de Elvira y la Puerta de Monaita

Los restos de la muralla interior pueden ser vistas en algunas
fachadas de las casas con números impares de la Cuesta de
Abarqueros, mientras que su muro medianero posterior fue
construido sobre la muralla externa.

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