Joyería nazarí

Este mes la joyería hispanomusulmana es la temática del Museo Arqueológico de la Alhambra este mes de febrero de la mano de Isabel Cambil, como ya lo hiciera en abril del pasado 2013. Heredera de la técnica y estilo greco-romano de Siria y Egipto así como de la Persia sasánida, no es hasta el siglo XI cuando la orfebrería islámica adquiere una personalidad propia a través de la ornamentación epigráfica. El repertorio de joyas es muy variado y se realizaban pulseras, ajorcas o assurka (especie de argolla usada para adornar muñecas, brazos o tobillos), pendientes, collares o broches, y también adornos que se prendían en la ropa, objetos protocolarios y espadas de ceremonia, sin embargo, en comparación con otras civilizaciones, son escasas las piezas de joyería que nos han llegado de época nazarí. Los ejemplos mejor conservados han llegado a nosotros en gran parte gracias a los tesorillos descubiertos, entre los que podemos destacar los de Bentarique y Mondujar, que muestran gran similitud entre ellos, pudiendo pertenecer estas joyas a un mismo taller. Los orfebres nazaríes dominaban técnicas como el granulado y la filigrana, y las usaban para crear adornos de todo tipo. Las muestras de joyería nazarí muestran la gran variedad formas, técnicas de fabricación y materiales empleados como:
  • oro, la plata o el cobre
  • piedras preciosas, como las esmeraldas (zumurrud
  • piedras semipreciosas, como el circón (yaqut) y el topacio (zabaryad), muy empleados en el reino nazarí
  • el vidrio, destacando una gran variedad de colores, muy usado en la decoración de las joyas, bien en forma de cabujón o cuentas
  • esmaltes
  • perlas, muy al gusto nazarí, simbolizando pureza
Las mujeres 
Brazaletes nazaríes de plata del Tesoro de Mondújar
conservados en el Museo Arqueológico Nacional 
de Madrid


Pendiente nazarí conservado en el
Museo de La Alhambra

Las tecnicas de fabricacion hispanomusulmanas utilizadas eran:
  • Filigrana: formando un esquema decorativo mediante hilos que se sueldan a una lámina de base llamándose «filigrana sentada» cuando los hilos se sueldan sobre una base, y «filigrana al aire o calada» cuando los hilos se unen entre sí, sin base.
  • Granulado: consiste en soldar pequeños gránulos o esferitas de oro a una superficie formando diversos motivos.
  • Damasquinado: consiste en la realización de figuras y dibujos mediante la incrustación de hilos o laminas de oro y/o plata en acero o hierro, normalmente, pavonado.
  • Nielado: mediante la incrustación en plata y otros metales, de un esmalte (generalmente de color negro hecho de plata y plomo fundidos con azufre) en ranuras o incisiones practicadas en el material. Un ejemplo de obra andalusí es la cierva de Medina Zahara.
  • Cincelado: es el  trabajo con cincel y martillo planchas de metal para convertirlas en alto o bajorrelieve de una figura.
  • Repujado o troquelado: es una técnica artesanal que consiste en trabajar planchas de metal u otros materiales maleables, para obtener una figura ornamental en relieve.


Brazaletes de oro nazaríes (XIV-XV), procedentes de Bentarique, Almería.
Se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

Brazaletes de oro nazaríes (XIV-XV), procedentes de Bentarique, Almería.
Se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid

Brazaletes de oro nazaríes (XIV-XV), procedentes de Bentarique, Almería.
Se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Este cordón fue usado posiblemente como un cordón
formado por el entrecruzamiento de finísimos hilos
lisos de oro y  apareció por sorpresa en el desescombro
del ángulo del camino de Ronda que conduce
de la Torre de Comares al Cuarto Dorado

Estas joyas expuestas en el Museo Arqueológico de Madrid exhumadas en Bentaurique (Almería o al-Mariya como era conocida por los nazaríes), ponen de manifiesto el perfeccionamiento alcanzado por lo orfebres granadinos. Son brazaletes de oro rellenos de cal o almizteca (mastic) para evitar que pesaran y que se remontan al siglo XIV, ocultadas probablemente por unas damas nobles nazaríes en el momento de la conquista cristiana y nunca recuperadas. También en Madrid, en el Museo Lázaro Galdiano, se exhibe un bello collar de oro, también del siglo XIV, formado de glóbulos de filigrana y colgantes piramidales. 

