Al-Facar (Alfacar)

La construcción de la iglesia de la Asunción de Alfacar
(campanario en la imagen) se remonta al momento
en que se derriba la primitiva iglesia (1557) que se
erigía sobre le Mimbar de Alfacar y antigua mezquita
El origen del nombre de este pueblo, Alfacar, es netamente hispanomusulmán, aunque debido a las transcripciones de los distintos arabistas - algunas de ellas erróneas- aparecen nombres como Alfaar, Alfanar, Alfakar, Alfajar, etc. quedando establecido como auténtico el nombre actual. No obstante todos ellos tienen el mismo significado, “alfarería”, “barro”, “arcilla”, “monte o alquería del alfarero”, lo que le da a entender la importancia artesanal con que contaba Alfacar y que hoy desafortunadamente, ha desaparecido, siendo sustituido por el de la elaboración del pan.

Alfacar ya se encontraba poblada en época zirí (unas 980 personas y 245 viviendas), en el entorno de Aynadamar, levantándose palacios, mezquitas y fortificaciones (de las que no han llegado restos a nuestros días, pero que se emplazarían en la zona Sur del municipio, según las capitulaciones originales de la rendición), existiendo actualmente cimientos de algunas de estas construcciones. 

El arco de Somera, construido en el siglo XV con sillares,
posiblemente fuera parte de la estructura
defensiva de la población nazarí

En los siglos XIV y XV, la localidad es registrada por diferentes autores como Al-Jatib o Ibn- Battuta, tanto para lugar de recreo o diversión, como para escenario de las continuas luchas de los últimos años de la Reconquista, siendo Alfacar uno de los últimos pueblos en rendirse ante los Reyes Católicos antes de la Toma de Granada, el 22 de Diciembre de 1491, firmándose las "Capitulaciones de Alfacar" entre los Reyes Católicos y Mohamad Alfoaty y Yuca Mocatil, alcaldes de las "torres" de Alfacar poniendo así fin al último foco de resistencia de los nazaríes ante las tropas cristianas en su decidida marcha sobre la capital:
“por sy é en nombre de los alguaciles, alcadís, alfaquíes, e viejos é buenos onbres, chicos é grandes, machos é henbras, de la villa de Alfacar” 

Las "Capitulaciones de Alfacar" se componen de nueve puntos:
  1. En el primero, se acoge a los habitantes musulmanes como “vasallos é súbditos e naturales”; se les dejan “sus casas é faziendas” y se les concede la permanencia en su ley y ser juzgados por sus autoridades “con consejo de sus alcadís”, con todas las garantías de justicia, honra, “amparo é seguro é defendimiento Real” como corresponde a servidores y vasallos.
  2. A quienes quisieran pasar “allende”, se les da todo tipo de garantías, según el orden recogido en la capitulación de la ciudad de Granada.
  3. Se les garantiza total libertad de movimientos dentro de los “nuestros Reynos e señoríos”, así como en las transacciones comerciales, disposición de sus haciendas, etc.
  4. No pagarán en los “puertos” más derechos que los cristianos.
  5. Se les perdonan todos los delitos, aun los de sangre, cometidos en el pasado.
  6. Se les conceden franquicias, por tres años, para veinte casas “quales ellos nombraren”.
  7. Asimismo, para sembrar 170 cadahes de tierra y un molino de aceite de los alcaides citados, “sin las lleuar por las dichas tierras nin por el dicho molino cosa alguna”.
  8. Se ordena la liberación de cuatro moros en poder de sendas personas principales.
  9. Se asienta que el cadí Abenmuza y Alí Mocatil sean alguaciles de Alfacar con todos los privilegios, “segund que fasta aquí”.


El día 23, viernes, de diciembre, se entregarían "las torres de la dicha villa", así como los cautivos cristianos que a la sazón hubiere. “Por mandado” de los reyes, firmaba su secretario Hernando de Zafra.

Plano de los restos de los baños descubiertos,
siguiendo la tipología de naves paralelas
de la época zirí y de los que sólo se conservan
la sala templada y la sala caliente, habiendo
desaparecido el vestuario y la sala fría


Recientemente se han descubierto unos baños hispanomusulmanes que datan de los siglos XIII al XV y que se encontraban ocultos entre varias viviendas de la Plaza del Baño. En frente de la puerta, la sala caliente, se pueden observar los restos de una pila de inmersión, y a un lado restos de una chimenea para eliminar los humos del horno. Las paredes están construidas con sillares de piedra de Alfacar y destaca la bóveda de ladrillo de una de las salas. Las dimensiones de ambas salas son parecidas de unos cinco metros de largo por tres de ancho. Por un arco escarzano se da paso a la sala caliente. Se conserva en esta sala una bóveda de medio cañón aunque no se puede observar la existencia de lucernas al estar enfoscada totalmente.

La plaza de los Baños en Alfacar, donde se encuentran los restos
de unos baños hispanomusulmanes que recibían agua de la acequia
de Aynadamar por varios ramales que surtían al pueblo

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