Collar de oro nazarí (hacia 1500), Museo Lázaro Galdiano, Madrid

Detalle del collar donde se puede apreciar el trabajo de orfebrería

Encontramos descripciones de estas joyas, tanto de sus formas como de su uso, en las fuentes escritas, ya sean musulmanas o cristianas, ya que eran muy apreciadas por las familias de rancio abolengo y entre los cortesanos del reino de Granada, mientras que la burguesía rural solían poseer aderezos de plata, como atestiguan los contratos de matrimonio establecidos en los últimos tiempos de la dinastía nazarí. En contraste, en el retablo de la catedral de Granada, en el episodio de la rendición de la ciudad a los Reyes Católicos, el turbante -o imama- de Boabdil aparece adornado con pedrerías. Sin importar la condición social, la mujeres musulmanas tenían buen gusto para el adorno personal. Ibn al-Jatib, al evocar la coquetería de las granadinas, señala que sus collares (qala id), brazaletes (damaliy), aros para los tobillos (jalajil), pendientes (sunuf) eran de oro puro entre las mujeres de la nobleza y de plata entre las de clases más modestas. Tal era la importancia de las joyas que algunas mujeres debían alquilarlas con motivo de las ceremonias de matrimonio o para las fiestas familiares. En cambio los hombres aplicaban la joyería principalmente en cinturones y anillos, principalmente signatarios, así como en armas como dagas y espadas adornadas con piedras de gran valor.




Esta pieza, conservada en el Museo Arqueológico Nacional
 de Madrid junto con el tesoro nazarí del que forma parte,
fue hallada en Mondújar, provincia de Granada. Este Collar de oro,
está formado por cuatro canutos o alcauciles que alternan con
pasadores oblongos y de él penden tres colgantes, con el
central compuesto por dos pasadores oblongos como
los del cuerpo, un adorno plano llamado “alcorcí” –en origen
decorado en su parte central con esmalte, ya
 desaparecido– y una pieza piramidal que
 encajaría con otra ahora perdida. 

Otro tipo de joyas tenían una función protectora, como talismanes, como manos de fátima o higas y monedas perforadas por ejemplo, o como puede ser la jamsa o las pulseras de vidrio que suelen colocarse a los niños para protegerlos del mal de ojo. Éstas suelen ser de color negro, lisas o rizadas, de muy pequeño tamaño y posiblemente tendrían un sentido simbólico que se podría poner a los niños para protegerlos. Otro tipo de pulseras de vidrio llevaban hilos aplicados, posiblemente herencia de producciones clásicas. Pero el vidrio también fue utilizado para fabricar, a partir de un lazo plegado, anillos que suelen estar adornados con un sello.

Cerca de un cementerio islámico
del arrabal de la margen derecha del
 río Guadalmedina (Málaga) se localizó
el enterramiento de una joven cristiana
 que portaba 10 pulseras de pasta vitrea,
amuletos contra el "mal de ojo"


Molde en piedra de fundición para pendientes
recuperado en la Alcazaba de Almería

Aprovechando la ocasión, el Museo de Arte Islámico de la Alhambra expone piezas que guardan en sus fondos como un cordón de oro del siglo XIV que fue encontrado en el camino de ronde de la Alhambra durante las labores de desescombro del ángulo de la Torre de Comares al Cuarto Dorado, así como un brazalete de oro del siglo XIV que fue descubierto en el secano de la Alhambra, junto al muro de poniente de la Torre del Agua, o un arete encontrado en el patio de la acequia del Generalife, de oro con cuentas de vidrio y esmalte, así como una colección de anillos de metal de dos tipos (sellos de decoración de lazo y solitarios con piezas de vidrio y decoración de nielado). Desgraciadamente el museo no permite fotografiar las piezas.

Hebilla nazarí de oro y esmaltes que fue subastada en
Londres por Sothedy´s en 2008
Se conservan piezas de joyería nazarí en diversos muesos del mundo: Museum für Islamische Kunst, Metropolitan Museum of Art de Nueva York, Victoria & Albert Museum, etc. Las piezas de orfebrería nazarí son muy valoradas en el mundo del arte y entre coleccionistas por su rareza y singularidad, como es el caso de la hebilla nazarí de oro y esmaltes que fue subastada por Sotheby´s en Londres en abril del año 2008. Como esa hebilla existen otros tres ejemplares: uno en el Museo de Arte Islámico de Berlín, otro en la Galería de Arte Walters en Baltimore, Estados Unidos, y la tercera en el Tesoro del rey Sancho que se custodia en la Catedral de Toledo (Tulaytula).

La pieza que salió en cuestión a subasta es de origen nazarí y tuvo un precio de salida de 600.000 libras esterlinas (900.000 euros), una pieza rectangular de 9,7 centímetros por 2,5 centímetros de ancho, dividida en tres partes sobre el cuerpo principal de oro y con un elaborado trabajo de filigranas y decoración esmaltada en verde, blanco y azul. Lleva grabada la inscripción Izz li Mawlana Al-Sultan, es decir "Gloria a nuestro Señor, el Sultán", junto con la alta calidad del trabajo de orfebrería, lo que hace suponer que pudo ser realizada para un destacado miembro de la sociedad del reino de Granada. Fue finalmente vendida por 983.700 libras esterlinas (1,22 millones de euros), un alto precio por tratarse de un tipo de joya que rara vez sale a la venta, sin haber salido a la luz la identidad del comprador.

Otro ejemplo de joyería nazarí se expone en el Museo de Pergamo de Berlín, se trata de unas placas de oro que podrían pertenecer a un lujoso cinturón y que proceden de Granada, posiblemente fabricado entre los siglos XIII y XIV.

Piezas de orfebrería nazarí
expuestas en el Museo de
Arte Islámico en Berlín

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